Seguinos en nuestras redes

Básquet

Reconfigurando el básquet del Centro Ex Alumnos Capuchinos

Priorizando su familia, Alejandro Elizalde va “de la escuela al club”. Tiene la palabra en 3200.

Publicado

el

Alejandro Elizalde

El Centro Ex Alumnos Capuchinos tiene 89 años de historia y, sin embargo, sigue dinamizándose como cuando se fundó en las propias instalaciones del Colegio de nombre homónimo. 

Ubicado ahora en su definitiva casa, ubicada en avenida Salto Uruguayo 420, al noreste de Concordia, el profesor Alejandro Elizalde asumió el desafío de coordinar el básquetbol de la institución (concentra actividades los lunes, miércoles y viernes de 17:30 a 21:30) y de implementar un programa de acercamiento a las escuelas del barrio.

“Un poco cansado por el momento del año. El que trabajo con niños y niñas, tanto en los clubes como en las escuelas, la verdad que llega el mes 9 ó 10 y se empieza a sentir un poco el gasto de energía que te requieren”, marcó en el inicio de la charla con el programa radial de “3200, el código del deporte” (sábados de 10 a 12 por FM 88.7). “Igual, siempre lo hacemos con gusto”.

Entre el reclutamiento y la exigencia

El que dirigió al plantel de primera del Club Estudiantes Concordia, donde también fue asistente del coach Hernán Laginestra, entre otras experiencias, contó que está “terminando un 2024 de mucho trabajo en el club, de mucho enfoque a incrementar la cantidad de chicos que de a poco lo estamos logrando, de hacer conocer el club en el barrio, que es relativamente nuevo con este edificio”. 

Al respecto, puntualizó que va “mechando un poco eso (el de aumentar el número de niños y jóvenes que practican básquet) con la otra pata del proyecto que es el mejorar el rendimiento de los chicos. Un poco moviéndonos entre los dos ejes para cumplir con los objetivos que nos trazamos este año”.

“Tampoco es fácil para nosotros, los profes, porque tenemos que lidiar entre sumar más chicos, que no se nos vayan los que tenemos y ver de qué manera podemos sacarle el mayor y mejor rendimiento posible a cada uno”, argumentó. 

Admitió que, “a veces, tenemos que medirnos bien qué decimos, hasta dónde apretamos, hasta dónde exigimos justamente para llevar adelante esas dos cosas que, a veces, son incompatibles: el crecimiento de la población y el rendimiento. Si te enfocas más en el rendimiento pueden quedar chicos afuera y, la verdad, hoy con los tiempos que corren no está para dejar chicos fuera del club. Lo social, los dirigentes todo el tiempo me lo hacen ver. En ese camino estamos”. 

“De la escuela al club”

El profesor de Educación Física es oriundo de Villaguay y concordiense por “elección de vida” que tomó junto a su esposa Paula hoy tiene dos hijos “que son de Concordia. Por eso, al ser nuestros niños de acá, sentimos que es nuestro lugar”, afirmó.

Su formación, entonces, le permite desempeñarse en el ámbito de los clubes como también de las escuelas. Fue por eso que no le ha resultado complejo poner en práctica un ambicioso plan que incorporó este año Capuchinos: “De la escuela al club”, lo llaman. 

“Nosotros entregamos la propuesta en la escuela, es aprobado por ellos y Supervisión, para buscar chicos de nivel inicial y de Primer Ciclo, que son los que más necesitamos y que arrancan con su etapa deportiva. Los acompañamos hasta el club, les ofrecemos una clase de básquet (que en realidad es de Educación Física orientada hacia el básquet) y de nuevo los acompañamos hasta la escuela”, contó. 

Alejandro Elizalde Capuchinos

Precisó que ya lo hicieron con la Escuela Basavilbaso e intentan hacerlo con todas las escuelas aledañas al club. “Es un poco para reclutar y para hacer conocer al barrio el club. Tuvimos buen resultado”, aseguró y amplió que, “cuando vamos a las escuelas, los directivos se entusiasman mucho con el proyecto porque no tienen otra cosa que acompañar y disfrutar de ese momento. Está muy bueno”.

Antes de terminar el tema, jerarquizó la tarea de los docentes. “Puedo asegurar que, en las escuelas con los docentes pasa lo mismo que en el club con los entrenadores. Los docentes, en estos momentos de paro y de conflicto salarial y demás nunca han dejado de hacer, y me consta, todas las cosas que no tienen que ver con su trabajo y su paga. Siguen haciendo cosas de las cuales no cobran como poner el auto, gastar nafta, hacer salidas que, en definitiva, si no las hacés no pasa nada. Eso en la tele no sale, pero es real”, elogió.

