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Tenis

Tienen la palabra los tenistas concordienses que representaron a Argentina en un torneo internacional

Juana Millán (14 años), Theo Giudici y Ema León (ambos de 15) hablaron con 3200, al igual que el entrenador Martín Labella.

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En la semana del 21 al 25 de abril, se disputó en Paraguay el COSAT Rakiura Open, un torneo organizado por la Confederación Sudamericana de Tenis, que reúne a los mejores jugadores juveniles de la región.

Entre ellos estuvieron los concordienses Juana Millan, Ema León y Theo Giudici de la escuela formativa “Más que tenis”, quienes fueron aceptados en el cuadro principal de 32 jugadores para disputar dicha competencia.

Representando a la Argentina con honores

Los tenistas, además de acceder al torneo, representaron al país dejándolo en lo más alto mediante la obtención de grandes resultados: Ema, de quince años, fue finalista en singles, Theo, de la misma edad, fue semifinalista en singles y finalista en dobles y Juana, de catorce, fue cuarta finalista en singles y semifinalista en dobles.

Ema León.

“Más allá del excelente nivel que nuestros chicos lograron desarrollar en cada partido de tan importante torneo internacional y las instancias logradas, y luego de tener en la semana previa un Regional de la AAT en Posadas (otro excelente torneo), quizás lo más elogiable de nuestros chicos es que no sólo están compitiendo en un nivel muy alto, muchas veces están lejos de su familia muchos días, con las precauciones que transitar un torneo que este nivel exige”, declaró su entrenador, Martín Labella, a “3200, el código del deporte”.

Deporte y educación

Asimismo, la exigencia del alto rendimiento deportivo a menudo plantea desafíos fuera de la cancha, especialmente en lo que respecta a la educación siendo que, como mencionó el profesor, los chicos pasan varios días fuera de la ciudad, sin poder asistir a clases.

Sin embargo, los jugadores desarrollaron sus propias estrategias para mantenerse al día con sus estudios, llevando consigo el material necesario y aprovechando los momentos libres para copiar y estudiar lo que sus compañeros desarrollaron en la escuela.

Theo Giudici.

“Desde nuestro punto de vista formativo e integral, lo más valioso es que los nuestros no dejan de cumplir con sus obligaciones escolares y sus clases particulares de idioma o Educación Física escolar”, afirmó y confió que “emociona verlos luchar en cada partido, pero además, llegar al alojamiento y verlos hacer las tareas de la escuela, averiguando con algún compañero para que le pase un resumen del día y no atrasarse, estar en alguna clase de ingles virtual, etc., es poco decir que nos llenan de orgullo, y no sólo a nuestra escuela de tenis del Club Salto Grande, también a nuestra ciudad y provincia, representando al país en esta ocasión”.

Desafíos, fortalezas y sueños

Dialogando con los jóvenes jugadores acerca de la experiencia que significa participar de un torneo internacional, los tres destacaron la oportunidad de medirse y ponerse a prueba con jugadores de un nivel diferente al que están acostumbrados, volviéndose divertido y más competitivo. Además, Ema y Juana mencionaron la posibilidad de conocer a otros chicos y formar nuevas amistades.

En cuanto a su desempeño en la cancha, cada uno de los tenistas logró identificar con exactitud cuáles son sus fortalezas. Ema destacada por su mentalidad aguerrida, mencionó: “por más que me vaya a enfrentar a una chica con la que nunca jugué y que sepa que lo hace bien o que le gana a las mejores, yo no entro con miedo a la cancha; a veces puedo estar un poco nerviosa, pero entro a jugar sin pensar que voy a perder”. Asimismo, reconoció que debe seguir trabajando en manejar mejor su actitud ante la frustración para no perder el foco en el partido.

Juana Millan.

En el caso de Theo, él confía en la potencia y precisión de su derecha y revés, pero identifica al saque y la volea como aspectos a pulir para complementar su juego. Por su parte, Juana se siente cómoda a la hora de establecer vínculos y pelotear con otros jugadores, aunque es consciente de la necesidad de fortalecer su confianza al jugar un partido.

En palabras de Labella, “todos los que han hecho deporte alguna vez saben que es muy dura la competencia, que el esfuerzo que demanda superarse es día a día, en cada entrenamiento, en los diferentes aspectos que el deporte te pone a prueba (técnico, táctico, mental y físico), que es una búsqueda constante de superarse a uno mismo, de correr límites y saber que los mejores rendimientos llegan con el tiempo y son muchas las veces que no se logran y que hay que aprender a tolerar la frustración y seguir adelante”.

Mirando hacia el futuro, Ema y Theo anhelan poder dedicarse al profesionalismo o estudiar y jugar al tenis en Estados Unidos al terminar la escuela. Juana, si bien aún no tiene un objetivo puntual definido, expresa su deseo de “seguir jugando y hacer algo con el tenis”.

Juana, Ema y Theo con su entrenador Martín Labella.

Tirando para el mismo lado

Antes de finalizar, el entrenador no dejó pasar la oportunidad para expresar su profundo agradecimiento a diversos pilares que hacen posibles estos logros: “hay mucho para agradecer: primero a todos nuestros chicos que nos representan, a los padres que tanto nos apoyan, al Club Salto Grande, nuestro presidente Guillermo y todo el personal, y en particular al grupo de trabajo: Esteban, Polo, Facu, Vero, Anita, Juani y Fede”.