Fútbol
Victoria Sarmiento, abriendo caminos
Es una de las referentes de Tigre, donde juega desde hace 4 años. A la distancia sigue el fútbol de Concordia y anima a las más jóvenes

Su nombre remite a la localidad donde está ubicado el estadio “José Dellagiovanna”, casa del Club donde juega desde hace 4 años. Su apellido, en tanto, al de un prócer nacional sinónimo de educación en Argentina, la misma que ha transitado en distintos momentos en su Concordia natal como en su Buenos Aires adoptiva.
Victoria Sarmiento es futbolista, defiende los colores del “Matador” desde 2019 donde llegó a probarse tras inscribirse animándose a romper fronteras a pura gambeta por un extremo, ir más allá de lo que hubiera imaginado cuando empezó a jugar en zona del barrio El Arenal.

Inicios en Concordia y Concepción del Uruguay
Antes su presente en el club que milita en la Primera C del fútbol femenino de Argentina, “Vico” despuntó el vicio en canchas concordienses. Se reconoce como hincha del Club Atlético Libertad, amor que empezó a sentir desde que practicó básquet en esa institución y desde que se reconoce como “la deportista” de una familia de 12 hermanos.
Sin embargo, sus primeros pasos los dio en Defensores de Nebel. “Me invitaron desde Nebel, yo no jugaba en ningún equipo y acá recién estaba dando sus primeros paso el femenino de la Liga Concordiense”, recordó en una extensa entrevista concedida a “3200, el código del deporte”. Sin embargo, finalmente el club que hoy preside Gustavo Bou no disputó la competencia por lo que ella y la mayoría de sus compañeras migraron al Club Comunicaciones Concordia.
“Jugué el campeonato con Comunicaciones y, ese mismo año, directamente me fui para Concepción del Uruguay y jugué en Sporting. Me habían visto en los campeonatos de afuera, me propusieron que juegue, el tema económico ellos se hacían cargo pero a mitad del campeonato me vio Parque Sur y me fui ahí, también en Concepción del Uruguay”, detalló.

Club Sporting Concepción, primero, y Parque Sur, después, le abrieron las puertas en “La Histórica”. Sin embargo, la joven quería volver a jugar a su Concordia natal donde además estaba estudiando el Profesorado de Educación Física (en el Instituto Superior de las Especialidades de la Educación Física – ISEEF Nº4). “Se me hacía muy agobiante estar toda la semana acá y después viajar y jugar allá. Todo el tiempo en movimiento”, recordó de aquella época.
“Comuniqué a Parque Sur que yo quería volver a la Liga Concordiense. Cuando decidí volver, voy a decir que soy hincha de Libertad y las chicas del club me cargan porque me dicen que comenzaste en Nebel. No sé muy bien la historia pero hay una pica”, explicó y destacó: “Estoy agradecida con Nebel que fue donde comencé pero soy hincha de Libertad. Me cargosean pero mi corazón está en Libertad y fue donde decidí jugar”.

Su “alocado” desembarco en Tigre
Con el “Lobo” le fue rápidamente muy bien. “Ganamos un Torneo de Verano en Benito Legerén, luego empecé el campeonato, jugué 9 fechas y ahí me fui para Tigre”, donde ya se había hecho unas pruebas previamente. Sobre ese 2019 donde jugaba para el club de sus amores y surgió la chance de jugar con “Las Pibas” de Tigre hay un par de anécdotas que muestran la personalidad de “Sarmiento”, como le dicen actualmente.
“Fue alocado porque no sabía a dónde ir bien, me ubicaba con Google. Tenía que ir a Benavidez, donde hoy entrenamos. Fui con una prima, bastante bien, me probaron de nuevo y después de extremos. Hice un gol y todo”, destacó y dijo que le comentaron: “te destacaste, nos llamaste la atención, vamos a estar comunicándonos en unos días así que me volví a Concordia porque estaba estudiando”.
Primera anécdota: rendirse jamás. “En abril me comunicaron que tenía que presentarme tal fecha y hora y les pedí un certificado para el instituto y viajé por el día nomás. Nos comunicamos con mi DT, Raúl Maiola, vía email pero como si estuviéramos chateando. Yo me fui a Benavidez y no era ahí, le erré. Ví la hora y no llegaba porque era en Rincón de y era de una punta a la otra. Me la jugué, busqué publicaciones de colectivos y fui. Cuando llegué se estaban yendo todo, las pibas me decían: tarde, tarde, ya está y se reían”.
Finalmente habló con el entrenador que le dijo a la entrerriana: “Acá tengo tu certificado. Comenzamos a entrenar tal día, tal día y tal otro. Estamos viendo si te animás a quedarte. Yo le dije que no, pero él me dice: yo te tiro la propuesta. Yo había ido con lo puesto, para entrenar y nada más. Cuando salgo del predio, medio cabizbaja lo llamé a papá: che pa, pasó esto y qué hago, qué opinás. Hija hacé lo que vos quieras, lo que vos sientas. Si te querés quedar, quedate. Bueno pa, ya fue, me quedo.
“Fue una locura entrenando toda la semana, pidiéndole ropa a mi prima y lavando la que tenía usada. Fue una semana”, recordó y llegó la siguiente anécdota llamada persevera y triunfarás, versión Victoria Sarmiento.

