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jiu jitsu

Gianella Coceres, una campeona con grandes objetivos

“Mi idea es poder ir al Mundial y salir campeona”, dijo feliz. Para eso, sigue un camino lleno de sacrificios.

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Tiene 22 años y practica jiu jitsu desde los 6. Es campeona argentina, hace 12 días conquistó dos medallas de oro en el “Grand Prix” y sueña con ir a un Nacional en Brasil, cuna de este deporte.

También, da clases y vende productos de limpieza como una manera de solventar su andar competitivo. Sueña con ser campeona del mundo. Gianella Coceres fue entrevistada por el programa de radio de “3200, el código del deporte”.

La doble medalla que casi no fue

En Castelar, provincia de Buenos Aires, la joven concordiense ganó el oro en la prueba de su categoría (Violeta Leve Femenino) y también fue primera en la categoría absoluta. Sin embargo, admitió que a poco estuvo de siquiera ir a competir.

“La idea era ir a competir pero, en un momento, dije: ‘bueno, no llego. Vamos a retirarnos. Y 3 ó 4 días antes, dije: no me voy a quedar’”, admitió y dijo que estuvo a punto de no ir porque no llegaba con el entrenamiento ni con lo económico. “El entrenamiento se me complica porque por ahí yo estoy con la reventa de productos de limpieza y no llego con el tiempo porque, gracias a Dios, me salen muchos pedidos”, contó.

“Estos últimos meses estuve floja con el entrenamiento pero me dije que tenía que ir igual con el conocimiento que tenía y que ya había competido antes. Esas son mis conversaciones a solas”, afirmó en el programa que puede seguir por nuestro canal de Youtube: @3200deportes.

Finalmente, sucedió lo que ya es conocido: “Fui, competí, me volví con las dos medallas y listo. Feliz de la vida”, resumió y contó que la doble medalla de oro llegó tras “una exigente lucha en la que terminé acalambrada de tanta fuerza que tuve que hacer. Yo estaba luchando y quería hacer mis técnicas que, generalmente, son que desde arriba derribo y voy a una palanca de brazos enseguida. Pero la chica me lo ponía difícil, yo no estaba acostumbrada a tanta fuerza”.

“Yo esperaba que paren la lucha pero ella no se rendía. Yo estaba destrozada, ya no podía moverme de la fuerza que estaba haciendo. Veía que pasaba el tiempo, la chica se acostaba en mi abdomen y quería descansar. Yo buscaba aire. Éramos dos osos y ninguna se rendía. Hasta que se acabó el tiempo, gané y me puse re feliz. No me lo esperaba”, concluyó.

Historia de un escape

Cuando se le pregunta por sus primeros pasos en el deporte de la lucha, la de Concordia responde con picardía: “siempre cuento que empezó de la nada”, afirmó y profundizó: “empezó escapándome de mi casa para ir a entrenar porque era un deporte rústico, de hombres y agresivo”.

Sus primeros pasos los dio en el Kaeshi Gym con las artes marciales mixtas (MMA) “y después me enganché con el jiu jitsu. Empecé a los 6 años, dejé, volví, volvía a dejar y empecé de nuevo y ya rendí el cinturón azul”, repasó y dijo que en sus primeras 5 competencias “tuve resultados horribles. Perdí, perdí y perdí”. Entonces, se propuso mejorar y vaya si lo logró: “no me bajaron más del podio”.

Vender, entrenar y enseñar

Tres actividades se combinan a diario en la vida de Gianella. Por una parte, durante las mañanas, vende los productos de limpieza que ella misma fracciona y reparte. “Justamente llegué medio a las corridas a la radio porque estaba haciendo un reparto”, confió a modo de precisión sobre los sacrificios que hace para cubrir los costos que requiere su actividad deportiva.

Actualmente, entrena en Gracie Barra Concordia, una escuela de artes marciales que comparte espacio físico con el Capybara Box, ubicado en Hipólito Irigoyen 1462. “Mi profesor es Marcos Petit y también tengo compañeros que compiten aunque en esta ocasión no pudieron ir porque no llegaron con el presupuesto”.

Destacó, además, a su compañero “Fran Trabichet y un alumnito, Ulises (hijo de él) que también compiten y siempre obtienen buenos resultados. Ellos me ayudan a entrenar, igual que David Almirón, mi profesor y mi papá que también entrena. Son mis hombres porque son la única chica de la academia”, reveló en el aire de Oíd Mortales Radio FM 88.7.

Por último, mencionó que es instructora de jiu jitsu: “Doy clases a los que inician, a los cinturones blancos. Amo lo que hago, tengo más chicas que chicos pero mis hombrecitos los adoro”, afirmó.

Objetivos “súper grandes”


En diciembre, tendrá lugar el Torneo CompNet de Brasil. Es un torneo que se realiza por la misma academia a la cual pertenece (Gracie Barra, cuya sede central en Argentina está en Santa Fe).

“Para llegar a Brasil tengo que pasar primero por Argentina. El año pasado salí campeona del nacional de nuestra academia y, a principios de este año, hablé con mi entrenador de ir al Gran Prix, al Argentino y al Nacional que son los tres más importantes”, relató y completó: “salir primera, de vuelta, y nos vamos a Brasil. Es un título muy importante”.

Inmediatamente después, en la continuidad de la entrevista con “3200, el código del deporte”, soltó: “Después, mi idea es poder ir al Mundial de jiu jitsu y salir campeona mundial”.

-Tenés grandes objetivos.

-Súper grandes, pero hay que entrenar.

-Seguramente eso sucederá porque estás muy enfocada.

Sí, porque es algo que me encanta, amo. Es mi deporte favorito. He intentado otros deportes y no me han gustado. Me quedo toda la vida con la lucha. Por ahí uno empieza y se siente incómodo porque no acostumbra a tener gente que lo esté apretando, estrangulando o intenten romper un brazo, pero a mí me encanta. Más cuando soy la que rompe los brazos (risas).

-¿Por qué te gusta tanto el jiu jitsu?

-La verdad no sé, pero es algo que me desenfoca en la vida. Entro al tatami y soy una persona diferente, me siento libre, que puedo hacer  cualquier cosa y no me va a importar, influir, en la vida cotidiana. Por ahí, estoy vendiendo un producto y se me cae un poco al piso. Estoy perdiendo mercadería, eso me bajonea un poco, pero cuando estoy entrenando, si no me sale una técnica, vuelvo a empezar. No me afecta. Vuelvo a intentar hacerlo. El tatami es libre para mí, otro mundo aparte.

La cábala del corte de pelo

Antes de concluir, reflexionó: “empecé prácticamente sin saber y ahora soy campeona. Es un orgullo para mí”, dijo y reveló un secreto personal: “el año pasado, cuando empecé a competir, me quería cortar el pelo. Después que salí segunda, me lo corté y dije: ‘el pelo va a crecer con mi desarrollo personal’. Y creció  con el desarrollo: salí primera, primera y primera. Ahora, con los nuevos resultados, me lo volví a cortar. Es mi cábala, mi pelo va creciendo con mi desarrollo en el entrenamiento”.

Finalmente, agradeció a su familia: “el pilar más importante” y nombró a la que los rodean: “dentro de ellos está Sebastián, el mejor amigo de mi mamá que dice para dónde ir y yo voy. El año pasado tuve sponsors y este año estoy enfocado en ATE Concordia, tuve preparación física con Maxi Olivié que me ayudó muchísimo con varios conocimientos de fuerza y movimientos que yo desconocía”.