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ADN 3200

La Pantera que conquistó el fútbol

A corazón abierto fue el repaso de la carrera futbolística de Gustavo Bou en el ADN 3200.

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“Él tiene un amor propio por el barrio, por el club, y hoy lo está demostrando”, destacó Emiliano Bou, uno de los hermanos de Gustavo, en el documental. Tal es así que “La Pantera”, una vez retirado del fútbol profesional, no dudó en volver al club que lo vio nacer, al barrio en el que se crió y en el que hoy disfruta de su presente junto a sus seres queridos.

Así es como comienza el capítulo de ADN 3200, con el debut de Gustavo en la primera división del fútbol concordiense, vistiendo los colores de Nebel y llevando la cinta de capitán. No solo fue un momento de emoción y alegría, sino también el “pase de su vida”.

“Soñaba desde muy chico con jugar en la primera de Nebel, y tuve la suerte y la valentía de perseguir mi sueño cuando, a los 14 años, me tocó ir a las inferiores de River Plate y buscar ser un jugador profesional, lo cual logré durante 16 años. Hoy pongo fin a mi carrera como profesional, y aquí estoy, disfrutando de este momento a los 34 años en mi ciudad y en mi querido club Nebel”, expresó el jugador a 3200, el código del deporte.

Una decisión que generó ruido en el fútbol profesional, ya que clubes de la primera división pusieron los ojos en él después de su paso por Talleres de Córdoba. Huracán, Lanús y Banfield fueron algunas de las instituciones que querían contar con sus servicios, pero su decisión estaba más que clara. “Estoy muy contento porque volvió. Estamos cerca ahora. Fue una decisión que él tomó y yo lo voy a seguir acompañando como siempre”, sostuvo su papá, José.

“Nosotros lo vimos siempre por tele, siendo profesional. Hoy, Gustavo es Nebel, y qué orgullo que tengamos a un profesional aquí en Concordia, con todo lo que vivió”, comentó alegremente Silvina “Peti” Jara, una de las referentes de la hinchada del club de la ribera. “Yo no puedo creer que hoy haya vuelto a jugar en Nebel; me cuesta creerlo, pero siempre apoyándolo en las decisiones que él toma”, agregó Emiliano, su hermano.

“Estoy tranquilo por la trayectoria que hice”

En el quincho de su casa, con su museo de fondo y con las camisetas exhibidas de las instituciones que defendió, “La Pantera” contó que, una vez que hizo pública su decisión, le sorprendieron los mensajes de su familia.

“Al principio, no querían que tomara la decisión, pero después estaban muy bien y felices porque me veían bien. Uno, cuando deja esto, también espera tranquilidad; en mi caso, traté de ser buena gente primero que jugador. Me han felicitado por mi carrera y por la clase de persona que soy. Estoy tranquilo con la trayectoria que hice; me han escrito entrenadores, excompañeros, dirigentes y toda la parte del fútbol profesional, y eso te llena”, explicó.

Con el que tuvo contacto a la brevedad fue con Walter, actual jugador de Lanús, que le comunicó que “me dijo que no quería que dejara el fútbol, que no me retirara. Él me pidió que siguiera, que quería jugar con su ídolo. Yo estoy seguro de que en algún momento vamos a jugar juntos; tengo la ilusión y el sueño, y seguramente será en Nebel”, señaló Gustavo.

“En Racing, tenía mucha hambre y ganas”

En su repaso, habló de Talleres de Córdoba, de New England Revolution, donde fue campeón en 2021, de Xolos de Tijuana y de Racing, el club que más lo marcó en su etapa de alto rendimiento. “Cuento que cuando llegué a Racing no fui como figura, pero sí tenía mucha hambre y ganas. Cuando estuve en ese momento, vinieron Diego (Milito) y Sebastián (Saja) para darme tranquilidad. Mi objetivo era entrenar, esperar mi oportunidad y tratar de dar lo mejor para el equipo. A medida que pasaron los partidos, fui ganando más confianza. Siempre agradecido a Racing y a Diego Cocca, que fue el técnico que me dio el sí”.

En la “Academia” fue campeón en 2014 y en 2019, y además fue goleador de la Copa Libertadores de 2015, momento que recuerda: “Fui goleador, tengo un hermoso trofeo en mi casa. Para mí es muy lindo y muy importante; me alegra cuando vienen mis hijas, mis familiares, y ver la emoción de ellos al ver mis logros me deja mucho”.

