Triatlón
Los Ricagno, una familia dedicada al deporte
Diego y Alejandro dialogaron sobre la importancia y la disciplina del entrenamiento dentro de su vida en el mundo del triatlón. “Si no entrenás, no andás”, comentaban los hermanos.


Dentro de su alocución, Diego (42), el mayor de los hermanos remarca la importancia de mantenerse en un constante entrenamiento para que, al momento de competir, no se le haga cuesta arriba la carrera. A su vez, pone total énfasis en los detalles, asumiendo que son determinantes. “Tengo que compensar, además de entrenar lo mejor que pueda, con la suma de los detalles para poder equiparar la diferencia de edad que tengo con los chicos que vienen de abajo. Un poco con la experiencia y la suma de detalles trato de compensar”, refuerza Diego.
El tiempo -trazando un paralelismo con la radio- dentro de la preparación para una futura competición de triatlón es tirano. Así lo señalan los protagonistas. “Si me atraso más de media hora ya llego tarde a mis demás actividades. Decidir si entrenar o no es clave. Es todo los días una coordinación. El tiempo es todo. Realmente estamos atravesadísimos con los cronómetros”, remarcó el mayor de los Ricagno.


“En la actualidad una de las cualidades que les falta a los chicos son: la voluntad, sacrificio. Tratamos, no solo de entrenar y andar bien, sino también de transmitir esto y poder aplicarlo de la mejor manera. Nuestro deporte demanda mucho sacrificio ya que tenemos que entrenar tres pruebas y tres deportes. Nosotros hay días que entrenamos doble turno. Como base si no tenes sacrificio y voluntad no podés hacerlo”, señaló Alejandro, que al igual que su hermano, es profesor de educación física.
Por otro lado, Diego comenta que es diario el cariño y la admiración que reciben. Tal es así que en su última participación en un duatlón fue acompañado por tres de sus alumnos. “Van, me acompañan, me ayudan a armar la carpa, me cantan los tiempos. Lo hacen con cariño y pasión como nosotros”, refuerza Diego.
Anécdotas
A lo largo de este camino transitado en las actividades del triatlón, fueron muchas las vivencias, como a su vez, las anécdotas que a ambos protagonistas envolvieron. En esta sección del reportaje con el programa número 58 de 3200 El Código del Deporte (sábados de 19 a 21 horas por FM 88.9), Diego comienza el relato: “A veces nos pasa que en el apuro acordamos algo de tiempo y hacia donde vamos a ir, y después llegamos a un cruce y uno agarra para un lado y el otro para otro. Después en carreras, un montón de anécdotas. Muchas veces uno hace algo que no se dijo. Nos hemos peleado muchas veces por estas cosas”.
Diciendo lo suyo, Alejandro -entre risas- recordó: “En el 2018 tuvimos la suerte de clasificar al mundial donde se combina triatlón con mountain bike. El mundial se hace todos los años en Hawai. Teníamos que viajar con la bicicleta. Viajamos con el señor acá -Diego- y mi señora. Yo tenía una valija para meter toda la bicicleta y Diego había conseguido dos valijas separadas: donde va cuadro en una y las ruedas en otra. Le cobraron doble por las dos valijas. A la vuelta, en una valija metió ropa, en la otra metió el cuadro de la bicicleta y lo amontonó con ropa y a las ruedas las llevaba en la mano. Así las iba a llevar arriba del avión. Me dijo ´tomá las ruedas que yo ya vengo´, me dejó las ruedas y se encerró dentro del baño. Cuando vino la azafata me preguntó qué hacía con esas ruedas, yo le dije que eran de mi hermano. Cuando lo busqué no estaba en ningún lado. Casi lo mato. Y al final las terminó llevando a las ruedas en la última butaca”.


