Básquet
Vildoza, el hijo adoptivo de Concordia que se destaca en Liga Nacional
“Siento que nací y me crié acá”, respondió. Habló de Estudiantes, Instituto y Lucas Victoriano.


“Fue uno de los pasos más importantes de mi carrera, pasó hace bastante pero nunca dejo de decirlo. Es donde más cariño me demostraron así que muy contento de haber conocido la ciudad y conocerlo a ustedes”, saludó de entrada nomás Leandro Vildoza.
El 2 de noviembre de 1994 nació en Tafí Viejo, Tucumán. Allí se formó en Talleres y también pasó por Huracán BB de San Miguel de Tucumán. En 2016 tuvo un volver a nacer, en este caso como jugador de la máxima categoría del básquet argentino.
Así lo explicó en la entrevista concedida a “3200, el código del deporte” en radio: “Si te tengo que decir algo que me dejó Estudiantes no sabría qué decirte porque fue una marca muy grande, me dejó muchísimas cosas de aprendizaje y obviamente siento como que nací y me crié acá”, enfatizó y agregó: “Estoy súper agradecido y no me olvido que Estudiantes fue el primer lugar que me dio la oportunidad de jugar en Liga Nacional”.


A continuación, la extensa entrevista con el base de 28 años que vistió la camiseta de Instituto Atlético Central Córdoba (con el que llegó hasta las semifinales de la Liga Nacional donde cayó con Boca, que finalmente perdió la final con Quimsa de Santiago del Estero).
El análisis de la Liga y de Instituto
-¿Viste algo de la serie final? ¿Qué cualidades tuvo Quimsa para quedarse con el título?
– Anoche vi el juego porque era un partido definitorio. Creo que Quimsa fue un justo campeón, en los playoff dominaron todas las series. Felicitaciones para Quimsa que viene haciendo un gran trabajo, en los últimos años, y se lo merecen. Es bueno que un club así tenga su recompensa porque hacen un trabajo duro todos los años, apuestan en grande y se lo merecen porque también en el básquet internacional dejan bien parada a la Argentina.


– ¿Pudiste hacer un balance? ¿Lo hicieron como grupo en Instituto, con Lucas Victoriano a la cabeza? ¿Qué sensaciones quedaron?
– Ahora, un poco más en frío, sabemos que fue un año positivo. Hicimos una fase regular muy buena, los playoffs creo que también fueron buenos pero por ahí en el deporte es cuestión de detalles, de una o dos pelotas que entran o no, y te quedás afuera. Pero, si te ponés a ver, creo que quedamos afuera con uno de los equipos con mayor presupuesto de la Liga, si no es el de mayor y estuvimos a una bola.
El balance general es muy positivo porque jugamos con todos jugadores nacionales, cumplimos el objetivo de poner a Instituto entre los primeros puestos y no es un detalle menor que clasificamos de nuevo a un torneo internacional que es una vidriera importante para el club. Son más las cosas positivas que negativas.
Balance personal
– ¿En qué etapa de tu carrera estás? ¿Qué objetivos tenés?
– Uno siempre está en una etapa de aprendizaje. Con el correr del tiempo, voy sumando madurez en lo que es el juego pero creo que, con mis 28 años, tengo mucho más por aprender. Sobre todo, en momentos de definiciones que se van dando y vas conociendo jugadores de mucha jerarquía que va sumando en la carrera de uno mismo y me siento muy bien.
Estoy contento con el camino que vengo haciendo y obviamente no estoy conforme para nada, quiero seguir trabajando para el año que viene, mínimo, estar en una final o ganar una Liga Nacional que es mi sueño. Aspiro a eso.
– En tu foto de perfil de Instagram mantenés tu momento con la selección argentina. ¿Imaginás una nueva oportunidad con la camiseta de Argentina?
– Sin dudas. Es lo máximo a lo que un jugador puede aspirar y para mí fue un sueño cumplido y obviamente si se da el poder volver a estar, sin dudas sería un orgullo enorme. Voy a trabajar para dar el máximo en el club que me toque estar y después eso llega solo como recompensa. Trabajar para el club que me toque la temporada que viene y, si se da, bienvenido sea.


