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Gimnasia Artística

Nivel mundial

Santiago Mayol compitió en las World Challenge Cups de París y Hungría, y volvió con balance positivo.

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El gimnasta representante del Gimnasio Azarian regresó a Concordia tras competir en dos escenarios exigentes: la World Challenge Cup de París y la de Szombathely, Hungría. Tras su arribo, Santiago Mayol dijo que vivió una experiencia intensa, donde más allá de los resultados, reafirmó su lugar dentro del alto rendimiento internacional. En diálogo exclusivo con 3200, el código del deporte, compartió sus sensaciones, aprendizajes y objetivos a futuro.

Competir y crecer

“Tuve una buena participación en estas dos copas del mundo”, resume “Meme” con claridad. No alcanzó las finales como esperaba, pero eso no empaña su balance. “Vuelvo a Concordia muy conforme”, afirmó, reconociendo el valor de haber estado a la altura en un contexto de enorme nivel técnico y exigencia.

Pero lo que más rescata es la certeza de que su trabajo lo acerca a los mejores. “Creo que el principal aprendizaje que me dejaron es que tengo rutinas que, si las ejecuto bien, estoy muy cerca de pelear con gimnastas de muchísimo nivel”, explicó. No es una ilusión sino es una convicción que nace del roce directo con la élite del deporte.

Europa vs Sudamérica: una diferencia de ritmo

Para el alumno de Guillermo Avío, la diferencia entre el circuito europeo y el sudamericano no está en el talento, sino en la frecuencia competitiva. “Ellos, al tener mayor cantidad de gimnastas y torneos dentro de su continente, tienen más roce entre ellos y están acostumbrados a competencias con muy buen nivel”, analizó.

Sin embargo, defiende el nivel latino. “No creo que Sudamérica tenga mal nivel, es más, tiene muchísimo, pero en menor cantidad”, subrayó. Lo dice con conocimiento de causa, porque forma parte de esa minoría que logra destacarse desde una preparación muchas veces más limitada, pero no menos exigente además de representar a la Selección Argentina.

Preparación, pausas y proyecciones

La puesta a punto para estas copas arrancó con siete semanas de anticipación. “Fueron días de entrenamientos de mucha repetición, pero al no tener que competir en all around no fue tan desgastante ni cansador, solo un poco aburrido tener que entrenar los dos mismos aparatos la mayor parte de los entrenamientos”, cuenta entre risas.

Hoy, admite que no se siente en su mejor momento. “Después del Panamericano me relajé bastante, ya que los objetivos del año fueron cumplidos”, reconoció. Esa pausa, lejos de ser retroceso, es parte de un proceso. Porque la mirada ya está puesta en lo que viene.

Lo que viene: construir el 2026

A corto plazo, Mayol se enfoca en incorporar nuevos elementos a sus rutinas. A largo, la meta está clara y es llegar en gran nivel al Panamericano del próximo año, esta vez como competidor en el all around. El 2025 puede haber cerrado en lo competitivo, pero el trabajo ya empezó.

“No creo competir en el campeonato nacional, voy como entrenador de mis compañeros”, agregó. Ese rol de guía también lo entusiasma. Enseñar, acompañar, sumar desde otro lugar. Todo forma parte de su recorrido.

Santiago Mayol sigue dando pasos firmes dentro de la gimnasia argentina. París y Hungría no fueron solo competencias, sino que son escalones en un camino que lo proyecta. Desde Concordia al mundo, su presente ya habla de nivel mundial, y lo que viene promete todavía más.