Columnas
Maternidad y alto rendimiento
Repaso por las vivencias de Rocío Sánchez Moccia, Belén Casetta, Soledad Jaime, Jennifer Peralta y Coty Ricagno.
La vida de una deportista de alto rendimiento está condicionada por entrenamientos exigentes y competencias a menudo. Pero, ¿qué pasa cuando dentro de su carrera desea convertirse en madre?
A continuación, se detallarán algunos ejemplos de mujeres que decidieron combinar dos roles que, desde afuera, parecen incombinables. Sin embargo, demostraron que con mucho esfuerzo, actitud y contención familiar pueden entrelazarse.
Competir olímpicamente a cuatro meses de parir
Rocío Sánchez Moccia, la capitana del seleccionado argentino de hockey, es la abanderada de la delegación argentina en París 2024. La leona transitará sus cuartos Juego Olímpico consecutivos, tras participar en las ediciones de 2012, 2016 y 2020.

Su trayectoria estuvo llena de sacrificios para equilibrar su vida como deportista y madre primeriza. En Tokio, estuvo separada de su hija recién nacida desde el 11 de julio al 20 de agosto de 2021. Cabe destacar que cuatro meses después de parir, logró una recuperación increíble para ser parte del seleccionado en los anteriores Juegos.

Su preparación olímpica para Tokio fue con panza, corrió hasta los siete meses de gestación y nadó hasta el último momento. El sostén familiar fue fundamental para lograrlo, en especial, el de su mamá y su novio que la acompañaron en la pretemporada. Hay que resaltar que, por causa de las medidas del Covid 19, la organización olímpica no le permitió que tengan contacto en Japón.
Una madre clasificada a los Juegos Olímpicos
Otro caso es el de la atleta Belén Casetta o, como decía su biografía de Instagram, “una madre en busca de una clasificación olímpica”, que entrenó durante todo su embarazo. Lo increíble fue que cinco meses después de dar a luz logró un oro y récord panamericano en 3000 metros con obstáculos.

En los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, no se alojó en la Villa Panamericana para evitar molestias por llantos y por los horarios de alimentación de su hija. Sin embargo, agradeció a la organización por la presencia de lugares para las madres atletas. Ahora, tras su participación en 2016 y 2020, competirá en sus terceros Juegos Olímpicos con una hincha más en las tribunas, su pequeña hija Lina.

Aurora, la hija de la futbolista profesional entrerriana
Soledad Jaimes nació en Nogoyá, Entre Ríos y jugó en las ligas de fútbol más importantes del mundo. Además, participó en un mundial y ganó una Champions League. No obstante, su mayor triunfo es ser mamá de Aurora. El año pasado, comenzó un tratamiento para formar familia con su novia, Kelly Chiavaro.
Soledad fue la portadora de óvulos y entrenó de manera normal en Flamengo de Brasil hasta que logró quedar embarazada. Mientras estaba en etapa de gestación, continuaba con sus entrenamientos diferenciados.
Cabe resaltar que en 2021, se firmó un acuerdo entre FIFA y FIFPRO (sindicato internacional de futbolistas) que estableció medidas para las jugadoras que deseaban tener hijos: un permiso de maternidad de 14 semanas de baja y también la posibilidad de mantener el salario y el fichaje en el club.

En la actualidad, su pequeña hija Aurora tiene seis meses de vida. Soledad, como delantera, y su novia Kelly, como arquera, visten la camiseta del club brasileño Santos.
Boxear a tres meses de parir
En Concordia hay muchas madres deportistas que entrenan todos los días para mejorar su nivel en el deporte elegido. Jennifer Peralta, la joven boxeadora, comentó en 3200 Radio que tras ponerse en pareja y ser madre, decidió volver a prepararse.

“Cuando mi bebé tenía tres meses volví a entrenar y me costó mucho, pero siempre me fui marcando metas. Mi próximo objetivo es ser profesional y dentro de unos años estar peleando títulos importantes”, había expresado.
Días con más de 24 horas
El caso de la concordiense Constanza Ricagno es aún más fascinante, pues no es madre de uno sino de tres hijos. “Sin ellos no es carrera” había manifestado en los estudios de Oíd Mortales Radio. Testigos comentaron a 3200 que años atrás corrió un triatlón en La Paz embarazada de cinco meses de Jerónimo, su primer hijo.

La última campeona del Circuito Triatlón Jeep tiene una agenda completa de lunes a lunes. Ser madre, entrenar, organizar un gimnasio, atender un local de indumentaria y ser preceptora en un colegio son los desafíos diarios de Coty. “Lo de esta mujer es de otro planeta” lo resumió su hermano menor Alejandro.
Historia en los Juegos Olímpicos
En París 2024, por primera vez, en la Villa Olímpica habrá un espacio de guardería y salas de lactancia. Estará abierta de 9 a 21 horas, con el objetivo de facilitar el tiempo de los bebés y niños con sus padres durante la competencia. Ofrece un espacio privado que garantiza comodidad para cambiar pañales, amamantar y compartir momentos familiares.

Esta propuesta fue impulsada por Allyson Felix, la leyenda del atletismo mundial con once medallas olímpicas. Su historia es digna de admiración, no solo por su desempeño en las pistas, sino que también por su lucha por los derechos maternales en el ámbito deportivo.
Allyson se unió a la Comisión de Atletas del Comité Olímpico Internacional (COI) para buscar medidas que apoyen a las madres deportistas y no sufran lo que ella tuvo que atravesar. La atleta estadounidense deseó tener un hijo cuando estaba en su mejor momento deportivo y su mayor sponsor, Nike, le dio la espalda.

La realidad que sufren las deportistas que desean tener hijos y continuar en el deporte de alto rendimiento, poco a poco, está mejorando. Sin embargo, la mayoría de las atletas elites postergan su maternidad para luego de su retiro profesional.
Asimismo, gracias a los ejemplos anteriormente mencionados y la lucha de personas como Allyson Felix muchas atletas tendrán la posibilidad de combinar dos roles que antes parecían incompatibles: ser madres y deportistas.