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Fútbol

Campeones con alma de potrero

Campeonato, ascenso y festejo de Constitución, relatado por Mauro Benítez y Mateo Rodríguez.

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Defensores de la Constitución es el nuevo campeón de la Primera B de la Liga Concordiense de Fútbol. El equipo no solo consiguió el objetivo del ascenso, sino que también pudo gritar campeón y alzar el trofeo en la segunda categoría, a falta de una fecha para finalizar el campeonato.

En números, fue el equipo más regular. Sumó 56 puntos en 25 fechas disputadas hasta el momento. Ganó 17 partidos, empató en 5 ocasiones y solo perdió en 3. Le sacó 5 puntos a su perseguidor, el Club Atlético Wanderers, con el que peleó el certamen local mano a mano. Ahora, tan solo le resta afrontar su último compromiso ante el Athletic Club.

En este marco, su entrenador, Mauro Benítez, y uno de los referentes del plantel, Mateo Rodríguez, estuvieron presentes en el estudio de Oíd Mortales Radio, donde, en el programa número 131 de 3200 “El Código del Deporte”, describieron con felicidad el objetivo logrado.

El testimonio de los campeones

En primer lugar, Mauro Benítez contó cómo le llegó la propuesta de tomar la dirección técnica de Defensores de la Constitución y señaló que “la verdad es que esto fue una idea de la dirigencia de Jaime Cisneros, junto con los colaboradores, como el Colo Díaz, quien también fue fundamental en esta parte. Él vino y me propuso si quería asumir la dirección de Constitución con el objetivo de ascender. Son desafíos que uno se plantea personalmente; cuando comienza algo, quiere terminarlo de la mejor manera, y se logró”.

“El año, finalmente, fue largo y el torneo era muy extenso, con 26 fechas. Pero nos propusimos, desde que comenzó, el 5 de febrero, el ascenso en la cabeza. Tratamos de transmitirles a los jugadores que siempre piensen en grande, que piensen en ganar, que sean ganadores mentalmente. Por suerte, pudimos coronar y darle la alegría a un sector de la ciudad que es bastante amplio. Porque no es solamente Defensores, no es solo el barrio de Constitución, sino que también abarca la zona noroeste. Esto quedó demostrado en las últimas dos fechas, donde colmamos la capacidad de los dos estadios en los que nos tocó jugar”.

En segundo lugar, Mateo Rodríguez describió su experiencia tras volver a la institución luego de un paso por otra liga. “Yo, principalmente, siempre fui del club. Estuve estos dos últimos años jugando en la liga de Venado Tuerto y este año volví. Sabía del material humano y del potencial de jugadores que hay en el club, así que fue fácil quedarme e intentarlo de nuevo”, afirmó.

Luego, expresó que “el club ya lleva varios años esforzándose para ascender. Conozco a todos los jugadores, los he visto crecer, así que sé que la alegría que deben sentir es muy linda. Por eso, fue fácil elegir de nuevo el club; como decía, por el material humano y el nivel de jugadores que hay. Somos un buen grupo, y estar aquí hoy me hace sentir contento por los compañeros que tenemos y por los proyectos a futuro”.

Y agregó “ahora se me viene a la cabeza todo el esfuerzo de este año y de los años anteriores. Eso es lo más importante, porque hemos pasado frío, calor, hemos entrenado de noche, de día, a las 2 de la tarde, a las 8 de la noche. No es fácil ir a trabajar, salir de casa y estar 8 o 10 horas, tomarte tu mate e ir a entrenar de nuevo. Agradezco a ellos, porque son los culpables de que hoy estemos aquí, a los jugadores, más que nada”. 

La zona noroeste con alma de potrero

El director técnico se alegró por el sentido de pertenencia que vio plasmado en la zona noroeste de Concordia y además recalcó el nivel que hay en los potreros. “Me encanta ver a los pibes de tres, cuatro años vistiendo la camiseta del club; eso les da un sentido de pertenencia que no se encuentra en cualquier lugar. En Constitución, todo se hace a fuerza de pulmón, donde se realiza un trabajo de contención social. El chico, desde que nace, ya va mamando todo eso, el esfuerzo que hace el club, y verlo identificado el día domingo en la cancha con la camiseta del barrio —que ahora sí se le puede llamar así— te llena de orgullo”, manifestó.

“En cuanto al material humano que tenemos, es propio del ambiente del barrio, donde hay jugadores que se crían jugando a la pelota en el campo, en el potrero. Todavía hay potreros, canchitas, campitos y baldíos donde se puede jugar a la pelota. Exactamente, esos chicos van creciendo técnicamente muy buenos, pero les falta formación, las formativas desde abajo, para que lleguen a primera ya formados, con ciertos aspectos básicos que se requieren para jugar en una primera división. Ese fue nuestro objetivo, porque tenemos jugadores que pueden jugar en primera división tranquilamente, pero luego, si los tiras a la cancha, te encontrás con jugadores que necesitan nutrir o pulir ciertos detalles”.