Su relación con Lucas Victoriano
– ¿Qué tiene Lucas Victoriano como entrenador y cuál es tu relación con él?
– Lucas por ahí tiene la ventaja de haber sido jugador. Creo que comprende un poco más al jugador, desde lo que sentimos, desde lo emocional y lo que vivimos. Tiene ese plus.
El otro día me preguntaron quién había sido el mejor entrenador que había tenido y yo creo que no hay uno en sí porque de todos rescato cosas buenas y también todos tienen errores y cosas que no me gustan o no comparto pero de todos los entrenadores trato de aprender algo y tienen muchas cosas buenas.


Yo tengo una relación especial con Lucas. Fue mi cuarta temporada con él, ya lo conozco desde chico. Mi viejo y mi vieja lo conocen porque obviamente él es tucumano, la verdad que le tengo mucho aprecio. Hoy en día estoy donde estoy porque él me dio una mano muy importante, me hizo crecer mucho cuando llegó a Estudiantes.
– Te tocó jugar en un grande de la costa del río Uruguay, ir a otro grande de Corrientes, también en un grande de Argentina y ahora en Córdoba. ¿Cómo va esa experiencia en Instituto, que está en una provincia muy deportiva?
– Por suerte me tocaron clubes con gente muy pasional, que lo viven de una manera diferente. Estudiantes, Regatas, Boca e Instituto son clubes que tienen una hinchada que lo disfruta y siente mucho. Por ahí Instituto y Boca se diferencian que son gente de fútbol también.
A Córdoba me adapté muy bien, me recibieron de primera y estoy muy agradecido con la gente de Instituto. Hice grandes amistades y me hicieron sentir uno más del club. Si bien es un club muy grande, no deja de ser un club de barrio y eso es lo que más me gustó. Es lo más lindo que tiene y estoy muy agradecido con el cariño que me brindaron durante este año.
“Siempre hay un momento para volver al Gigante Verde”
– ¿Qué sentís que te marcó Estudiantes y que lo sostuviste hasta el presente en tu carrera?
– Estudiantes me marcó en todo sentido. Llegué siendo un jugador de TNA que no me conocía nadie. En lo profesional, y desde la cabeza, tampoco era tan maduro y creo que Estudiantes me cambió en ese sentido. Conocí jugadores que me marcaron y conocí varios técnicos. Tuve esa suerte de ir compartiendo con gente que me marcó, me enseñó cosas y ser lo que hoy soy. Si te tengo que decir algo que me dejó Estudiantes no sabría qué decirte porque fue una marca muy grande, me dejó muchísimas cosas de aprendizaje y obviamente siento como que nací y me crié acá. Estoy súper agradecido y no me olvido que Estudiantes fue el primer lugar que me dio la oportunidad de jugar en Liga Nacional.
– Contanos alguna anécdota acá en el club. Eso que te quedó en tu corazón cuya mitad es verde.
– Sí recuerdo aquella vez en Brasil por Liga Sudamericana. Durante el partido lo expulsaron a Lucas (Victoriano, DT en aquel Estudiantes Concordia), lo sacaron a Jorge Fuerte (jefe de equipo) que se ponía a pelear con los policías y la cancha explotaba. Me acuerdo, yo jugando, y verlo al gordo Fuerte empujando con la Policía, fue único. Son momentos que tan solo con 23 años lo viví y queda grabado para toda la vida. Fue uno de los recuerdos más lindos que viví en Estudiantes (aquella vez, él marcó un triple a poco del final y permitió que los de Concordia ganen 71 a 68 a Pinheiros).
Jorge estaba en todas las anécdotas, sin dudas. No acompañaba en todos los momentos y, personalmente, le tengo mucho aprecio. Me trató de la misma manera desde que llegué cuando no me conocía nadie y hasta que me fui. Muy agradecido con él.
– ¿Con qué extranjero te costó más la relación en Estudiantes?
– De costar no me costó con ninguno porque, la verdad, que todos eran buena gente. Sí uno era más dado que otro pero el más especial fue Carlos Powell, que me costó sino que tenía sus días. Se levantaba con el pie izquierdo y no lo tenías que ni saludar pero la verdad que, como jugador y persona, era muy bueno.


-¿Si tenés la posibilidad vas al club, te das una vuelta?
– Sí, hablé con Andrea, la secretaria del club, y le pregunté cómo se manejaban los horarios desde la semana que viene y sí, seguramente estaré yendo como lo hago cada vez que vengo para Concordia. Dar una vuelta y si hay algún partido de las inferiores me llegaré a ver. Siempre hay un momento para volver al Gigante Verde.