Seguinos en nuestras redes

Fútbol

Defensa propia

Luciano González y un recorrido del interior al ascenso, con convicción, crecimiento y metas claras.

Publicado

el

En diálogo con 3200, el código del deporte, Luciano González repasó su recorrido con claridad y sin exageraciones. Habló de su rutina, sus decisiones y su crecimiento dentro del fútbol. Tiene 19 años y, como tantos jugadores del interior, dejó su ciudad para buscar su lugar en Buenos Aires.

Alma de potrero

Sus primeros pasos se dieron en 2015 cuando arrancó en el Club Atlético Ferrocarril, como enganche, una posición que le permitió destacarse y llevarse cuatro títulos consecutivos de liga local y cuatro podios en torneos provinciales. El salto siguiente fue al Club Atlético Libertad, donde jugó todo el 2019 y también fue parte del seleccionado de Concordia que disputó el Torneo de Selecciones en Córdoba.

A fines de ese mismo año, una prueba en el Club Gimnasia y Esgrima La Plata marcó su primera experiencia en el fútbol profesional. “Anduve bien y el club decide ficharme”, resumió el joven sobre aquel momento. Estuvo allí tres años, atravesando procesos de formación, aprendizajes y el desgaste natural del deporte de alto rendimiento.

Luego, en 2024, ya libre del club platense, jugó la Copa Entre Ríos con Real Concordia y luego volvió a Buenos Aires. Estuvo a prueba en Estudiantes de Caseros y quedó. Actualmente forma parte del plantel de Reserva en el Torneo de la Tercera División Nacional.

En este marco, la charla justo después de una derrota de su equipo por 2 a 0 ante Nueva Chicago. A pesar del resultado adverso, mostró la misma claridad y madurez con la que encara su carrera sin dramatismos y con la convicción de que el trabajo diario es la base para seguir creciendo.

“Lo tuve en claro desde el día en que me fui”

Su recorrido habla de decisiones firmes. “Significó un desafío sacrificado, pero lo tuve en claro desde el día en que me fui”, contó sobre su partida desde Concordia. Para él, esto no es un hobby sino un trabajo. Uno que disfruta, que exige, y al que le dedica “mucho tiempo” todos los días.

Luciano entrena por la mañana en el predio de Estudiantes, va al gimnasio por la tarde y después asiste a clases en la facultad. Todo eso lo encadena en un día que arranca a las 7 am y termina después de las 21 hs. En el medio, entrenamientos, viajes, lavados de ropa, bolsos, comidas programadas y un objetivo en mente que es crecer.

De Nacho Fernández a Van Dijk: del medio a la zaga

Su posición en la cancha también evolucionó. De enganche en Concordia a central izquierdo en Buenos Aires. Sus referentes también cambiaron. “Cuando jugaba en el medio, mi referente era Nacho Fernández. Hoy me gustan Van Dijk y Kevin Lomónaco”, contó. Se siente identificado con la lectura de juego, la agresividad en la marca y la salida limpia desde el fondo. Esos son los aspectos que busca potenciar. El cuerpo técnico, dice, le pide “juego y agresividad”. Él suma liderazgo, buen juego aéreo y técnica.

Metas a corto y largo plazo

Luciano tiene una hoja de ruta. En lo inmediato, quiere corregir errores, seguir sumando minutos y hacer pretemporada con la Primera. A largo plazo, sueña con firmar contrato y seguir creciendo “mental, física y técnicamente”.

La familia siempre presente.

Por otro lado, antes de finalizar la entrevista dejó un mensaje para quienes están empezando a jugar al fútbol. “A los chicos les diría que nunca bajen los brazos y que está permitido soñar. Si lo desean, le dedican tiempo y se enfocan, lo van a lograr. Y si no, al menos que se queden satisfechos de haberlo intentado”.