“Creo que fuimos los justos ganadores porque fuimos los que más intentamos jugar” 

Sobre el nivel futbolístico, el entrenador respondió que “la verdad es que se puede jugar al fútbol. Se puede intentar jugar al fútbol. Puedes tener un montón de ideas en tu cabeza para plasmar el día domingo, pero el tema es que luego te encuentras con la realidad: intentas salir jugando como el Manchester City, pero te topas con canchas que no están a la altura. Entonces, corres más riesgos al querer intentar jugar, porque puedes perder la pelota y te hagan un gol en contra, en lugar de plasmar lo que planteas durante la semana”.

Y añadió que “uno trata de proponer ciertas cosas y los actores, que son los jugadores, enseguida lo llevan a cabo. Teníamos un plantel muy rico, y estoy muy agradecido con el plantel porque nos ha dado todo. Todo lo que solicitamos con el cuerpo técnico siempre estuvo al pie de la letra. Creo que fuimos los justos ganadores porque fuimos los que más intentamos jugar. Intentamos jugar de local, intentamos jugar de visitante, planteando partidos. Hemos planteado partidos con tres en el fondo, con tres delanteros y con cinco en el fondo, como fue la última vez contra Wanderers, porque sabíamos que con el empate éramos campeones y marcamos de manera personal a ciertos jugadores que son referentes del otro club”.

Por último, dijo que “traté de implementar lo que conocía cuando era futbolista y, por suerte, los jugadores enseguida lo captaron y trataron de llevar a cabo el mensaje que uno les transmite durante la semana el día domingo. Más allá de que te encuentres con canchas que no están a la altura, es lo que tenemos y es valorable también, porque nosotros jugamos de local en la cancha de La Bianca, y estoy súper agradecido a su gente, que siempre estuvo predispuesta a darnos la cancha para entrenar y para jugar”.

La motivación de mantenerse en la punta semana a semana

Mateo explicó la motivación que tenía el grupo y la obligación que cargaban tras la campaña que venían haciendo durante el torneo denominado “José Ángel Giménez”. “Fue un torneo muy regular de nuestra parte. A pesar de jugar cada domingo, hemos sumado y hemos ganado. De nuestro nivel, Wanderers fue el culpable porque nos ha seguido, nos ha puesto el palo en la rueda, por así decirlo, porque ha ganado y nos ha obligado a jugar con un poco de presión, con la incertidumbre de saber qué va a pasar. Eso también genera motivación y ganas de jugar cada partido”.

A su vez, marcó que “lo que más me resuena es la regularidad para nosotros: fuimos cada fin de semana a tratar de dar lo mejor. El equipo siempre ha dado la cara, hemos obtenido resultados, hemos perdido y empatado, pero hasta lo último hemos conseguido resultados sobre el final, y así hemos sumado cada domingo. No es fácil estar siempre arriba; es como una presión que te vas poniendo, y al estar puntero todo el torneo, todos te quieren ganar, juegan motivados”.

Constitución es más que un equipo, es una familia

Ante la adversidad, el plantel puso la cara. No solo en la cancha, sino también en las causas sociales. Una de ellas fue la que le sucedió a Mauro Benítez, a quien, en medio del torneo, se le incendió la casa por un problema doméstico. “Los primeros que estuvieron fueron los jugadores, el cuerpo técnico y los dirigentes”, sostuvo.

“Tuve un accidente hace poco. Se nos prendió fuego la casa hace un mes. Y lo primero que hice, cuando se quemó todo, literal, todo lo que podés imaginar que puede haber en una casa, fue ir a buscar la mochila de fútbol. Después de ese accidente, que fue un accidente doméstico, pude enfocarme y no desenfocarme del objetivo. Porque si yo me pinchaba, el equipo se pinchaba”, contó.

“Transmitirle esa mala experiencia, con la afinidad que tenemos como cuerpo técnico con el plantel, era como un golpe. Entonces, preferí dejar de lado eso y dedicarme a enfocarme en las cuatro o cinco finales que nos quedaban a partir de esa fecha, que eran los rivales que teníamos que enfrentar y vencer. Después de eso, valió la pena hacer el esfuerzo todo el año; valió la pena recuperar la mochila de fútbol. Lo material va y viene”, ratificó.

La copa de Entre Ríos, el próximo objetivo 

Por último, Benítez confirmó que “la idea es continuar. Esto significa no solo estar, sino también permanecer. Habiendo logrado este objetivo con tanto esfuerzo, ahora debemos revalidarlo jugando en primera el próximo año y abrir la puerta a una copa. No es fácil jugar en primera división, porque tenemos equipos súper competitivos que trabajan igual o más que nosotros y, además, tienen mucha más experiencia. No sería bueno lograr un ascenso histórico, salir campeones por primera vez con el club y luego descender al año siguiente; eso no sería positivo. Por eso, tenemos que sentarnos a hablar con los dirigentes para ver cuáles son las ideas”.

“En principio, se presenta la Copa Entre Ríos, que comienza el 8 de diciembre, y el club ya lo formalizó, así que se va a presentar para jugar. Por ende, nosotros debemos reestructurar todo esto, dar descanso a los jugadores, porque el período de descanso es fundamental para el deportista. Les daríamos 15 días con el profe y después ya veremos cómo encaramos una mini pretemporada para arrancar en el mejor nivel”, finalizó.