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Pesca

Dorado el 13

Adriana Zabala fue parte del Torneo Nacional del Dorado y dejó su marca en la pesca deportiva femenina.

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En el programa 161 de 3200 Radio, Adriana Zabala llegó al estudio de Oíd Mortales con una historia que parecía escrita por el río mismo. Con su voz serena contó cómo, a bordo de la lancha número 13, se llevó el premio mayor en el 60° Torneo Nacional de Pesca del Dorado, en Paso de la Patria.

“Muchos le escapan a ese número, pero a mí me trajo suerte”, dijo con una sonrisa. Adriana no solo ganó, sino que hizo historia como mujer, guía de pesca, y referente de una disciplina que todavía se abre camino para ellas. Oriunda de Concordia, Entre Ríos, guía en el Río Uruguay e integrante de la Barra Pesquera Dolce Vita, ella representa una nueva corriente en la pesca que se describe con conciencia y profesionalismo.

Una jornada que cambió todo

El Torneo del Dorado es uno de los eventos más esperados del año en el mundo de la pesca deportiva. Más de 380 embarcaciones participaron, pero fue la concordiense quien logró la pieza mayor que fue un dorado inolvidable, tanto por su tamaño como por la historia que lo rodea.

“No sabía si había ganado. Al final de la jornada, los fiscales no te dicen nada. Solo supe que había uno grande, de más de 90. La incertidumbre fue tremenda. Cuando volvimos al pontón, la gente me miraba, me saludaba… pero hasta la ceremonia no se confirma nada”, relató.

Compartió la lancha con María Andrea Aguirre (presidenta de Dolce Vita) y Susana Chaves, de Tandil. “Fue un trabajo en equipo. El dorado no estaba bien enganchado, y el miedo a perderlo estuvo presente. Pero todo salió bien. Ese dorado me eligió a mí”, dijo Adriana, casi con reverencia.

La Barra Pesquera que hizo historia

La Barra Pesquera Dolce Vita, fundada por mujeres, es la primera con personería jurídica en Sudamérica. Comenzaron con dos embarcaciones. Hoy, compiten con ocho. Y no solo participan, sino que también organizan, convocan, generan comunidad.

“Este premio es un orgullo para nosotras y para Corrientes que es a quien represento. Representa años de esfuerzo, compañerismo y pasión por la pesca deportiva con devolución”, señaló la entrevistada en el programa radial.

Guía de pesca y referente

Adriana también es guía de pesca en Concordia. Un oficio que implica compromiso, conocimiento, atención al cliente y mucha organización. Y como mujer, abrirse camino en ese rol no siempre fue fácil. “Algunos hombres se sorprenden cuando les toca una guía mujer. Pero cada vez es más aceptado. Lo importante es el respeto, y saber que estás haciendo bien tu trabajo”.

Ahora comienza la temporada de surubí, que atrae turistas de todo el país. Ella ya se prepara, como cada año, para una nueva etapa laboral. Pero nunca deja de enseñar: y en cada salida habla del cuidado del río, la devolución del pez, la manipulación responsable y la pesca consciente. “De chica pescábamos y lo que salía iba al asador. Hoy eso no lo hago más. Yo no permito que se mate un dorado delante mío”, sostuvo.

Mujeres al frente del agua

Hoy, la presencia de mujeres en la pesca deportiva es visible, creciente y poderosa. La Barra Pesquera Dolce Vita lo demuestra. Y los lazos también se tejen a nivel internacional. En Brasil, la organización Anzuelo Rosa, con más de 500 integrantes, invitó a Dolce Vita a participar de un torneo en el Amazonas.

“Las mujeres tenemos más responsabilidades: hijos, trabajo, la casa. A veces cuesta organizarse. Pero cuando una mujer pesca, lo vive distinto. Se conecta con el río de otra forma”, afirmó.  La historia de la entrerriana no es un caso aislado. Es parte de una ola que vino para quedarse. Y donde antes había prejuicios, hoy hay reconocimiento.

Entre el dorado y los sueños

El trofeo que la consagró campeona no está en su casa, está exhibido en el Museo de Pescadores de la Provincia de Corrientes, en Paso de la Patria. Una imagen suya, con la copa y sus compañeras de lancha, acompaña la pieza. Es parte del legado que construyó.

Para Adriana, el río es su lugar en el mundo. “Voy casi todos los días, aunque no pesque. Solo estar ahí me hace bien. Me conecta. Me baja a tierra.” Todo comenzó con una frase de su abuelo, que le dijo una vez: “Mija, cuando quieras salir, agarrá la caña y andate al río”, contó.

Y salió. Con su caña, con amigas, con una morenita viva que parecía no prometer nada, pero terminó trayéndole todo. A bordo de la lancha 13, venció al azar y al prejuicio. Y ganó mucho más que una copa.

Un camino que recién empieza

Ahora, se prepara para representar a Concordia y a Corrientes en la Feria Internacional de Turismo en Buenos Aires, este 24 de septiembre. Y sueña, junto a la Barra Dolce Vita, con nuevos desafíos que son más torneos, más lanchas, más mujeres en el río. “Ninguno de ustedes deje de soñar, porque los sueños se cumplen. Todos sabemos lo que tenemos que hacer y cuidar esta especie, cuidar el dorado”, expresó.

El número 13 ya no es de mala suerte. Es el número que llevó a Adriana Zabala al corazón de la historia de la pesca deportiva sudamericana. Porque cuando el río llama, hay que saber escucharlo. Y ella lo escuchó.