“En el enseñar y aprender hay un refugio adecuado para los adolescentes”, ante la trampa de la pobreza

Muchas veces, con razón, se nos ha reprochado que no somos los más destacados por darle vida y protagonismo a las organizaciones intermedias. Es cierto, nos domina la chatura o cierta tendencia a mantenernos en nuestra zona de confort. Lo disruptivo nos cuesta, en ocasiones.

“Queremos integrar para incluir de manera que muchos niños en condiciones de vulnerabilidad puedan sortear la trampa de la pobreza y tener movilidad social ascendente”, dijo Federico Schattenhofer, presidente de IpI, hace 2 años. Sus palabras suenan a bocanada de aire fresco, con mezcla de cierta utopía y también, por qué no decirlo, de esperanza. ¿Qué sería el hombre, al fin de cuentas, sin esperanza?

Haciendo “comunidades de aprendizaje”

A dos años de haberse presentado en sociedad, la ONG “Integrar para Incluir” hace base en la zona sur de Concordia, una de las más vulnerables de la ciudad y donde también el narcotráfico ha ido copando espacio.

I.P.I. s una asociación civil, sin fines de lucro. fundada en Concordia por un grupo de residentes de la ciudad convencidos de que la educación y el trabajo pueden evitar que tantos niños y jóvenes sigan cayendo en “la trampa de la pobreza”.

Desde su presentación, el 12 de mayo de 2023, en el salón de usos múltiples de la Parroquia “Nuestra Señora de Lourdes”, su foco de atención está puesto en las escuelas primarias y secundarias que funcionan allí.

Lo que hacen es aplicar en esas escuelas un programa educativo conocido como “Comunidades de aprendizaje” pensado para situaciones en las que las condiciones de vulnerabilidad se dan en el interior de una escuela y en su entorno.

“En el enseñar y en el aprender hay un refugio mucho más adecuado para el adolescente”, planteó la profesora Paula Molteni, integrante de I.P.I., en la entrevista que concedió al programa radial 145 de “3200, el código del deporte” (los sábados, de 10 a 12 por Oíd Mortales Radio FM 88.7 de Concordia).

Objetivo: que la secundaria sea completa

En efecto, la escuela es, muchas veces, el primer hogar, el único o aquello que se parece bastante a una casa: hay paredes, techos, aún con limitaciones, hechas de materiales que la sostienen con solidez, docentes que irradian cortesía, modales, hábitos tan sencillos y necesarios como el respeto al horario, a la higiene y al prójimo.

“Resolvimos que lo que hiciéramos lo íbamos a hacer por todos, aunque fuera menos o fuera poquito”, afirmó la docente respecto a los objetivos planteados al acompañar a los niños y jóvenes escolarizados. “Cuando llegamos, descubrimos que el colegio secundario llegaba solo a tercer año, que es algo totalmente anormal e ilegal, pero así está funcionando”, lamentó.

Dicho de otra manera, el Instituto D-194 “Nuestra Señora de Lourdes” “no tiene el secundario completo”, por lo que “esos chicos, cuando terminan el tercer año, tienen que irse, buscar otro lugar. Algunos lo encuentran, otros abandonan y otros van a escuelas donde se sienten excluidos”, describió Molteni y afirmó: “nuestro compromiso es que, el año que viene, el 2026, los chicos que hoy están en tercer año accedan a cuarto, ahí puedan quedarse en la escuela”.

¿Qué es lo que impide que se complete el secundario allí?, fue la pregunta a la que respondió así: “lo que lo ha trabado es lo económico porque, en las escuelas de gestión privada, el Estado colabora con el 100% de la planta docente. Pero todo lo que significa infraestructura edilicia, elementos, seguros, etcétera, corresponde que se pague con una cuota que, en otras escuelas, las del centro, se lo paga. Por eso, para nosotros el padrinazgo representaría a esos papás que pueden pagar una cuota”, precisó.

Escribir a ipi.padrinos.cda@gmail.com es una de las puertas a la comunicación, más específicamente en este caso para los que se interesan en apadrinar alguno de los chicos. También, los que quieran comunicarse con la asociación civil pueden hacerlo escribiendo a Ipi Integrar para Incluir (en Facebook); ipi.concordia (en Instagram) o al +549 3454 139705, que es su número de Whatsapp.

“Tenemos una red de padrinos que mensualmente van aportando desde 2000 pesos en adelante. Hay algunos que hacen aportes mayores y con eso, bueno, fuimos dándole prioridad a los arreglos edilicios y también a la las necesidades educativas, o sea, que ningún chico deje de ir por falta de algún elemento”, enfatizó.