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Canotaje

Lo que se hereda no se roba: la pasión por el canotaje

En el río, como en la vida, padre e hijo reman juntos en busca de sus sueños. Entrevista a fondo.

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En muchas ocasiones, algunas tradiciones familiares tales como la elección de una carrera profesional o la realización de un deporte, trascienden de una o más generaciones, y el caso de Jorge y Valentino no es la excepción.

Jorge Ferrier, el concordiense que es entrenador de la selección uruguaya de canotaje, junto a Belén, su esposa, tuvieron cuatro hijos entre los que se encuentra Valentino de quince años, quien lleva en la sangre la misma pasión que su papá.

3200, el código del deporte, tuvo la oportunidad de dialogar con ambos, quienes brindaron detalles de sus objetivos a corto y largo plazo y abrieron su corazón refiriéndose al significado que tiene para ellos el canotaje y el compartirlo juntos. 

Entrenador de selección, papá y competidor

La historia de Jorge y el kayak comenzó cuando él tenía once años, en el Club Regatas de Concordia. El último campeón provincial en la categoría “master”, a lo largo del recorrido y hasta el día de hoy, se desempeña a nivel provincial, nacional e internacional: “compito en todo lo que es Campeonato Argentino, y también este año voy a participar del selectivo para el mundial de larga distancia”.

Respecto a sus metas para el 2025, están muy claras: “mi objetivo como entrenador es poder lograr una medalla con el equipo uruguayo en los Juegos Panamericanos juveniles que se van a hacer en Asunción, en agosto. Los chicos ya están clasificados y ahora solo queda entrenar para poder cumplir el objetivo. También que Valentino pueda clasificar a los Juegos Olímpicos. Después, como deportista, el principal objetivo es correr el selectivo en abril para el mundial de larga distancia que se va a realizar en Hungría”.

La escuela y el deporte de la mano

Por su parte, las aspiraciones de Valentino se dividen entre el deporte y el colegio Capuchinos al que asiste: “en lo personal, tratar de sacar las materias lo antes posible e ir bien en la escuela, y en lo deportivo, ahora que tengo un selectivo de velocidad en marzo y en mayo, lo ideal sería quedar entre los mejores del país y, si se puede sacar medalla, mejor, tanto en botes de K1 y K2”, comentó y agregó: “de esos dos selectivos se va a armar un ranking nacional para los mejores del país y los que queden van a ir a los olímpicos, que es un mundial para jóvenes como nosotros. Ese es mi objetivo, y si no se puede voy a intentar quedar entre los mejores de Entre Ríos y, sino, tratar de clasificar al sudamericano”.

En cuanto a la rutina durante el año, los horarios del “Ferrier menor” se fraccionan entre la escuela, el entrenamiento en el río, el gimnasio, inglés y las tareas. “Siempre trato de andar bien en el deporte y en la escuela porque las dos son muy importantes, no es nada fácil pero trato de ir bien en las dos”, aseguró.

El amor por lo que uno hace

Al responder sobre lo que más le gusta del canotaje, Jorge destacó el contacto permanente con la naturaleza: “lo podés practicar en cualquier espejo de agua, ir a diferentes lagos y ríos, conocer diferentes lugares,  eso es lo que más me atrae”. A su vez, mencionó la cantidad de modalidades en las que se puede llevar a cabo, como las competencias de velocidad, de larga distancia, las travesías en el río, en el mar, el kayak slalom, kayak polo, que es algo que también le apasiona mucho.

En el caso de Valentino, es haber conocido mucha gente alrededor del país y de Uruguay, compartir con ellos las competencias, tirarse al río después de remar en el verano, festejar los triunfos y esforzarse mucho todos los días.

A corazón abierto

“Cuando lo veo entrenando a Valentino es una emoción muy grande, un orgullo como padre verlo; a parte de que es un alumno más, es un compañero mío de entrenamiento también”, expresó Jorge y siguió: “tenemos pendiente poder remar juntos en un futuro en un kayak doble; un objetivo a largo plazo es poder ir a la regata internacional más larga del mundo que se hace de Neuquén a Viedma”.

“Lo que me gustaría tomar de mi papá como referente en el deporte sería principalmente la disciplina de ir a entrenar todos los días por más que no haya ganas, porque hay varias veces que uno no tiene ganas de ir pero siempre hay que hacerlo. También, si puedo clasificar, tener esa experiencia de vivir un mundial como él, o lo que es mentalmente antes de una carrera importante, no ponerse nervioso. Algo que también me gustaría mucho es ser entrenador”, afirmó Valentino.

“Lo veo reflejado en mí sí porque es muy perseverante en los entrenamientos, es muy respetuoso, tiene los objetivos claros de lo que quiere y sabe que si no entrena con mucha dedicación no se puede llegar”,  concluyó Jorge sobre su hijo Valentino.