“Tras esa semana, me dijeron: bueno, te vamos a avisar de otra prueba así que agarré y seguí mi vida normal. Ya está, dije yo, pero me pasó que estaba en el Profesorado con mi hermano, en una hora libre, y entré al Gmail y ví que tenía, desde hace 3 días, una nueva prueba. Mi hermano me dice: te están dando una oportunidad, fijate qué vas a hacer. Si te tengo que dar una opinión: tirarte a la pileta. Yo dije: bueno, ya fue la fotocopia y demás, me pagué el pasaje de ida y me fui”, explicó.
Escuchar al otro (sea su papá o su hermano menor) también es una cualidad en la futbolista. Desde aquellos días mantiene el vínculo con Tigre, donde hoy es una de las referentes. De momento, ellas son amateurs aunque destaca que con el club consiguen lo que necesitan además de tener todo lo que requerido para la práctica del deporte, incluyendo indumentaria y controles médicos.
Fútbol amateur en ascenso
Actualmente, la concordiense juega al fútbol y trabaja en una empresa. “Después de la pandemia dejé el estudio, que había reiniciado de cero en la Universidad de Luján, porque no había cobertura de internet en el barrio de Buenos Aires donde vivo, use me hacía complicado ir hasta lo de mi hermana en ese momento. Después no retomé porque comencé a trabajar”, explicó.

“En estos momentos cada jugadora trabaja, estudia y el tema económico es individual ya que el club aporta en la parte futbolística. Yo no me puedo quejar de nada porque el club nos brinda todo, a comparación de otros clubes que las chicas se pagan de todo”, amplió sobre el tema teniendo en cuenta que sólo el fútbol femenino de Primera División es rentado de momento en el país.
“Creo que hay algunos equipos de la B que tienen becas deportivas o algunos que aportan alguna pensión pero es muy raro. Todo depende del club”, reiteró y contó que, en lo deportivo, disputan una categoría difícil, pareja y competitiva. “El nivel es bastante complicado porque estamos peleando el ascenso. En estos 4 años, la pelea ha sido con Vélez que ascendió al igual que San Miguel y después se sumó Newell´s de Rosario”, destacó.
Objetivos
En lo individual, admitió que “siempre hay propuestas” para emigrar a otra institución pero que ella está como en su casa jugando en Tigre.”Veo las opciones, yo estudio todo en ese sentido a ver qué me pueden aportar como jugadora y ver la parte económica porque es el objetivo que también busco. Pero en Tigre me siento parte, como dice el capitán del equipo masculino que es el “Perro” Prediger nos sentimos como una familia”.

En lo colectivo, en tanto, el plan es alcanzar el ascenso. “Siempre tratamos de estar arriba, aunque a veces se nos complica pero porque hay muchos equipos de la Primera del masculino que están incorporando equipos y se hacen fuertes en la categoría”, explicó.
El fútbol de Concordia
El fútbol femenino está en permanente expansión. “Todavía cuesta poco pero es cuestión de responsabilidad y disciplina. La parte emocional y sentimental es un trabajo importante porque, si vos sentís que tenés las condiciones físicas, pero no mental, ahí te juega en contra”, reflexionó desde la experiencia de incluso haber atravesado la pandemia entrenando remotamente y volviendo a Concordia hasta que pasara la etapa del confinamiento.
“Yo hace 4 años que estoy allá y me pierdo muchas cosas: bautismos, hago video llamadas para un cumpleaños de mi mamá, es todo de responsabilidad. Ahí pega un poco. Por ejemplo: hace unos días falleció mi mamá, justo ahora que estoy sino yo estaría en pretemporada”, contó y no ocultó alguna lágrima que se escapó en su relato. “Yo siempre le decía a mi mamá: estoy haciendo lo que amo pero estoy lejos”.
Desde Buenos Aires sigue el fútbol local. “Sigo a todas las chicas, en redes sociales digo: vamos Consti, vamos Santa María, vamos esto. No es que tengo un favorito, yo tiro por el fútbol femenino”, contó y dijo estar feliz porque, en las competiciones provinciales, “estamos representando a nivel nacional como es la Copa Federal. Son dos equipos concordienses que nos están representando y creo que hay un gran crecimiento en el fútbol femenino de acá de la Liga Concordiense. Se nota y me llena de orgullo”.
“Imaginate que llegar a Tigre y decirle acá juegan las chicas de Concordia, en Ezeiza, contra UAI. Sabés la locura que es. Ni yo jugué contra la UAI en mi categoría y las pibas les dan la oportunidad y se pueden mostrar”, elogió.
Afirmó que las que hoy están iniciándose “tienen las puertas abiertas” al mundo del fútbol femenino. “Yo, con 27 años, creo que hice el camino, estamos haciendo el camino, que hoy en día las más chicas tengan lo que nosotros no teníamos. No teníamos dónde entrenar, antes a veces no se entrenaba, hoy hay obligaciones y las estás educando con responsabilidad. Hay una disciplina, ese camino no lo teníamos y era por voluntad propia”.
“Si vos querés estar dentro de esta rama, tenés que tener mucha disciplina: un predio, un club que te acompaña y muchas cosas. Antes capaz nos quebrábamos una pierna, por decirte una cosa, y teníamos que ir al hospital. Hoy en día hay una cobertura y el fútbol femenino va en crecimiento. Hay que aprovechar eso”, concluyó.