3200 Radio
Soñar, esforzarse y lograrlo
Gustavo Bou compartió su historia los alumnos de la Escuela N°32, dejando un mensaje sobre el valor del esfuerzo y la superación.

En el marco del programa 163 de 3200, el código del deporte, el exfutbolista Gustavo Bou, hoy presidente del Club Defensores del Barrio Nebel, brindó una emotiva charla para los alumnos de la Escuela Nuestra Señora del Silencio, junto a la piloto de rally Nadia Cutro. La transmisión radial en vivo desde el establecimiento fue el escenario para un encuentro que unió deporte y la comunidad educativa.
Volver a las raíces
En su primera respuesta, Bou mostró su felicidad por volver a Concordia luego de jugar profesionalmente. “Me siento muy feliz de poder volver a mi barrio, después de mi retiro del fútbol profesional, y asumir el rol de presidente del Club Defensores del Barrio Nebel. Estoy muy contento con el crecimiento que estamos teniendo como institución y con el apoyo de la gente del barrio”, mencionó.

La “Pantera” contó que al volver visitó su escuela primaria del barrio Nebel y se mostró conmovido al recorrer los pasillos, reencontrarse con maestras que aún lo recuerdan y acercarse a los chicos desde un lugar cercano. “Estuve 20 años fuera de Concordia. Después de tanto tiempo, reencontrarme con mis amigos, con la gente del barrio, volver a la escuela a la que iba de chico, y que la maestra y la directora aún se acuerden de mí, es algo muy lindo. Soy un chico muy agradecido. Por eso también me presto siempre que puedo para dar una nota o charlas en escuelas y clubes”, contó.

De Nebel a River
El delantero repasó ante los alumnos su camino en el fútbol, desde sus inicios en el club del barrio hasta su llegada a River Plate, un trayecto lleno de desafíos, aprendizajes y decisiones difíciles. “Mi primer sueño era jugar en la primera del Club Nebel. Seguramente es lo mismo que sienten muchos chicos que hoy juegan en clubes de barrio. Pero con el tiempo me invitaron a una prueba con la gente de River. Me citaron a las 8 de la mañana, pero recién me probaron a las 3 de la tarde. Fui desde Nebel hasta la cancha de Sarmiento. Me probaron 10 o 15 minutos, y ahí me di cuenta de que tenía algo diferente”, relató.

La oportunidad llegó con una carta. Luego, una segunda. Hasta que finalmente, le comunicaron que debía quedarse en Buenos Aires. El sueño empezaba a hacerse realidad. “Cuando llegamos allá, mis papás tuvieron una charla con el presidente del fútbol amateur. Al salir de la reunión, ellos estaban riéndose, con una cara de felicidad que no me olvido más. Me dijeron: ‘Te tenés que quedar’. Y ahí me preguntaron si quería quedarme. Les dije que sí… y no. Les expliqué que sí quería, que era mi sueño, que no podía creer estar ahí. Pero también les dije que no sabía cuándo volvería a Concordia. Fue un momento muy fuerte”, afirmó.

El fútbol, una escuela de vida
Durante la charla, Bou insistió en que el talento solo no alcanza, y que el esfuerzo y la cabeza marcan la diferencia. “A mí el fútbol me enseñó que el 95% es la cabeza y el 5% los pies. Desde muy chico conté con el apoyo de una psicóloga, algo que fue fundamental, sobre todo el año que estuve en River y falleció mi mamá. No era común que un chico de Concordia estuviera en River. Fue muy doloroso, pero seguí adelante, poniéndole el pecho, porque ese también era el sueño de ella”, manifestó.
Además, compartió un mensaje directo a los chicos que sueñan con llegar lejos en el deporte: “Para todos los chicos que aman este deporte, es una gran motivación. Pero también tienen que saber que para llegar a ser profesional —o incluso destacarse en cualquier deporte— se necesita esfuerzo, dedicación y entrenamiento. Es como en la escuela que si querés pasar de grado, tenés que estudiar. Con el fútbol es igual”.
Compromiso con la comunidad
A lo largo de su carrera y especialmente tras su regreso a Concordia, Bou ha mantenido una fuerte conexión con su comunidad. “Siempre estoy presente para ayudar en el club y en momentos difíciles, como durante las inundaciones, donde me tocó colaborar con lo que estaba a mi alcance”, expresó.
Hoy, además de dirigir el club de su infancia, se involucra en actividades solidarias, fomenta el deporte barrial y apuesta por el desarrollo de los más chicos, convencido de que el deporte es una herramienta de transformación social.

Una nueva cancha: el pádel
También, en la entrevista compartió que encontró en el pádel un nuevo desafío tras el retiro del fútbol profesional. “Conocí el pádel casi de casualidad. Mi señora empezó a entrenar y jugar, y me animé a probar. Me gustó. Al principio sentía que no era tan difícil, pero como todo deporte, requiere ponerse metas y entrenar con constancia”, comentó.

“Más allá de que no vengo de esa rama, tengo en la cabeza la mentalidad deportiva. Sé que estoy empezando en algo nuevo, pero también sé que, con esfuerzo y dedicación, voy a ir mejorando”, agregó.
La visita de Gustavo Bou a la Escuela N°32 no fue solo un recuerdo para los alumnos, sino una verdadera clase de vida. Con humildad, esfuerzo y gratitud, el exfutbolista mostró que los sueños pueden cumplirse, pero que detrás de cada logro hay sacrificio, valores y compromiso.
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