Wushu Kung Fu
Combinando la mística ancestral con el atletismo moderno
Con raíces chinas, se reinventó como un deporte de alto rendimiento que fusiona precisión en las formas y fuerza en el combate.

El Wushu Kung Fu, no solo es un arte de combate, es una manifestación cultural de China que combina la disciplina, la fuerza y la gracia. Este arte milenario, que ha capturado la imaginación en innumerables películas, se ha transformado en un deporte competitivo y dinámico que encuentra cada vez más practicantes en Argentina.

Del arte marcial a un deporte global
El término Kung Fu se refiere, en su sentido original, a cualquier habilidad o maestría adquirida con gran esfuerzo y dedicación. Fue con el tiempo que se asoció específicamente a las artes marciales chinas. Por otro lado, wushu significa literalmente “arte de la guerra” y es el término oficial que el gobierno chino adoptó para referirse al conjunto de artes marciales tradicionales del país. A diferencia del Kung Fu tradicional, el wushu moderno está orientado a la competición, con reglas y formatos estandarizados.

Históricamente, el wushu tiene raíces en las antiguas prácticas de combate y autodefensa de China, que se desarrollaron y perfeccionaron a lo largo de las dinastías. Con el tiempo, se fusionó con la filosofía y la medicina tradicional china, creando un sistema que busca el equilibrio entre el cuerpo y la mente.
Las dos caras: Taolú y Sandá
En su forma deportiva, se divide en dos grandes modalidades de competición:
- Taolú (formas): esta modalidad es la versión más artística y acrobática. Los competidores ejecutan rutinas coreografiadas de movimientos de defensa y ataque. Se evalúa la dificultad de los movimientos, la precisión, la potencia, el ritmo y la coordinación. Es la parte del Wushu que se parece a una danza de combate, donde cada movimiento cuenta una historia y exige una gran capacidad atlética, flexibilidad y control corporal.
- Sandá (combate libre): conocido también como Sanshou, es la modalidad de combate de contacto completo. Combina técnicas de golpes (piñas y patadas), proyecciones y derribos. Los competidores luchan en una plataforma elevada (lei tai) y los puntos se otorgan por golpes limpios y derribos exitosos. El Sandá es una muestra de la efectividad práctica del Wushu, porque demuestra agilidad y técnica en un entorno de lucha real.

El Wushu Kung Fu en Argentina
Cuenta con una presencia consolidada y una comunidad activa en Argentina. La disciplina es regulada y promovida a nivel nacional por la Federación Argentina de Wushu Kung-Fu (FAWK).

Facundo Benavente ha obtenido medallas en campeonatos sudamericanos, mientras que Anael fue reconocido como campeón mundial. La delegación nacional también ha cosechado importantes triunfos, como el equipo que ganó cuatro medallas de oro en el Festival de Wushu de la Copa del Norte y del Sur, celebrado en China en 2018.
Además, el wushu sigue ganando protagonismo en el país. En un hito para la disciplina, fue uno de los deportes presentes en los Juegos Argentinos de Alto Rendimiento (JADAR) Rosario 2025, celebrados en el Club Atlético Provincial.
