Columnas
Una actuación histórica


El sábado 6 de mayo, para dar cierre al Programa 74 de “3200, El Código del Deporte”, tuvo lugar una nueva sección: “Humor y Curiosidad: Datos históricos del deporte y sus protagonistas” encabezada por Juamba Roldán. En esta oportunidad conocimos a Éric Moussambani.
Vida y crecimiento
Nacido en Malabo, ciudad de Guinea Ecuatorial el 31 de mayo de 1978, Eric tuvo una vida difícil desde pequeño. Poco se sabe de su historia, pero en entrevistas a diferentes medios ha mencionado cuestiones como las de vivir con lo justo hasta pasar días sin comer.
Un nadador que no sabía nadar
Eric Moussambani representó a su país en los Juegos Olímpicos de 2000, disputados en Sydney, ciudad más grande y más poblada de Australia, pero no en la disciplina que él hubiera querido. Sin lugar en la lista de cupos de atletismo, un joven atleta se anota en natación.


Con 22 años al momento del llamado a la cita olímpica y sin experiencia en la disciplina que se había anotado, decide pedir ayuda a buceadores de su pueblo para que lo ayuden a prepararse para representar a Guinea Ecuatorial. Su pequeña ciudad contaba únicamente con una pileta de 15 metros de largo perteneciente a un hotel, mientras que las utilizadas en nado olímpico son de 50 metros.
Un golpe de suerte
Ver videos de competencias de natación algunas horas por la noche ayudaron a Éric a saber que una bocina sonaría tres veces antes de tener que tirarse a nadar. Al momento de tener que competir, sus adversarios Karin Bear y Farkhod Oripov, de Nigeria y Tayikistán respectivamente fueron descalificados por salida en falso.


El error de los demás competidores dejó al atleta nadando solo en una pileta tres veces más grande que aquella en la que él había practicado en su ciudad natal.
Historia en los JJ.OO
Un nadador olímpico realiza los 100 metros libres en un promedio de 52 segundos. Con un tiempo de 1:52:75, Éric Moussambani quedó en la historia de los JJ. OO siendo el peor tiempo con el que se gana la primera serie eliminatoria de 100 metros libres.


Su anécdota se difundió rápidamente por todo el mundo a través de la radio y la televisión. Su actuación lo ayudó a conseguir un contrato con Speedo, la marca más reconocida en el mundo de la natación. Dicho acuerdo duró solamente 1 año debido a que el Comité Olímpico de su país estaba en desacuerdo con las razones por las cuales le habían dado el sponsor.
Encontrá más de esta singular historia del deporte olímpico, repasando el programa 74 en radio de “3200, el código del deporte” y viendo la columna de Juan Bautista Roldán.