Combinación ganadora: Educación y deporte

Una marcha que superó las expectativas. Una manifestación nacional que tuvo a miles de argentinos a lo largo y a lo ancho del país manifestándose en defensa de la universidad pública. Una marcha transversal que atravesó generaciones y clases sociales. Todos por la educación pública, gratuita y obligatoria. Un derecho que forma parte del ADN argentino.

Muchos se expresaron en las calles. Otros en los medios de comunicación. También, por redes sociales como Juan Pablo Sorin y Mariano Andujar ex jugadores de la Selección Argentina o incluso un integrante del staff técnico que conduce Leonel Scaloni en Argentina como lo es el videoanalista Matías Manna que dejó un claro mensaje:

“Argentina no sólo es campeón del mundo por el fútbol. Nuestro sistema universitario nos distingue, es reconocido globalmente y es modelo en América Latina. Garantiza movilidad social, acceso a educación de calidad y a futuros diversos”.

Otro que en su momento defendió la educación pública fue Diego Armando Maradona cuando visitó la Universidad de Buenos Aires (UBA) en 1995 cuando se hablaba de recortes presupuestarios en aquel gobierno de Carlos Menem. Durante su presencia el “10”, vestido con una camiseta de colores que decía “educación pública” apoyó a la universidad pública y gritó en defensa de los derechos estudiantiles.

Hay numerosos hechos en los que referentes del deporte argentino estuvieron comprometidos ante una causa social pero en este último del pasado 23 de abril la fuerza, el grito y la euforia fueron como en aquel gol de Gonzalo Montiel que decretó la tercera estrella mundial.

¿Qué tan importante fue o es la educación pública para los deportistas?

El deporte y la educación son una combinación ganadora y muchos deportistas han elegido recorrer sus estudios en una universidad pública. Un lugar que además de incluir y enseñar forma a personas y a profesionales. Un lugar que los deportistas lo han tomado como su hogar al igual que el club o una institución deportiva que los vio crecer y progresar.

Si nos vamos a Concordia podemos repasar, entre otros, los casos de la pilota de rally Nadia Cutro quien se recibió de Lic. en Accidentología y Previsión Vial del Instituto Universitario de la Policía Federal Argentina, de las patinadoras Cecilia Olier quien se recibió de Contadora Pública en la Universidad Nacional de Entre Ríos y Ana Paula Vila quien selló su título de Lic. en Nutrición en la Facultad de Medicina de la UBA.

También, tenemos para repasar el caso del futbolista Pablo Sagasti que se recibió de Lic. en Kinesiología y Fisiatría en la Facultad de Ciencias de la Salud UNER de Villaguay y de los estudiantes Paulina Sánchez (Medicina en la UBA), Tadeo Regner Cunha (Ingeniería Mecatrónica de la Facultad de Ciencias de Alimentación de la UNER), Eduardo Pelichero (Contador Público en UNER), Tomás Tisocco (Ingeniería Eléctrica en UTN), entre otros.

Universitarios nacionales

Y en lo nacional hay miles de casos, tal como lo reflejó esta semana el periodista Andrés Yossen en un hilo publicado en X. Como por ejemplo el de los judoca Paula Pareto (Médica Traumatóloga en la UBA) y Alejandro Clara (Comercio Internacional en la Universidad Nacional de La Matanza), los taekwondistas Sebastián Crismanich (Agronomía en la Universidad Nacional de Córdoba) y Luciana Angiolillo (Lic. en Educación Física en la Universidad Nacional de La Plata), la windsurfista Celia Tejerina (Contadora Pública en la Universidad de Cuyo), la jugadora beach vóley Ana Gallay (Profesora de Educación Física en la Universidad Nacional de Entre Ríos), la jugadora de hockey Delfina Merino (Abogacía en la UBA), y más, muchos más que no nos alcanzan los caracteres para nombrarlos.

Con estos ejemplos llegamos a la conclusión que ser un deportista de élite no significa que tengas que descuidar tu educación. Sostenemos que es posible compaginar con éxito deporte y estudio y que mejor que sea con el acompañamiento de un Estado, presente que te ayude a progresar dentro y fuera de las pistas.

Sin educación pública no hay futuro. Pedimos por un Estado presente y promotor de todos los derechos, incluyendo la educación superior. Por los estudiantes, docentes, deportistas, por la comunidad argentina. Y como dijo el vocalista de Divididos, Ricardo Mollo, “nacimos en la Universidad pública y la defendemos en la calle”, por el presente y el futuro argentino.