Yatching
Orgullo nacional
“Nos motiva llevar la vela de acá a otros lados”, reflexionó uno de los concordienses que compitió en Brasil.

Los hermanos concordienses Alejandro, Álvaro y Hernán Medali, junto al colonense Gustavo Alarino (profe en Concordia de la Escuela de Vela), navegaron por una semana hasta Brasil para competir en la edición N°52 de la denominada “Semana Internacional de Vela de Ilhabela Daycoval”, al norte de San Pablo.
La comitiva entrerriana la conformaron también Gustavo y Guillermo Vallarino de Colón; Matías Pompar de Concordia, Eduardo Parra, Ignacio Hofer, Juan Hormaiztegui y Luciano Reynoso de Concepción del Uruguay. Otro acompañante en la ida, “cocinando de lujo”, fue Miguel Quiroga, oriundo de Gualeguaychú.
Entre Ríos, presente
“La verdad que fue una experiencia terrible. Ya habíamos ido en otro barco, pero más chico. Esta vez fuimos a nuestro barco y representando al Concordia Yacht Club, que es lo que quería y nos motiva para llevar la vela de acá a otros lados”, destacó Alejandro en diálogo con “3200, el código del deporte”.

Fueron los únicos entrerrianos en participar de la mayor prueba de vela de América Latina. Lo hicieron a bordo de un velero de 42 pies (casi 13 metros), que es un barco de regatas de 1995 y que fue diseñado por Germán Frers, un diseñador naval argentino especializado en yates.
Balance positivo
“Corrimos en la Fórmula ORC Race (Offshore Racing Congress), que es la más competitiva a nivel mundial. Terminamos sextos en la clase y décimos en la categoría”, destacó sobre la competencia realizada del 19 al 26 de julio.

Consideró, el actual presidente del Concordia Yatch Club, que “fue una experiencia muy buena, tuvimos un momento anímico bueno, malo, porque la fórmula para obtener la clasificación calcula el tiempo que uno le saca al otro. Entonces, cualquier error o del lado de la cancha que estés te perjudica”, explicó y amplió: “capaz por 30 segundos perdiste cinco puestos así que creo que fue un resultado bueno, estamos conformes”.

Otro motivo de orgullo es haber sido el único barco de Entre Ríos, con tripulación entrerriana, en haber competido en Brasil (hubo otros 6 barcos de distintos puntos de Argentina). “Corrimos todos gente de acá de Entre Ríos, de los clubes de acá de Entre Ríos”, ponderó y afirmó que “eso también nos motiva, que gente de estos lados con barcos nuestros lleguemos la verdad que es un orgullo”.
Largo e inolvidable viaje
“Estuvimos casi 7 días y medio para llegar. Paramos en Río Grande y en Itajaí a cargar combustible y seguimos”, enfatizó sobre el largo camino a la competencia que recorrieron en lo que fue todo un desafío a lo largo de casi 1100 millas navegadas.

“Fuimos a modo crucero, paseando digamos. Tuvimos días de mucha calma, mucha niebla. La verdad que al no tener viento, hubo mucho motor y no es la velocidad que esperas ir”, admitió y completó: “no es cómodo porque te agarra la parte de muchas olas y eso te sacude. Pero bueno, fue una experiencia increíble”, aprobó.

Incluso el hijo de Alberto, que los inició en esta actividad, reconoció: “yo nunca había hecho un viaje así y ni sabía si me la iba a aguantar Y la verdad que estuvo bueno”, destacó en la entrevista concedida al programa radial 158 que puede volverse a ver en @3200deportes.
A modo de ejemplo de lo que fue esa inolvidable vivencia, marcó: “no dormís, o sea tenés turno de sueño mientras se sigue navegando y siempre tiene que haber uno o dos despiertos controlando que no vengan barcos, que no haya boyas, pescadores, de todo”.

En síntesis, cumplieron el objetivo de representar a la actividad náutica no solo de la región de Salto Grande (el Concordia Yatch está en pleno embalse) sino a la provincia en su conjunto. La satisfacción de esos 21 días de experiencias completados serán parte de otras tantas historias que las futuras generaciones también contarán.