En su función como delantero, destacó que siempre jugó con dos delanteros a lo largo de su carrera. En cada club, tenía un compañero que lo entendía bien; lo ayudaban a hacer goles y le daban asistencias. “Se me hace difícil elegir uno. Gracias a Dios, me ha ido muy bien en los lugares donde he estado. Lo que viví en Racing, donde me tocó formar dupla con Diego (Milito), Licha (López) y Lautaro (Martínez), me entendí con los tres”.

En esta etapa, contó qué sintió al ser campeón y remarcó que “sentí mucha emoción y alegría al conseguir las cosas, y cuando sabes que nadie te regala nada, se disfruta el doble. En el fútbol profesional es muy difícil: debutar en primera, mantenerse y, imagínate, salir campeón. Eso fue lo que me pasó en Racing: ser goleador del equipo y campeón fue algo maravilloso. Nadie me regaló nada y, hasta el día de hoy, sentir el agradecimiento de la gente de Racing no tiene precio. Si hay ese ida y vuelta, fue porque yo me defendí donde tenía que defenderme”.

Gustavo también dejó su huella en Gimnasia de La Plata, Liga de Quito, Olimpo de Bahía Blanca, con quien ascendió a la primera división en la temporada 12/13, y River Plate, el club que lo formó en el profesionalismo y con el cual salió campeón en el Torneo Clausura 2008.

“Fui a River con tranquilidad y felicidad”

“Ocho años estuve en River Plate. Desde el día que me dieron la posibilidad a los 13-14 años, fue algo hermoso para mí. Fui con tranquilidad y felicidad, haciendo lo que me gusta. Mi mamá me dijo que seguramente me llamarían luego de la prueba que tuve en septiembre de 2004, y en enero de 2005, me llegó la carta para hacer la pretemporada con las inferiores de River”, mencionó.

En el ADN, José Luis Bou, uno de sus hermanos mayores, contó cómo vivió cuando Gustavo convirtió su primer gol en primera vistiendo la camiseta riverplatense ante Newell’s. “Cuando hizo el primer gol, lloré. Lloré. Lo disfruté un montón. Lo llamé y lo felicité. No podía creerlo; estábamos muy contentos, no sabíamos cómo demostrarlo. Siempre fue el sueño de él. Cuando te dice que tiene un sueño, él va. Siempre en la vida, nunca agachó la cabeza”, reveló.

Finalmente, en la entrevista, respondió qué le diría a ese niño que con un bolsito viajó a Buenos Aires en busca de un sueño y emocionado dijo que “le hubiese dicho que se siga esforzando, que siga siendo la misma persona que es, que no cambie nunca. Eso es lo que representa el barrio Nebel. Lo vivo con mi familia, con mis amigos. El barrio Nebel es una familia numerosa, y a veces la familia no se lleva bien, pero cuando a alguien le pasa algo, están todos. Hablar del barrio y de Concordia me emociona mucho, realmente”.

“Lo bueno se hace esperar”

Con este disparador, el futbolista habló en esta ocasión como presidente y, al final del documental, se refirió a las obras en el club que preside. “La verdad es que estoy muy contento, muy feliz y muy emocionado de poder ver el primer gran paso de este sueño: nuestra cancha. Todavía falta terminar el proyecto, pero hoy tener la cancha sintética instalada, que llevó mucho tiempo, es un gran logro. Lo bueno se hace esperar, y hoy estar aquí, pisar el césped sintético y ver a algunos chicos entrenando de fondo, me llena de alegría y felicidad”, resaltó.

“A medida que pasan los días y comiencen a entrenar, verán gente trabajando y la idea es ir mejorando paso a paso, porque, como te digo, hay muchas cosas aún por hacer. Pero estoy muy feliz de que cada día el proyecto vaya tomando forma, que las cosas se vayan acomodando y de poder disfrutar del club, que vuelva a abrirse para los chicos y los socios”, valoró.

Al finalizar el proyecto audiovisual, hubo otro momento muy especial: fue cuando excompañeros de cancha le dedicaron sentidas palabras al de Concordia. Así fue que pasaron Iván Pillud, Leandro Grimi y el entrerriano Ricardo “Tito” Noir, con los que jugó en Racing; Tomás Chancalay, que lo tuvo a su lado en el New England Revolution; el concordiense Víctor Bernay, DT junto a Pedro Troglio en Gimnasia y Esgrima de La Plata; y su representante Christian Bragarnik.

Así fue como Gustavo “La Pantera” Bou abrió las puertas de su casa en Concordia a una producción original de “3200, el código del deporte”. Desde su ciudad, con un equipo periodístico, el futbolista mostró su lado más íntimo en un nuevo ADN 3200.