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Básquet

El juego sigue: la historia de la capitana del Club Ferrocarril

Entre niños, trabajo y rutinas, treinta y cuatro años después, Isabel sigue eligiendo el básquet.

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Isabel Melgarejo empezó a jugar cuando tenía siete años en Echagüe de Paraná y, desde entonces, la cancha se volvió su lugar favorito. Hoy, con cuarenta años, juega en la primera división del Club Ferrocarril de Concordia, trabaja de noche en el Casino y es mamá de dos chicos. Su historia no es común, pero sí profundamente inspiradora.

Una pasión que no se explica, se vive

“Uffff… El básquet es mucho más que un deporte en mi vida. Es pasión, amistad, solidaridad, compañerismo… Me cuesta definir qué significa”, comentó la jugadora y también capitana del Club Atlético Ferrocarril, equipo que se encuentra jugando el torneo provincial y que el próximo sábado enfrentará a Rocamora de Concepción del Uruguay y luego a Estudiantes de Concordia, de visitante. Ferro, además participa del torneo asociativo y su próximo rival será Social, de Federación.

Cuando las ganas superan al cansancio

Isa trabaja en el Casino desde hace más de dos décadas y es mamá de Valentina, de once años y Benjamín, de seis. Al igual que su marido, se desempeña en el turno nocturno, por lo que su rutina entre el trabajo, el entrenamiento, el descanso y las actividades de sus hijos que van al colegio de mañana es toda una logística.

“Es dormir poco para llevarlos o traerlos de la escuela y andar toda la tarde de acá para allá con sus actividades. Con mi marido nos alternamos. Ellos me acompañan muchas veces a los entrenamientos y a los partidos, con frío, calor, sueño o hambre, porque hay entrenamientos que son de noche, y no se quejan”, comentó y siguió: “no es fácil, muchas veces hay que hacer malabares, pero las ganas de entrenar o jugar son muchísimas más y me olvido de todo eso para poder disfrutar de una de las cosas que más me gusta, que es jugar al básquet”.

El pilar del equipo

“Isa es más que la capitana del equipo, de a poco se convirtió en una referente, en un eslabón muy importante, clave en la confección de la columna vertebral del armado del equipo a lo largo de los cinco años que llevo al frente de la primera. Además, de a poco fue siendo vista como una referente del basquet femenino de Concordia y de la región.
Es una persona que se preocupa mucho por sus compañeras; más allá de lo deportivo, se ocupa por cómo está cada uno y trata de ayudar con todo lo que está a su alcance.
Es una persona a la que siempre pongo como ejemplo para las más chicas. Además de su trabajo y su familia, ella siempre está para entrenar y para jugar. Dentro de la cancha trasmite mucha positividad, habla con sus compañeras, aconseja, no baja los brazos y lo bueno de todo es que las más chicas la escuchan y repetan mucho. No recuerdo partido en donde no haya dado su cien porciento, hasta incluso jugando lesionada con los riesgos que conlleva.
De mi parte, muy agradecido por estar con nosotros, por el esfuerzo que hace para seguir, por guiar al equipo, aconsejar cuando se la necesita y hasta cumplir un rol “maternal” con las más peques”, dijo con gran emoción Exequiel Sireix, su entrenador.

El desarrollo del deporte en la ciudad

Isabel es parte de un momento importante para el básquet femenino en Concordia. “Veo que ha crecido y que tiene mucho más por crecer. El verdadero fruto de este proceso lo van a ver las más pequeñas. Deseo que sea el comienzo de algo más grande para que, en unos años, pueda Concordia estar al nivel de Paraná o Concepción”.

“Tener hoy en día tres equipos de Concordia participando es algo que unos años atrás era impensado. Ojalá se sumen y animen a practicar este hermoso deporte muchas chicas más”, finalizó Isa, un caso de gran inspiración, tanto para sus compañeras como para cualquier persona que conozca su historia, y un verdadero ejemplo de que familia, trabajo y deporte sí pueden ir de la mano cuando hay ganas, esfuerzo y una familia que acompaña.