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Fútbol

Tomás Cáceres, desde Ecuador: “Pude dejar una buena imagen”

Tiempo de balance para el de Concordia, que terminó la competencia con Búhos tras un error “amateur”.

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Terminó un año de aprendizaje, adaptación, rodaje y de vivencias personales que el tiempo sabrá ubicar en su correspondiente importancia. Tomás Cáceres lleva 7 meses ubicado en Ecuador, su primera experiencia fuera del país después de 10 años en Patronato de Paraná.

A sus 25 años, el concordiense se radicó en la ciudad portuaria de Guayaquil donde está Búhos ULVR Fútbol Club (anteriormente denominado Guayaquil Sport Club). “Mi vida en Ecuador ha mejorado muchísimo”, contestó en el inicio de la charla con “3200, el código del deporte”. 

“Tomi” sigue entrenándose en el equipo de la Universidad Laica Vicente Rocafuerte de Guayaquil, una de las ciudades más grandes de ese país sudamericano, pero ya terminó la competencia por una insólita desinteligencia administrativa que dejó a Búhos fuera de los Playoff en la primera ronda.  

“Quedamos afuera mucho tiempo antes de lo previsto”, lamentó respecto a la eliminación que sufrieron ante New Porto en los 64avos de final de los Playoff de la Segunda Categoría de Ecuador (tercera división del fútbol de aquel país). 

No obstante, el balance es positivo porque en el racconto hay más para destacar que para lamentar. “Lo positivo es la importancia que me dieron acá, el lugar que me brindaron, el cariño que me demostraron desde el principio”, resaltó el mediocampista y marcó que, entre lo negativo, estuvo “que tuve una lesión que me sacó un tiempito de las canchas y, por la modalidad de torneo (se juega miércoles y sábado o domingos), realmente vi pasar algunos partidos desde afuera”.

A continuación, las 6 respuestas del oriundo de Concordia que espera con ansias que llegue noviembre para volver a su tierra y reencontrarse con los suyos:

-¿Cómo va tu vida en Ecuador: adaptación, integración a la vida de ese país, alguna dificultad?

-Mi vida en Ecuador ha mejorado muchísimo. Al principio, me costó en muchos aspectos, pero principalmente en lo que respecta al afecto, el cariño de la familia. La distancia no me fue fácil. Se extraña mucho, realmente. Me ha tocado estar lejos de mi familia, mi novia. Ese fue uno de los factores principales, el otro fue la alimentación que cambia bastante acá. Al principio costó y después, con el paso del tiempo, pude ir modificándolo y adaptándolo a nuestras costumbres. 

-En lo deportivo, ¿qué balance hacés?

-Realmente tuve momentos positivos y otros no tantos. Lo positivo es la importancia que me dieron acá, el lugar que me brindaron, el cariño que me demostraron desde el principio. Además, desde que llegué me demostraron las ganas de contar conmigo, de siempre tenerme en cancha y eso para un jugador le suma confianza y es fundamental.

Después, otro aspecto no tan positivo fue el hecho de que tuve una lesión que me sacó un tiempito de las canchas y, por la modalidad de torneo (se juega miércoles y sábado o domingos), realmente vi pasar algunos partidos desde afuera y eso no es bueno para un jugador.

Pero si tengo que hacer un balance, realmente volví a sentirme cómodo, bien. Me dieron un lugar de importancia, en el que me hacían sentir bien. Si hago un balance hasta hoy, fue más positivo que negativo.

-¿Con qué institución te encontraste? ¿Qué podés contar de Búhos?

-Es un club que está sustentado por la Universidad Laica Vicente Rocafuerte que la directora y su hijo, que es el presidente del club, desde un principio te demuestran y hacen saber que llegás a un lugar familiar, que priorizan la persona antes que cualquier jugador de fútbol. Hacen mucho hincapié en la honestidad de donde salen los fondos para sustentar al club y que todo es a pulmón y bien familiar. 

Realmente es un club que tiene muy buena gente, con una calidad humana bárbara, que por ahí en el fútbol no es fácil de encontrar. Siempre ha sido un club ordenado, que no le falta nada y que, en cuanto a infraestructura, quizás ha tenido falencias, pero lo compensa con otras cosas. Entonces, en el día a día, el club se brindó al 100 por 100 para que podamos estar de la mejor manera. 

-¿Estás encontrando la continuidad que buscabas en un club que siempre busca ser protagonista?

-Mientras estuve en cancha siento que pude dejar una buena imagen, pude darles respuestas a lo que querían para el equipo. Usamos un esquema de juego que a mí me calza perfecto por cómo me gusta jugar. Ellos se sentían tranquilos de ponerme en cancha y yo me sentía muy bien en cuanto al juego. Con la lesión vi pasar muchos partidos desde afuera, pero por el hecho de que se juega cada 3 ó 4 días. Por esa modalidad de torneo, no había tiempo para una readaptación.  No tuve la continuidad de decir que jugué todos o la mayoría de los partidos del torneo, pero lo que jugué considero que han sido de muy buen nivel y dejé una muy buena imagen. 

-¿Contamos qué pasó en los playoffs que no pudieron avanzar? ¿Cómo tomó el plantel y el cuerpo técnico esta situación?

-Lo considero muy amateur, que no le puede suceder a un club profesional. Pero nos pasó. Para los playoffs, a mitad de año, se pudieron hacer incorporaciones y a uno de los refuerzos, que en el primer partido de los playoffs fue titular, lo inscribieron tarde. Había tiempo hasta cierto horario, el que se encargaba de eso se excedió y nunca dijo que lo anotó tarde. Entonces, el cuerpo técnico lo puso sin problemas. Jugó el partido que terminó 1 a 1.

La cuestión es que, después, el club rival hace la protesta y lo que se decidió fue que el partido de vuelta arrancó 3 a 0 abajo nosotros y fue duro de remontarlo: volvimos a empatar 1 a 1. De esa manera, quedamos afuera.

Fue un golpe durísimo para jugadores, cuerpo técnico y dirigencia porque un proyecto tan lindo que tenía que seguir en pie quedó en la nada por una cuestión de papeles, no por una cuestión deportiva. Eso fue lo que más dolió. El ver que era un proyecto lindo, ver que el equipo estaba para pelear hasta el final y quedarnos afuera en primera instancia por una cuestión de una persona o de un papel realmente fue doloroso. Quedamos afuera mucho tiempo antes de lo previsto.

-¿Cómo sigue tu carrera, qué planes tenés por el momento?

-Me encuentro entrenando un mes más en el club. A principios de noviembre veré si me vuelvo para Argentina porque realmente lo estoy necesitando para hacer un balance de lo que se hizo hasta el momento, para descansar lo mental y también, en conjunto con mi familia, resolver qué es lo que puede llegar a pasar. 

En lo deportivo, todavía es muy reciente. Recién nos quedamos afuera, en otros países todavía se está jugando así que esperaré a que se empiece a mover el mercado, más cerca de fin de año y ver qué se puede resolver. Hoy no tengo certeza de nada, pero sin dudas me tocará seguir entrenando porque cuenta para estar preparado para lo que venga. Veremos qué nos depara el futuro. 

El surgido en Ferro, y con paso también por Libertad, sabe que el año arrancó con la incertidumbre de no saber dónde jugar tras una década de estabilidad en su segunda casa, el “Rojinegro” de Paraná. También sabe, promediando el décimo mes, que ha sido una decisión que lo llevó a un lugar donde aprendió y jugó como él quería. Esa mochila volverá llena de anécdotas y ganas renovadas por seguir en el mundo del fútbol.