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Tiro

La mira puesta en crecer

Siomara Ocampo cerró una temporada intensa llena de avances en un año que la llevó desde el Campeonato Nacional hasta una convocatoria internacional.

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Siomara Ocampo vivió una temporada deportiva cargada de movimiento. Desde las primeras fechas del Campeonato Nacional de miras abiertas, las competencias se sintieron duras, pero siempre logró sostener su nivel. A mitad del ranking, incluso, debió afrontar un cambio inesperado: pasar de la categoría B a la A, una división más exigente y fuera de los planes para este año. Aun así, mantuvo un desempeño firme, demostrando que el crecimiento aparece incluso en escenarios no previstos.

Su participación en la Copa Argentina también dejó una marca especial. Allí consiguió el puesto 25 entre 54 tiradores, muchos de ellos integrantes del seleccionado nacional. “Fue una alegría enorme, no lo podíamos creer”, recordó en dialogo con 3200, el código del deporte.

El calor del ambiente deportivo y un equipo que crece

El regreso al Tiro Federal Argentino de Buenos Aires volvió a ofrecer una buena organización y, sobre todo, un ambiente cargado de compañerismo. Para Siomara, reencontrarse con tiradores de todo el país es una de las partes más lindas del circuito: “Siempre es especial compartir experiencias y ese clima deportivo positivo. Algún que otro presente siempre nos traemos de otro polígono”, dijo.

Este año, además, el equipo de Tiro Concordia deslumbró en categorías muy diversas, acumulando podios y hasta campeonatos nacionales por equipos. “Me pone muy contenta que seamos un poquito más los que sumemos podios para Concordia, y esta vez en otras categorías también”, destacó.

En lo personal, Siomara celebró un puntaje clave en Rifle Olímpico, donde alcanzó 592,4 puntos. Una marca que no solo dejó tranquilidad, sino la certeza de que el rumbo es el correcto: “Nos demuestra que vamos por buen camino. Todavía queda mucho por ajustar, pero el progreso se nota”.

Convocatoria y experiencia internacional

Tras la premiación nacional llegó una noticia inesperada: un video que anunciaba a los 20 deportistas convocados al Match Argentina–Perú–Brasil, entre ellos, Siomara. “Ese día no había tenido una tirada muy buena. Terminamos de competir, nos subimos al auto hacia Concordia, y en una parada me llegó el video… fue una sorpresa enorme”, contó. Esa semana entrenó todo lo que pudo para llegar en las mejores condiciones.

En el Match Argentina–Brasil, la competencia se definió a favor del equipo brasileño, aunque Argentina cosechó la primera posición en lo individual. Para Siomara fue “una experiencia muy intensa”, que dejó un balance claro que es trabajar en controlar la inseguridad y la ansiedad propias de competencias de alto nivel, y sumar rodaje en lugares con blancos electrónicos, algo que puede influir notablemente en los resultados.

Su rendimiento fue bueno, aunque no alcanzó la final olímpica. “Son detalles pero manejar la presión, el estrés, el pensar que no puedo… con práctica se puede mejorar”, evalúa con madurez y autocrítica.

El rol del tiro en Concordia y el vínculo con su padre

La formación de Siomara no se sostiene solo en resultados, sino en un entorno deportivo que la acompaña de cerca. La importancia del tiro en Concordia es clave: “Para mí es muy importante que el tiro esté federado, así puedo participar en este tipo de torneos”.

Y dentro de ese entorno, hay una figura especial: su papá, Ramón Ocampo, también tirador y referente dentro del deporte. Este año él también compitió, ganó, y vivió un momento único: recibir la medalla de manos de su propia hija. “Para mí es algo muy especial. Desde chica lo miro tirar y siempre fue mi ejemplo”, afirmó Siomara. “Compartir esto juntos nos une un montón. Él me acompaña, me enseña, siempre tiene la palabra justa. Más que competir, sumamos experiencias juntos”.

Una temporada que abre puertas

Con podios para Concordia, puntajes históricos, una convocatoria internacional y la certeza de estar creciendo en lo deportivo y en lo personal, Siomara Ocampo cierra un año intenso y prometedor. Entre cambios inesperados de categoría, aprendizajes en cada polígono y la compañía incondicional de su equipo y su padre, su temporada deja un mensaje claro y es que la mira está puesta en seguir creciendo.