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Voley

Julián Álvarez, ante el desafío de hacer crecer a Kuwait

El entrerriano, que fue asistente de Julio Velasco, le contó a 3200 que se prepara para dirigir la selección de ese país árabe.

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Julian Alvarez

Más de 13.000 kilómetros separan a la serena Basavilbaso, localidad entrerriana del Departamento Uruguay, de Kuwait, un país árabe ubicado en el Golfo Pérsico. Más de 1 día hay que volar para llegar hasta allí, pero ese no es un impedimento para que Julián Álvarez esté planificando darle vuelo al seleccionado masculino de vóley de esa nación.

Kuwait a la vista

“Si todo va bien, calculo que en una o dos semanas estoy cerrando el contrato para dirigir la selección de Kuwait”, afirmó el entrenador de 47 años que lleva décadas trabajando en el deporte que tanto le apasiona: el vóley. A los 15 ya dirigía el equipo del Colegio Nacional de Basavilbaso, a los 19 estaba al frente de la Selección de Entre Ríos y a los 26 desembarcó en la selección nacional.

¿Con qué desafíos irá? “Bueno, toda la competencia asiática. El torneo arábico, el torneo asiático. Bueno, varios torneos para esta próxima temporada”, aseguró y recordó que para el vóley es un año marcado por los Juegos Olímpicos de París. “Nosotros en Kuwait estamos muy lejos de ese nivel, pero hay que trabajar mucho y posicionar al país dentro del Golfo, que es lo más importante”.

“Las charlas que hemos tenido tienen que ver con esto: de querer hacer crecer el equipo con lo que tenemos, lo más rápido posible e intentar posicionarlo lo mejor posible dentro de los países del Golfo”, afirmó.

16 años en la selección argentina

Su estadía en la selección de Argentina fue prolongada: “durante 16 años he recorrido, en diferentes lugares: como asistente técnico, estadístico, entrenador. Y una de las cosas más importantes que marcaron mi carrera, sin lugar a dudas, fue trabajar con Julio Velasco, el número uno de nuestro deporte, pero también de lo que es el deporte en general a nivel mundial”, calificó.

En efecto, acompañó a Velasco durante todo su proceso como seleccionador (entre 2014 y 2018). El argentino ha dejado su huella por donde pasó: ganó dos mundiales, 3 campeonatos europeos, 6 Ligas Mundiales, entre otras medallas (incluyendo la plata en Atlanta 96) con Italia. Además, fue campeón asiático dos veces con Irán y ganó el oro en los Panamericanos de 2015 (con el entrerriano Álvarez como asistente).

De aquella etapa, recordó: “siempre fue nuestro ídolo y, cuando él viene a dirigir a la Argentina que me haya elegido como asistente, fue un orgullo y una sorpresa muy grande. Así que ese momento fue maravilloso”, definió y amplió: “creo que es uno de los momentos deportivos más importantes porque trabajar con Julio Velasco es como entrar a la universidad y graduarse”.

Colombia y Medio Oriente

Tras esa etapa, el de Baso fue el seleccionador del plantel masculino de Colombia hasta que recaló en Medio Oriente, más precisamente en Kuwait. Todo eso lo contó en una extensa entrevista concedida a “3200, el código del deporte”, tras pasar unos días en Concordia para visitar a un hermano y regresar a su ciudad para estar en la casa paterna. 

“Siempre, una vez por año, puedo volver que es lo que permite la temporada. Uno trabaja afuera y, por ahí, tenés una escapadita para hacerte y visitar a tus viejos. Así que nada, aprovechando visitar a mis papás”, aseguró.

Elogios al vóley de Concordia

Consultado por su paso por Concordia, explicó: “estuve por poco tiempo. Vine a visitar más que nada a la familia, pero siempre trato de visitar la gente del vóley de toda la vida porque ustedes ahí tienen una gran comunidad de vóley. Concordia ha producido muchísimos grandes jugadores de este deporte durante muchos años: jugadores de selección de la provincia, jugadores en preselección argentina, han tenido un gran entrenador y siguen teniendo”.

Amplió: “siguen produciendo muchos jugadores y también muy buenos entrenadores. Y ojalá que el deporte nuestro siga creciendo porque es un deporte maravilloso y Concordia ha sido una de las ciudades que le ha aportado muchísimo al vóley provincial”.

“Muy buenos años”

En lo deportivo, está seguro que en Kuwait ha vivido: “muy buenos años”. En primer lugar, fue contratado por un club recién ascendido a la Liga Profesional y donde el manager le había avisado que había que trabajar y mucho. Finalmente: “la temporada fue muy buena, entramos en semifinales, dejamos uno de los equipos más importantes de la Liga afuera y para un equipo recién ascendido entrar en semifinales fue un logro tremendo”, destacó en referencia a un año donde además lo eligieron como el DT del año.

Después de esa primera temporada aparecieron ofertas laborales y Álvarez optó por la de uno de los mejores clubes kuwaitíes. “Nos fue muy bien, fue excelente. Estuve laburando dos años ahí”, precisó.

“Una sociedad maravillosa”

En lo personal, también aseguró que disfrutó su estadía en un país de casi 5 millones de habitantes (aproximadamente 1,5 millones nacieron allí y el resto es mano de obra que se ha ido contratando). “Al principio es un cambio muy grande”, marcó.

“Imaginate que te vas a vivir a un país del Golfo Arábico, donde para empezar obviamente la lengua madre es el árabe: poder entender árabe es imposible y, por supuesto, mucho menos leer en árabe o escribir. Lo bueno que tienen es que todos, absolutamente todos en este país hablan inglés (lo aprenden en la escuela)”, contó.

A diferencia de Argentina, Kuwait “tiene una moneda muy fuerte. El poder adquisitivo que tienen es muy bueno. Esto, relacionándolo con el deporte, hace que la motivación no pasa por lo económico, la motivación para el equipo y para los jugadores siempre tiene que pasar por otro lado”.

“Acá en Argentina hay muchos de los jugadores en nuestro deporte, y creo que en todos los deportes, por supuesto uno por ahí tiene la ilusión de poder triunfar para pegar un buen contrato, salvar a la familia o ayudar a la familia. Eso allá no sucede”, contó y dijo: “ese tema ya lo tienen resuelto. La motivación pasa por otro lado”, aseguró.

Sobre la vida cotidiana, definió: “es una sociedad maravillosa. Yo me encontré con muchas más similitudes de las cosas que son totalmente distintas. Ellos son musulmanes, pero más allá de las costumbres, la comida es espectacular. También son de juntarse, les gustan las reuniones, comer, compartir con amigos, son familiares también. Estas cosas son maravillosas”, elogió.

“Son realmente grandes amigos y son muy hospitalarios. Te van a hacer sentir bien. La verdad que ha sido maravilloso. Estos tres años han sido increíbles. La verdad que yo lo he pasado muy bien”, comentó el entrerriano de nombre homónimo al futbolista campeón del mundo en Qatar 2022 con el que suelen hacerle alguna broma. “Soy un patadura para el fútbol yo”, dijo entre sonrisas.

 “Un saludo muy grande a toda la comunidad del vóley de Concordia”, dijo para despedirse mientras espera concretar su vuelta a un país que reconoce su trabajo y lo quiere contratar para dar el salto de calidad que buscan.