Seguinos en nuestras redes

Boxeo

“Hay Yanina para rato. Lo que quiero también es ser mamá”, confesó “La Panterita”

La boxeadora habló del entrenamiento, sus deseos de formar una familia y ser campeona del mundo.

Publicado

el

Yanina “La Panterita” Lescano espera. Paciente, sabe que las oportunidades se presentarán y, entonces, hay que estar preparada. “Tratando de ver si salgo algo para fines de agosto, en Concordia”, anticipó en el diálogo con el programa radial de “3200, el código del deporte” (sábados de 10 a 12 por FM 88.7 Oíd Mortales Radio). 

A sus 29 años, sopesa el momento que transita entre sus rutinas diarias de entrenamiento, el emprendimiento que sigue sosteniendo desde tiempos de pandemia, la compañía de su padre Ramón y de su pareja, el también boxeador profesional Santiago “Piedrita” Bazán, y los deseos de ser madre.

A corazón abierto, en una charla íntima, la exponente del boxeo local habló de todo. “A veces, surgen charlas de que capaz ya está, ya no sale nada y me voy a poner a trabajar más en lo mío”, reconoció e, inmediatamente después, marcó que “hay Yanina para rato” en el profesionalismo, incluso después de ser mamá.

“A veces surgen charlas de que capaz ya está”

-¿Cómo vas transitando este 2025? ¿Cómo va tu año deportivo en sí?

-Bien, muy bien. Recién con una pelea en el año que, por ahí por cuestiones económicas, no podemos realizar eventos más seguidos y, aparte, que también siendo dos profesionales en el grupo se complica un poco más, tenemos que ir turnándonos a ver quién boxea en tal fecha, un mes, quién el otro mes, así que es difícil, pero bien, entrenando como siempre y ahora tratando de ver si sale algo para fines de agosto, acá en Concordia. 

-En el ranking seguís posicionándote entre las mejores boxeadoras de tu categoría. ¿Cómo tomás esto? ¿Te sigue motivando para seguir progresando en el boxeo profesional? 

-Sí, la verdad que motivo un montón. Hace unos días, mi papá publicó una foto de cómo estaba ranqueada en el mundo, en Argentina. También, creo que por ahí mi papá lo hace porque, a veces, surgen charlas de que capaz ya está, ya no sale nada y me voy a poner a trabajar más en lo mío, ¿viste? A hacer cosas así y va mi papá y me manda una publicación, sube una publicación y es como que bueno, vamos, un poquito más, ¿viste? Me motiva eso.

Entrenando, emprendiendo y siendo referente 

-¿Cómo es el día a día para vos?

-Arranco a la mañana temprano: me voy al gimnasio de fuerza o a correr. Estoy entrenando en el Nikaia, de Mateo Orlandini. En el gimnasio de fuerza estoy casi toda la mañana. Nos lleva tiempo la rutina.

Durante la siesta, trato de por ahí meter algún turnito de uñas, de cejas, pestañas, que es con lo que yo trabajo, y después a la tarde tipo 18 y 19 horas ya me meto en el gimnasio de boxeo.

-¿En el gimnasio de boxeo es donde te gusta estar más tiempo, por así decirlo, o disfrutas de cada cosa que hacés por sí misma?

-Disfruto de cada cosa. Lo que por ahí tiene el gimnasio de boxeo es que nos cruzamos mucho con los otros chicos que mi papá entrena. Tiene varios chicos amateurs entrenando y, a veces por cuestiones de horarios de trabajo, tenemos que ir antes y no nos cruzamos, pero por ahí cuando nos cruzamos con ellos se hace más más llevadero, lo disfrutas un poco más, te pones a hablar, a joder con los chicos y es lindo. Eso es algo que hablo con mi papá: yo primero quiero ir, entrenar, enfocarme en lo mío y después cuando termino, sí nos ponemos a charlar. 

-¿Notás que sos su referente? ¿Tenés la responsabilidad, por así decirlo, de mostrar que se pueden hacer las cosas bien para llegar a un objetivo? 

-Sí, sí, los chicos están ahí. Por ahí nosotros no nos damos cuenta, pero es mi papá el que nos dice: ‘Fijate cómo te miran’. Él también nos pide que tratemos de ir al horario de ellos porque los chicos nos miran a nosotros, sí.

