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Miércoles curioso

Delfina Pignatiello busca que se le dé importancia a la salud mental en el deporte

Nacida en San Isidro, la nadadora argentina se convirtió en una gran figura de la historia argentina en natación.

Delfina Cabral

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Desde sus ocho meses, se metió al agua por primera vez. Cerca de sus 13 años, comenzó a inscribirse en competencias y a sus 14 años ya formaba parte de la Selección nacional de natación.

Consiguió grandes logros y rompió récords a lo largo de su carrera deportiva. Algunos de ellos fueron en el Campeonato Mundial Juvenil, Juegos Olímpicos de la Juventud, Juegos Panamericanos, entre otros.

En 2016 obtuvo el sexto puesto en el Campeonato Mundial en Piscina Corta (25 metros).

En 2017 participó del Campeonato Mundial Junior de Indianápolis, donde se proclamó bicampeona en 800 y 1500 metros libre y ganó una medalla de plata en los 400 metros libres. También, en los Juegos Suramericanos de la Juventud fue abanderada de la delegación y obtuvo tres medallas de oro, tres de plata y dos de bronce.

En 2018 consiguió dos medallas de plata en los Juegos Olímpicos de la Juventud en 400 y 800 metros libres.

En 2019 se convierte en la primera nadadora argentina en conseguir tres medallas de oro en Juegos Panamericanos (400,800 y 1500 metros libres). Por su gran desempeño fue abanderada de la ceremonia de clausura.

En el Tour Mare Nostrum 2019 hizo las mejores marcas de su carrera: 15:51:68 en 1500 metros libres obteniendo medalla de oro y récord sudamericano, 8:24:33 en 800 metros libres con medalla de plata y récord sudamericano, y 4:06:61 en 400 metros libres con medalla de plata y récord argentino.

Los premios con lo que cuenta son: un Olimpia de Oro, tres Olimpias de Plata, un Diploma al Mérito Konex y la distinción como Atleta Femenina del año, otorgado por el Comité Olímpico Argentino, en 2019.

En junio de 2022, a sus 22 años, la “promesa argentina” decidió dar un paso al costado del alto rendimiento y la competencia.

“El momento en el que dije ‘no quiero competir más’ es cuando se me fueron las ganas de ganar, cuando cumplí el objetivo de ir a los Juegos Olímpicos y dije ‘no sé si quiero vivir de esto toda mi vida’” declaró Delfina.

Asegura que pasó por un momento oscuro, donde perdió su esencia y se sentía en un pozo con soledad. Esta depresión la llevó a cambiar su vida dejando atrás lo que más ama y empezando algo nuevo, pero que también le apasiona.

Expresó que en la pandemia para ella “cambió todo, pensé mucho, me cuestioné y eso me llevó a lugares que no conocía, cosas que dolían y seguía tapando, cosas que me pasaron de chica. Cosas que no entendía y entiendo ahora”.

Sin embargo, sigue practicando el deporte con menor frecuencia y se dedica a la escritura y a la fotografía: “En el agua siento que mi cerebro se convierte en un mar creativo. Estas tres cosas conviven, se unen. Salgo de nadar y escribo las ideas que fluyen en mi cabeza”.

En julio de 2023 anunció el lanzamiento de su primer libro “Diarios de Delfín” que cuenta su vida personal y deportiva.

Allí, confiesa que “un día odié la natación, y odié mi nombre. Me avergonzaba ser ejemplo, que me hagan entrevistas, que me llamaran “promesa”. Al día de hoy, si alguien nombra todos mis logros no consigo sentir alegría plena por el reconocimiento, siempre viene el trago mezclado con rechazo y asco hacia mí misma por regocijarme con un premio superficial y material, el cual soy consciente que en el fondo no me dio más que vacío, mientras perdía de a poco el brillo de mi alma”.

Cree firmemente en la importancia de la salud mental para un deportista de cualquier disciplina y para esto deberían contar con un coaching, un acompañamiento, una contención a atletas. “Es importante que sean comprendidos como personas y no sólo vistos como peones, como fichas de un juego”, expresó Delfina.

Además, le contó a Diario La Nación que “me hubiera gustado que me cuidaran más, que no me dejaran sola. Hubo un montón de cosas que no viví y que ahora las quiero vivir”.