3200: ¿Por qué haces esto -practicar triatlón-?
Alejandro Ricagno: En principio viene de herencia. Papá toda la vida hizo pruebas combinadas. Los domingos agarraba -el padre- el Jeep, la tabla, la bici y nos íbamos al Lago: él entrenaba y nosotros andábamos ahí atrás. Eso es lo que mamamos. No solo entrenamos con ellos -los alumnos-, también tratamos de vivir, tener un asado, tomar un café después de pedalear 80 kilómetros. En nuestro caso papá nunca nos obligó. El triatlón tiene la curiosidad de tres disciplinas y combinarlas. Este es el gustito que yo le encuentro a esto.
Diego Ricagno: En mi caso, mi hijo salió futbolista. Me acompaña a las carreras pero lo suyo es el fútbol. Yo de casualidad sé que la pelota es redonda. Respondiendo tu pregunta: lo hago por pasión.
Hace poco tiempo, y dentro del entrenamiento diario de natación -cuenta Diego-, en el andarivel contiguo al suyo se encuentra con un amigo de su padre. Éste le pregunta: ´¿Ustedes ganan plata con esto?´, y ante la sorpresa y risas de por medio, Diego le responde que no ganan plata por realizar la actividad. Su único rédito es la pasión por la competencia. Esa conclusión define dicha perseverancia y constancia dentro de la actividad.


3200: ¿Cómo nace el espíritu de un triatleta?
Diego Ricagno: Cualquier persona que se lo proponga puede hacerlo. Tenemos ejemplos de gente que ha sido sedentaria y de grande ha empezado. En los últimos años, cada vez más personas se han volcado a hacer deportes. Me parece importante que la sociedad practique cualquier deporte. Es voluntad y decisión, después todo se aprende. Sin dudas en el triatlón hay mucho respeto con el agua. No es lo mismo nadar en pileta que en el río o en lago. Es la disciplina que más me ha costado mejorar. Me llevo más o menos cinco años llegar a ser competitivo en el agua. A pedalear y a correr se aprende. A nivel mundial lo primero que se busca es ser un buen nadador.
“En mi caso trato de inculcarle a los chicos la actividad física como medio para mantener la salud. Dependiendo de cada escuela y del tiempo que tenga la clase de educación física la divido en dos partes: una parte trato de ser dirigida a lo aeróbico y de fortalecimiento y la otra un poco más lúdica donde juegan con alguna pelota. Siempre trato de ver qué quiere el grupo”, esboza Alejandro. En el mismo sentido, y ya centrándose bajo los lineamientos de la docencia Diego sumó: “Es un desafío diario porque cada vez son más los limitantes que tenes. Si fuera por nosotros estaríamos dando un deporte como la natación. Yo lo que le digo a los chicos es que el deporte más característico que hay acá, que es el fútbol, los chicos por sí solos es un deporte que lo juegan en la esquina de su casa. Entonces la idea es que aprendan conmigo algo que no puedan aprender solos. Por ese lado trato de convencerlos un poquito. Trato de buscarle la vuelta. Hemos pedido permiso en el club de barrio para poder ir pero somos responsables de sacar a los chicos de las escuelas. Me he dado unos gustos, hice algunas bicicleteadas y las guardo en mi corazón porque es una utopía. Con todo lo que tienen para hacer hoy los chicos para mí es un desafío muy grande”.


En torno a la alimentación que deben seguir para llevar a cabo dicha actividad, ambos sincronizan opiniones. “En mi caso trato de seguir un plan alimentario. Es difícil porque también tenemos a la familia, festejos, cumpleaños ya que somos de familias numerosas. Durante la semana intentamos mantener a full la dieta. Después siempre estamos con kinesiólogos, gimnasio, masajista. Si bien no tenemos un equipo profesional armado, tenemos amigos que nos ayudan y de esa manera vamos llevando esta actividad que es bastante lesiva”, reflexionó Alejandro.
En relación con el rendimiento de las últimas competencias y lo que vendrá, los hermanos Ricagno se mostraron optimistas por lo sucedido y por lo que les espera dentro del mundo del triatlón. En el caso de Alejandro, obteniendo un podio en Federal. “No solo en Federal sino también en las otras dos fechas anteriores. Estamos disputando el campeonato de Duatlón Jeep. Fue muy linda la jornada de Federal (es la primera vez que voy a correr ahí). Terminé segundo. Quedan tres fechas, vamos a dejar todo para ver si logramos el campeonato”. Por el otro lado, y luego de atravesar momentos difíciles por culpa de una lesión, mostró una gran satisfacción por volver al ruedo. Además, preparando el itinerario de lo que serán las próximas carreras como dubla.
Por último, a la dupla Ricagno se le vienen muchos objetivos en el futuro cercano. Por lo pronto resta para ellos definir el calendario en lo que tiene que ver con viajes y presupuesto. Asimismo, tienen confirmado el Olímpico en Baradero (octubre) y un triatlón en Buenos Aires. A dichas competencias se le sumarían competencias locales y regionales.

