Fútbol
El rol que cumplen los profesores en la vida de sus jugadores
Eduardo Buruchaga coordina las divisiones juveniles en Juventud Antoniana. Habló con 3200 sobre sus pasos y progresos hasta hoy.

Eduardo Buruchaga es un ex jugador profesional que dio sus primeros pasos en su ciudad natal, Concordia. Comenzó en el Club Ferrocarril y luego estuvo en Colegiales, Salto Grande y Libertad. En este último debutó en la Primera División donde tuvo la oportunidad de cumplir uno de sus sueños, jugar junto a su papá, Eduardo “El Gato” Buruchaga.
Recuerda su ciudad porque los clubes estuvieron presentes a lo largo de su carrera y aún conserva recuerdos, enseñanzas y valores por parte de ellos, en los que compartió distintas experiencias como viajes y torneos.

Experiencias como jugador profesional
Tras disfrutar de todo eso, fue su llegada al Club Atlético Banfield, el cual lo marcó y lo considera muy importante en su formación como jugador, pero sobre todo como persona. Eduardo afirmó que “creo que eso es uno de los valores más importantes que tienen los clubes a la hora de formar a los chicos”.
Luego de haber quedado libre comenzó su paso en Colegiales en el Argentino B del año 2009. Lo caracteriza como “mi salto a empezar mi carrera, porque tenía que tomar la decisión de seguir jugando al fútbol o dedicarme a otra cosa”, ya que en Concordia considera que es muy difícil vivir de este deporte.
Por suerte, decidió seguir en el mundo del fútbol y tuvo la chance de formar parte del Club de Gimnasia y Tiro, Villa San Antonio y Central Norte de Salta, Quilmes y Berazategui de Buenos Aires, Juventud Unida de Gualeguaychú, Sarmiento LB de Santiago del Estero, y Deportivo Madryn de Puerto Madryn. Por esto, siempre estuvo agradecido con Colegiales, por marcar su punto de partida como profesional, y su vuelta a Concordia hace poco fue para poder devolverles algo de lo que le dieron como institución.
Los eligió como lugar para su retiro como futbolista ya que “tuve un paso muy lindo en el que conocí gente increíble, de hecho amistades que tengo hasta el día de hoy. Justamente, al fútbol lo ratifico aún más de que lo que le queda a uno son las relaciones que va formando a lo largo de los años”, expresó.

De jugador a la dirección deportiva
Esto último lo llevó a prepararse e incursionar en la dirección y gestión deportiva, cumplió con lo que se proponía en Colegiales y destacó que “fue una experiencia tremenda. Todavía sigo haciendo cosas en conjunto, lo que puedo a distancia y lo que me permiten, siempre voy a estar a disposición”.
Luego agregó: “Como dije desde que llegué a Concordia, no solamente para Colegiales, sino para cualquiera que necesite voy a estar, porque creo que de eso se trata, que pueda crecer nuestro fútbol en Concordia”.
Actualmente se encuentra en Salta, en el club para el cual jugó, pero ahora se presenta como coordinador de las divisiones juveniles, la escuelita de fútbol infantil de Juventud Antoniana. Hace dos meses que comenzó a vivir este desafío enorme y aseguró que “es una habilidad muy grande que se debe tener y me gusta porque estoy en un lugar en el que puedo tomar decisiones y bajar mensajes de valor para los chicos, quienes están en una etapa de crecimiento donde pretendo que se diviertan y aprendan jugando”.

Al preguntarle cuál considera el mayor logro de su carrera mencionó el proyecto como dirección deportiva que le presentó al presidente de Colegiales el año pasado, Ramón “Chupa” Sosa, quien le abrió las puertas.
Si bien no lograron terminarlo, Buru dijo “creo que lo más lindo es dejar algo de lo que uno aprendió y experimentó, y sobre todo ver que los chicos puedan tener una oportunidad, no solamente en lo deportivo, sino como persona. Los clubes son una parte importante de poder lograr algo así, deben brindar esa contención y tener buenos hábitos, valores, esa esencia que abra posibilidades en lo deportivo y distintos rubros de profesionales”.