Un viejo nuevo club

El C.E.A.C. está en pleno proceso de reconfiguración. Sin perder su identidad, rica historia y un prometedor presente, busca consolidarse en una nueva parte de la ciudad. Ambas partes, hoy conviven de la forma que lo explicó el entrevistado: “hay un montón de gente que viene desde hace muchísimos años, desde la primera sede. Es difícil, porque traen toda una historia que tienen que medio reconfigurar para poder amar casi te diré un nuevo club”.

Es que, luego de muchos años y habiendo pasado por otra casa en la zona de calles San Juan, Espino y Rivadavia, tienen un gimnasio propio. “Este edificio tan bueno, completo, con gimnasio, con dos canchas de piso deportivo simultáneas, con una cancha de handball (con prácticas concentradas los martes y jueves) reglamentaria, creo que va a ser el trampolín para que el club termine de despegar como institución con el nombre y la identidad que tiene acá en Concordia. En ese camino estamos”, afirmó en el diálogo que puede repasarse en nuestro canal de Youtube: @3200deportes.

“Es un edificio muy grande por lo cual toda idea de infraestructura que se tenga para hacer es complicada, porque son dimensiones grandes pero, la verdad, que los dirigentes todo el tiempo están pensando en mantener y ver cómo mejorarlo”, aseguró y puso el ejemplo del playón que proyectaron construir afuera para el que ya se hizo el relleno y se ha entubado. 

Contó que un playón, aparte de ofrecer una cancha más para entrenar, tanto para el básquet como el handball, recupera aquello que antes había en los clubes donde los chicos podían ir en otros horarios y pasarla bien, jugando y después, a las 17 ó 18, entrenar. “Ahora tenés que ir 17:55, entrenás de 18 a 19 y a esa hora te van a buscar. Ese playón, ese potrero, qué necesario es para los chicos, también en lo social para que se junten y pasen el verano tirando al aro”, explicó. 

La importancia de la dirigencia

Destacó, además, el aspecto humano del club. Al ser consultado por el reciente fallecimiento de Marcos “Coco” Blanc, histórico dirigente, dijo: “era un dirigente de esos, como Tato Onetto y los que quedan, incansables trabajadores de su club, apasionado. En definitiva, la actividad del básquet en los clubes se da por esa gente. Ni más ni menos”. 

Ponderó la existencia de “gente que deja mucho tiempo de lado la familia y se compromete con una causa. Coco no sé cómo se habrá metido pero lo cierto es que pasó el tiempo y siguió metido, quiere decir que se generó un vínculo más allá de lo familiar. Esos dirigentes deportivos, que no cobran un mango y, al contrario, ponen plata de su bolsillo para que un chico pueda jugar, para una camiseta o para lo que sea, son los que sostienen en el deporte”.

Respecto al presente del básquetbol concordiense, destacó que “hay una nueva Asociación con gente que siempre en sus clubes le ha metido mucho el pecho con lo cual están haciendo lo mismo ahí. Están generando mucha competencia”, marcó y advirtió que “por ahí, no está siendo demasiado acorde con el medio. Por ahí, generamos mucha competencia y no tenemos árbitros para eso”. 

El disfrute de hacer lo elegido

Antes de finalizar, habló de lo personal. “Estoy muy contento en el momento personal que estoy y que busqué, elegí. Mejor dicho, elegí y por eso lo busqué. Siempre manifiesto mi deseo de no moverme de Concordia más que a unos 50 kilómetros. Siempre digo que, el trabajo que tome, me permita volver a mi casa, a la noche, a dormir. Eso me parece clave”, precisó.

Repasó su momento: “estoy trabajando en básquet, a nivel formativo, trabajando en Educación que es lo que me propuse después de dejar el básquet profesional y estoy disfrutando de mi familia que era algo que estuve mucho tiempo postergando con el trajín del alto rendimiento”.

“Rechacé muchas opciones por quedarme, lo hice con gusto y sin arrepentirme y quizás, como siempre hablamos con Paula, el día de mañana cuando los chicos no estén podremos juntos irnos a algún lado. Ojalá tenga la posibilidad”, afirmó y cerró: “por ahora, estamos muy bien acá con lo que hacemos y disfrutando de la familia y de Concordia que es una ciudad hermosa”.