Música
Yamil Salvador, “un capo de las teclas” que tocó con La Renga
Los Cachorros, Guasones, Los Burritos y el inolvidable recital en Concordia, en una entrevista para atesorar.


“Un capo de las teclas, Yamil que ustedes acá en Concordia lo conocen. Oriundo de acá, de Concordia. Se fue a triunfar a Buenos Aires pero nunca se olvida del pago”, dijo Chizzo Nápoli al presentar al concordiense que se subió al escenario de aquel inolvidable recital.
Esa presentación no fue de ocasión o dicha azarosamente, sino como una verdadera definición del artista que se subió al escenario junto a Ever Molina de la banda “Bulldozer” y el trío que conforman Gustavo Fabián Nápoli y los hermanos Iglesias (Gabriel “Tete” en bajo y Jorge, más conocido como “Tanque” en baterías).


“Recuerdos que sólo hacen bien…” (1)
“El Yamil es el mismo, con los mismos valores, creencias y las mismas ideas de siempre de tratar de disfrutar y divertirme en todo lo que hago, incluso en la música”, respondió el tecladista al ser consultado por “3200, el código del deporte”, en una extensa entrevista concedida en junio último.
La referencia era a la pregunta de aquel músico que tocaba en “El Reloj de Valentín” o en “Oktubre” de Concordia y que, el sábado 20 de mayo, lo tuvo de nuevo en su ciudad pero en el escenario mayor tocando junto a La Renga, la misma banda que sonaba e incluso él solía homenajear junto a sus amigos de “Los Cachorros” a fines de los 90.
“De hecho, esto de ser así como soy, re amiguero hizo que me he topado con gente así como los muchachos de La Renga que los conocí a través de Wayra, la hija de Tete. Yo tengo una banda que se llama Los Burritos, a veces le hacemos de banda a diferentes artistas y nos tocó estar acompañando a Wayra”, reveló.


Y entonces relató el exacto momento que pasó de imaginarse como un espectador más, entre esas al menos 40 mil almas que coparon el Campo de los Deportes, a la vera del río Uruguay, a estar tocando para ese público: “conozco a Tete, con el que pegamos una onda zarpada y, en una de las charlas que tuvimos, me contó que iban a tocar a Concordia”, empezó.
“Le digo que bueno que no tengo show justo ese día así que agarro al auto, meto la familia adentro y me voy a verlos. ¿En serio, querés tocar?, me dice con un nivel de frescura. ‘¿Me estás diciendo en serio?’, le preguntó y me respondió: ‘Sí, obvio’, me dijo. ‘Yendo, ya’, le dije”, reveló.


“Cuando fui a ensayar a la quinta me comí ese viaje, estaba una luz roja como iluminación y estaba tocando y de repente levanté la vista y dije: ‘estoy tocando acá con La Renga, loco, no puede ser, yo los escuchaba cuando era pendejo’”, admitió y amplió: “con los pibes de Los Cachorros fuimos a verlos tocar a Federación y los seguíamos. Fue muy fuerte la onda con la que me invitaron y es como que me llevan de la mano a mi ciudad, donde yo salí y tiene un significado enorme para mí y para mi familia”.
“Soy un muchacho normal…” (2)
Agradecido, humilde y perseverante. “Me da gracias cuando me dicen: ‘que suerte que tuviste, sos una afortunado’. Sí, suerte de haber nacido. Después hay que laburar, realmente con la cantidad de músicos que hay en Capital podrían elegir a 130, 150, 200 antes que yo; sin embargo estoy con los músicos que me toca estar, defiendo el puesto a base de laburo, sacrificio, insistir y darle”, aclaró.
Enseñó, al respecto, que “un poco ese es un estandarte de ir para adelante a costa de cualquier cosa. Siempre por la vereda del bien, sin pisarle la cabeza a nadie, con respeto, humildad. A mí me abrió más la puerta la humildad que en realidad lo que soy como músico. Un buen músico tiene que estar constituido de una buena persona también y trato de no perderlo de vista”, aseguró.