El desafío de trabajar con niños
Esta posibilidad con la que cuenta en Juventud Antoniana la considera un lindo y muy importante desafío porque “son una gran responsabilidad los niños y es algo que a uno lo ayuda a seguir preparándose, nunca se termina de aprender”, justificó el nuevo coordinador.
“Estoy muy contento, motivado y con muchas expectativas porque es algo que me apasiona y quiero implementar en ellos un aprendizaje a través del juego, mi principal objetivo y propósito”, contó acerca del proyecto deportivo. También dijo que es una estructura con gran cantidad de niños y cuenta con la ayuda de profesores, a quienes acompaña en cada categoría supervisando y estando a disposición para lo que necesiten.
Como referente, además de su padre, elige a Rubén Rossi: “Es un maestro. Escucharlo es maravilloso”. De él encontró la manera de que los chicos puedan ser creativos, que se expresen y crezcan aprendiendo a jugar al fútbol con juegos y libertad, sin limitaciones. Además, dejar de lado el recriminar cuando cometen errores, siendo que ya se cometió y será parte.
Con niños también cumple el rol de padre, tiene un hijo en el fútbol al cual acompaña desde chico y detalló que “siempre desde un lugar de respeto y de acompañar”. Ahí, y su trabajo en Colegiales, fue cuando notó que le gusta ser una pequeña parte de los chicos, dejándoles enseñanzas y mostrándoles la confianza necesaria, tanto para ellos como a los padres.

Propuesta a lo que queda de este año 2025
Sus objetivos a corto plazo son seguir ordenando, en cuanto a la estructura, los profesores y la modalidad de trabajo. Tener una organización y los protocolos necesarios para tener orden y que todo funcione mucho más fluido y dinámico.
“La idea es siempre brindar lo mejor para crear un contexto y escenario acorde a lo que queremos lograr. Que aprendan a jugar este deporte, pero a su vez, incorporando valores y educación”.
Mientras que a largo plazo busca que la escuelita siga creciendo en cuanto a la cantidad de niños, de profesores ayudadores, al espacio, materiales y que sea una escuelita de fútbol infantil modelo en cuanto a la enseñanza y el aprendizaje que se brinda.
Con confianza afirmó: “Vamos por buen camino. Hay mucha gente comprometida porque es una estructura grande que está en pleno proceso de ordenamiento y organización”.

Pilares claves para un jugador
“La importancia principal es la familia porque es de donde uno sale, pero después está en uno también que elijan el camino de la disciplina, el estudio y la preparación, porque no solo hay que tener experiencia, sino también deben sumar conocimientos. Son aprendizajes diferentes que se complementan, van de la mano, y tiene su coherencia”, afirmó sin ningún tipo de duda.
Luego, adicionó: “Si bien uno siempre va a ser jugador de fútbol, hoy desde otro lugar y cumpliendo un nuevo rol, ratifico aún más lo que le queda a uno y lo más importante es la persona”.
Cree firmemente que, si un jugador consta de todas estas características, va a ser mucho más completo y va a obtener mejores resultados en su carrera y en su vida.
Además, dijo que los clubes tienen un rol muy importante en la formación de sus jugadores, el de acompañar y no creerse nada porque son parte de lo que se convierte el chico, aprenden a jugar solos, ya que desde que están en las panzas de sus mamás tienen el talento. Luego deben seguir incrementándolo, ahí es donde entra el rol de la institución y los profesores deben estar preparados para brindarles el mejor escenario para aprender desde el respeto.
“No se busca el resultado de ganar campeonatos, de salir campeones. Cuesta porque los argentinos tenemos un gen de ser competitivos, no hay que sacarles eso, pero sí controlarlo porque el resultado es una recompensa de lo que se hace, de lo que mejoran, y lo hacen ellos”.
Y expresó que la mayor relevancia de los formadores “es tener cuidado con lo que uno limita al chico y cómo se lo dice porque lo marcan de por vida y puede afectar en su futuro impidiendo animarse a probar cosas nuevas en el juego”.

Proyectos a futuro en su ciudad natal
Eduardo Buruchaga está seguro de que le encantaría realizar algún proyecto local en Concordia, reiteró que siempre estará a disposición para cualquier club que lo necesite y tiene muy presente su ciudad, viendo qué de lo que él vive fuera puede funcionar y qué no en ella.
A lo largo de su carrera ha conocido (y sigue conociendo) personas “espectaculares”, como ejemplo nombró a Gustavo Bou y Juan “El Gato” Pérez, con quienes ha tenido más contacto y están a disposición de hacer cosas en conjunto. Agregó que “ojalá en algún momento en Concordia todos los clubes se pongan a trabajar en conjunto para crecer en infraestructura, cultura, organización, y eso hará que los chicos tengan un lugar mejor para hacer deporte”.
Le gustaría realizar esta idea principalmente desde un club o institución porque cree que se necesita de todos los dirigentes, clubes, del privado, la política y la sociedad en sí. Destaca que en Concordia hay mucho potencial, material y recurso humano de valor y calidad. También sueña con poder replicar esto en otras disciplinas, para así estar a otro nivel en el deporte.
Cerró la nota manifestando que su idea implicaría que cada institución trabaje fuerte y se comprometa para que los chicos, con un sentido de pertenencia, hagan deporte y tengan una educación que los ayude en sus sueños de vida.
