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Del libro a la cancha: el quidditch gana terreno en Argentina

El deporte inspirado en Harry Potter suma fanáticos, equipos y competencias, con una comunidad que apuesta por la inclusión.

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El quidditch nació en 2005 cuando un grupo de estudiantes de la Universidad de Middlebury, en Estados Unidos, adaptó el deporte ficticio de Harry Potter al mundo real.

Desde entonces se convirtió en una disciplina internacional con reglas propias, bajo la órbita de la International Quidditch Association (IQA), y hoy se juega en más de 40 países, incluido Argentina.

Cómo es la versión “muggle” del quidditch

Cabe resaltar que en el universo de Harry Potter, un “muggle” es una persona que no posee habilidades mágicas y no proviene de una familia de magos.

La dinámica del juego combina aspectos del rugby, el dodgeball y el handball. Cada equipo está formado por siete jugadores que corren con una escoba entre las piernas. El objetivo principal es anotar puntos haciendo pasar la quaffle (una pelota de vóley) por alguno de los tres aros del equipo contrario, mientras esquivan las bludgers (otras pelotas), que buscan desestabilizar a los rivales.

El momento más esperado del partido es la captura de la snitch: una pelota de tenis guardada en una media, sujeta con velcro a la cintura de un jugador neutral. Quien logra atraparla suma 30 puntos y finaliza el encuentro.

Una disciplina que crece en la Argentina

En el país existen equipos en Buenos Aires, Córdoba, Rosario y Mendoza, que organizan torneos locales y entrenamientos abiertos. Los partidos son mixtos y la inclusión es uno de sus valores centrales. “Nos une la pasión por un deporte que combina estrategia, contacto físico y un fuerte sentido de comunidad”, señalan los jugadores.

En varias ciudades se realizan “copas de casas” y competencias amistosas que atraen a fanáticos y curiosos por igual, fomentando el crecimiento de la disciplina.

El seleccionado argentino en la escena mundial

Argentina cuenta con su propio seleccionado nacional, que debutó en la Copa del Mundo 2016 en Frankfurt, Alemania. Desde entonces, participó en torneos sudamericanos y consolidó su lugar en la región.

“El objetivo es seguir creciendo y llevar al equipo a más competencias internacionales”, destacan desde la comunidad local. Según la IQA, el país se encuentra entre los de mayor proyección en Sudamérica, impulsado por un aumento constante de jugadores y la organización de más torneos.

Hacia un futuro con mayor visibilidad

Uno de los desafíos del quidditch argentino es lograr mayor difusión y reconocimiento oficial como disciplina deportiva. La comunidad apuesta a sumar adeptos a través de redes sociales y exhibiciones públicas.

 “Cada entrenamiento es una oportunidad para mostrar que este deporte, nacido en los libros, hoy tiene vida propia y un lugar en nuestras canchas”, afirman sus referentes.