El deseo de seguir y de ser mamá

-¿Podés pensar todo lo que lograste?

-A veces con esto de que es difícil pelear, de organizar una pelea, de que todo pasa por lo económico y que vienen y tenés que estar en forma porque te puede salir una pelea de un día para el otro, le pasó a Musculito hace muy poco tiempo que tuvo que viajar a Inglaterra a pelear y, si no estás preparada, te puede jugar en contra.

-¿A la hora de boxear, podés hacer un recorrido y seguir diciendo: ‘hay Yanina Lescano para rato’? 

-Sí, hay Yanina para rato. Por ahí lo que yo quiero es también ser mamá, no quiero ser mamá tan grande. Es algo que hablo con mi familia y quiero ser campeona del mundo y mi papá quiere que sea antes de que yo sea mamá, pero yo siempre dije que a los 30 31 quería ser mamá. Entonces, le digo: ‘si no es antes, va a ser después’, porque yo después de ser madre voy a seguir, quiero seguir entrenando. Entonces, si no es antes va a ser después, pero campeona del mundo sí.

-Es valioso lo que estás contando sobre la situación de la deportista que está en, el día a día, en el alto rendimiento y que, a su vez, medita la posibilidad de ser mamá ¿Ves historias de otras deportistas que de pronto han interrumpido su actividad para ser madre y después han vuelto?

-Yo siempre dije: ‘a los 30 me retiro, sea como sea’. Y más ahora que por ahí yo hablo y digo: ‘bueno, yo dentro de todo tuve una buena carrera, salí a pelear dos veces por título del mundo, tres peleas a fuera. Económicamente, gracias a esas tres peleas, nos acomodamos bastante bien. Entonces, es como que si yo decido retirarme a los 30 es como que hice una buena carrera. La idea mía era, bueno, me retiro a los 30, quiero ser mamá y listo. Pero, veo muchas chicas boxeadoras que fueron madres y al tiempito volvieron, boxearon y fueron campeonas sudamericanas y campeonas argentinas, entonces como que digo: ‘yo también puedo hacerlo’.

La familia, primero

-A todo esto, ¿cómo está el padre de la familia (por su hermano, el futbolista Daniel Lescano)?

-Ay, mi hermano feliz, baboso, no se quiere despegar. No quiere irse, él tenía que volver a entrenar y no quería ir a entrenar, él está jugando en salto. Y no quería irse a entrenar, mi cuñada le dice: ‘Dani, andá a entrenar, tenés que volver a hacer tu rutina’. Él quiere estar las 24 horas encima. 

-¿Qué significa para vos seguir entrenando con Santiago Bazán, tu pareja, cómo lo van haciendo?

-Está bueno, justamente eso hablábamos con él de que hay días que uno no tiene ganas y capaz yo le digo: ‘No tengo ganas, hace frío, quiero quedarme acostada’ y él se destapa, se levanta, se cambia y vamos. Está bueno porque tiene esa parte positiva.

-¿Lo ves crecer también en el deporte, sigue apuntando a un mejor nivel? ¿Ves esos logros?

-Sí, se ven. Santi es muy dedicado. Él también tiene su trabajo, se complica, tiene que cumplir los horarios, por ahí más que yo que trato de acomodarlos a mis entrenamientos y él no, él tiene que acomodar los entrenamientos al horario de trabajo. Pero es recontra dedicado, si él se tiene que levantar a las 5 para salir a correr, antes de ir a entrenar, antes de ir a trabajar, se levanta.

-Vos recibís el afecto de la gente, incluso del que no tiene nada que ver con el boxeo y te cruza en una pista o en el gimnasio. ¿Se siente eso, cómo es el trato con la gente de Concordia?

-El trato con la gente de Concordia es para mí hermoso. La gente nos acompaña cuando andamos corriendo por la calle. La gente te saluda, te grita. Es algo muy lindo porque también eso te motiva.

Santi por ahí se ríe porque salimos a correr y yo estoy bastante lenta al lado de él para correr y por ahí pasa alguien y nos pega un grito y es como que te motiva y empezás a apurarte.