“En Obras yo estaba en el camarín y decía: ‘acá tocó Bob Dylan’. Lo pensás rápido y no pasa nada pero tomás dimensión y pasaron artistas de nivel mundial. Estoy tocando acá y cuando quiero acordar ya llevo 11 Obras, 4 Lunas Park que me llenan de orgullo, satisfacción y les tengo un gran respeto a esas tablas”, confió y reflexionó: “hace varios años que me tomo bastante en serio el encontrar un espacio, llegar aclimatado y poder dar un buen show que es lo que la gente viene a ver. Uno desde la euforia, pierde un montón”.
Una vuelta más a ese momento de La Renga en Concordia. “Te hablo de la parte más íntima de la cuestión. Hacía muchísimos años que no estaba cagado antes de tocar. De repente uno tiene nervios, ansiedad pero no es el cagazo que tenía cuando era pendejo de las primeras veces que subí al escenario. Estaba cagado en las patas. Y bueno, 30 segundos antes de que me llamen a tocar se me fue todo. Fue un flash. Se me pasó en 10 segundos la cuestión. Voy a recalcar toda la vida la humildad y humanidad con la que me trataron”, remarcó.
“Yo no pierdo la capacidad de seguir admirando la gente que ha logrado cosas con la música”, aseguró vía zoom en esa charla que se prolongó por media hora. “Para mí es algo único y me lleva a una admiración y respeto que, cuando los tengo al lado, soy el mismo nene de 14 años que cuando los veía flasheaba. Me pasó tocando con Juanse, con un montón de artistas”, destacó.
“Tenemos la felicidad y la buscamos más allá” (3)
“Tuve la suerte de tener una infancia hermosa, rodeado de amigos con la familia siempre atrás sosteniendo cualquier cosa”, contó a sus 40 y pico. “La suerte también de haber tenido a mi viejo que es músico y en casa siempre hubo instrumentos. De chiquito pude tener contacto con eso y de haber sido arengado: hice un año de Medicina y mi viejo me dijo: ‘qué estás haciendo, no seas boludo. Por qué estás estudiando medicina, vos tenés que estudiar música’”.
“Creo que eso sí es tener suerte, haber caído en ese entorno. Recuerdo con mucho cariño el bar del negro Tito, ‘Oktubre’. No sé si he visto otro bar tan copado para ir a tocar y el mismo ‘Hostal’ donde tocamos con Pappo. Recuerdo mucho. Con Los Cachorros hemos tocado en cualquier lado, miles y miles. Recuerdo con mucho cariño y no me olvido ni me voy a olvidar jamás. Es parte de mis cimientos, de mi historia musical y los tengo muy bien presente y todo el tiempo”, destacó.


Otra definición que ofreció el actual integrante de Guasones fue la siguiente: “toda mi vida fui autodidacta. Siempre fui arisco para estudiar cualquier cosa, me disperso enseguida, algo me distrae. No tengo una formación académica”, dijo pero aclaró: “empecé tocando solo a los 10 años el piano, ya toca la guitarra de antes y en Concordia fui con ’Tito’ Famularo, gran ‘Tito’ al que le mando un abrazo grande. Siempre está presente”.
Después, fue escuchando música, tratando de tocar y haciéndose amigo de músicos y pidiendo información. “Puedo decir que tengo un montón de amigos músicos, muy grosos que siempre están al detalle con alguna cosita para pasarme”, elogió.
“El núcleo íntimo mío, de familias y amigos siempre estuvo y eso es invalorable, te sentís acompañado, seguro y es como que mirás para atrás y ves que ahí está el sostén. Hoy día, que me toca pisar escenarios muy grandes, también están los mismos”, enfatizó.


Consultado por su vínculo con el deporte, si es que lo tuvo, contó algo ignorado por el público que lo conoce desde la música: “Desde los 5 y hasta los 20 años, fui muy deportista. Tenis, fútbol, estaba en la selección de softbol de Concordia, básquet y cualquier cosa. Todo lo que andaba dando vueltas le entraba”, comentó entre risas y agregó una intimidad: “Siempre lo comento con mi mujer, que me conoce hace 12 años, y me dice: ‘pero siempre fuiste y ahora no hacés nada’. Tengo un backup de 20 años que avalan”, sonrió.
Presente y futuro
En el plano más personal, en la pandemia el concordiense dio origen a “Los Burritos”, una banda que comparte el señor “Ponch” (Pablo Fernández, músico de Juanse), Jero (Sica, baterista) y Nico (Simone, guitarrista de La Franela). “Somos un cuarteto que hace canciones y rock. Estar, después de pasar por tantas bandas, en la nuestra Y hacer canciones de nosotros nos pone muy contentos, eufóricos con eso y sacando material cada vez que podemos”.
“Como podemos hacemos”, respondió cuando se le preguntó por ensayos y producciones. “Todos tenemos estudios en casa y vamos tratando de adelantar así que lo próximo que se viene es grabar el segundo disco (el primero salió con 10 canciones en 2022)”.
“Estaría bueno que conozcan esa faceta nuestra que es la de la composición y llevar una banda adelante que estamos aprendiendo porque no es lo mismo estar como un instrumentistas que tener tu propia banda y contar tus propias historias”, resumió.
Mientras tanto, con “Guasones seguimos firmes, con muchísimo laburo, gira por delante. Hay un acústico que se va a hacer más a fin de año, vamos a entrar a ensayar. Muy buen acústico con un invitado de lujo, que no puedo adelantar mucho. Los chicos se van a España, yo no voy pero al regreso tenemos Chile, México, Uruguay”.
Por si fuera poco, “estamos con la banda de Wayra, muy contentos, apoyando su lanzamiento. Es una gran artista, ayer cumplió 20 años y sorprende ver a una chica de su edad que encare desde el blues y el soul en esta urbanización musical que hay hoy en día. Me parece bueno rescatar los valores que nos movilizaron a nosotros que rondamos los 45 pirulos. El rock nunca va a morir muchachos”, cerró.


(1) No puedo dormir, Los Burritos, Nico Bereciartu.
(2) Muchacho Normal, Los Burritos.
(3) Un poco más de amor, Los Burritos.
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