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Remo

Bajo el mismo remo

El Club Regatas Concordia viaja al Tigre con el pulso del río y la guía firme de su entrenador, Alejandro Piedra Buena.

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El río Uruguay los vio crecer, moldeó su disciplina y templó su espíritu. Ahora, el Club Regatas Concordia emprende viaje hacia Tigre para competir del 29 de octubre al 1 de noviembre en el Campeonato Argentino de Remo, uno de los eventos más exigentes y emblemáticos del calendario nacional.

El plantel, conformado por ocho remeros y conducido por el entrenador Alejandro Piedra Buena, buscará dejar su huella en las aguas bonaerenses. Será, además, una edición especial ya que, por primera vez en 119 años de historia, la institución contará con representantes femeninas, Sabrina Alarcón y Valentina García, ambas de la categoría menor. Pero más allá del dato histórico, esta delegación representa algo más profundo que es el fruto de un trabajo constante, silencioso y comprometido, nacido del esfuerzo colectivo y del amor por el remo.

Cuando el río llama

En diálogo con 3200, el código del deporte, Piedra Buena compartió los detalles de un proceso que va mucho más allá del entrenamiento físico. “Los criterios de selección fueron los mismos del año pasado. Desde comienzos de temporada, cada remero sabía las pautas para aspirar al Campeonato Argentino que era cumplir con una cantidad mínima de entrenamientos mensuales y rendir en las evaluaciones tanto en el agua como en tierra. Clasificar no es una casualidad, sino la consecuencia de un compromiso sostenido”, comentó.

A su vez, el entrenador distingue entre los llamados botes A y B, según la constancia en las sesiones de entrenamiento. “Los que entrenan 18 días o más al mes son bote A. Los demás, bote B. Pero más allá de eso, todos saben que cada evaluación cuenta. En el río, en el gimnasio o en el remorgómetro, los resultados se construyen día a día”, contó.

Ese rigor tiene sentido porque cada viaje al Campeonato implica un enorme esfuerzo económico y logístico. “Estamos hablando de un costo de unos 250 mil pesos por chico. No es una competencia para tomársela a la ligera. Por eso, quienes viajan son los que mejor están preparados y comprometidos con el club”, indicó.

Trabajo, constancia y sacrificio

Los números impresionan, pero detrás de ellos hay historias de sacrificio. “Los chicos vendieron pizzas, pollos, rifas, tortas fritas, de todo para poder ir. La mayoría entrenó entre 25 y 28 días al mes. En los últimos tres meses apenas tuvieron ocho días de descanso total. Hay días que arrancan a las cinco de la mañana, vuelven al gimnasio a las once y cierran la jornada remando otra vez a la tarde. Entrenaron domingos, feriados, con frío o con viento. Esa es la verdadera mística de este grupo”, relató el entrenador, con el orgullo de quien acompaña más que dirige.

Remar contra la corriente te enseña a resistir

Luego, mencionó que el desafío deportivo no se limita al nivel de los rivales. También está en las condiciones del entorno. “Nosotros entrenamos en un río abierto, con corriente, y en Tigre se rema en pista, con agua quieta. Son mundos distintos. Pero eso también nos fortalece y remar contra la corriente te enseña a resistir”. Y cuando se le pregunta por la manera de enfrentar las dificultades, Piedra Buena rescata una enseñanza que le quedó grabada: “Hundí la caña y apretá los dientes. A veces no hay otra. El remo es armonía, técnica, pero también coraje puro.”

Los objetivos del equipo están claros. Algunos botes buscarán mejorar el rendimiento del año pasado y meterse en finales A; otros, como los menores, irán en busca de experiencia. “Este año queremos que vivan lo que es el remo real. Que conozcan la pista, el ambiente, la competencia. Que entiendan que este es el punto de partida. El 2026 tiene que ser su año”, afirmó. En cuanto a la evaluación del rendimiento, Piedra Buena no se queda solo con los resultados: “Valoro mucho la actitud. Hay veces que un bote va sexto, lejos del quinto, y aun así hacen su levantada final, buscan su mejor versión. Eso es lo que más aprecio: la entrega, el coraje y la decisión de no rendirse”.

Los protagonistas

El equipo del Club Regatas Concordia viaja con la fuerza del río que los vio nacer y con el sueño compartido de representar a su ciudad en lo más alto. En la delegación viajan también José Braghini, presidente de la subcomisión de remo, y Federico Gazzola, remero máster y acompañante del grupo. Pero los verdaderos protagonistas serán ellos: Sabrina Alarcón, Valentina García, Facundo Rodríguez, Federico Gularte, Valentino Salud, Lautaro Pavón, Juan Cruz Delzart y Rodrigo Villalba, quienes transformarán el esfuerzo cotidiano en brazadas sobre el agua. En Tigre, cada golpe de remo será un eco del trabajo hecho en Concordia, una forma de decir que el club sigue vivo, creciendo y haciendo historia.