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Rugby

En el desafío de entregar mejores Pumas

El desarrollo del jugador, a largo plazo, es una de las metas que tiene Galarraga en su rol actual dentro de la UAR.

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Juan Martín Galarraga vive en Pilar, a unos 40 kilómetros de Capital Federal. Si bien admite que con su mujer deben “moverse en auto para todo”, sí ponderó que “vivo cerca del trabajo y del colegio de los chicos”.

“Acá tratamos de liberarnos un poco y compartir tiempo de calidad con los chicos”, empezó diciendo en la entrevista concedida a “3200, el código del deporte”. Marcó que, “después de un largo viaje que tuve, me tocó llegar para las vacaciones de invierno y cargar un poco de energía para la segunda mitad con la familia”.

La entrevista fue el jueves, penúltimo día del receso escolar de invierno en Buenos Aires. Este “tiempo de calidad” del que habla fue, en parte, lo que buscó cuando asumió un nuevo desafío en la elite del rugby argentino: es el coordinador de las academias de la Unión Argentina de Rugby y el preparador físico del seleccionado argentino masculino sub 20, conocido como Los Pumitas.

A su modo, hace realidad eso de ir “Empujando los límites” como propuso en septiembre último en Concordia, en la conferencia de nombre homónimo que brindó a entrenadores, jugadores, estudiantes y público en general en un repleto salón de actos del Instituto de Profesorado “Concordia”, en una iniciativa organizada por “3200, el código del deporte”.

“La primera mitad de año fue muy movida para mí, por todo lo que implica: cambio de posición, conocer gente nueva, nuevo equipo de trabajo, tengo bastante gente a cargo así que tengo que tratar de conocerla, a mi equipo, a toda la estructura de la UAR”, marcó el que venía de un 2024 donde completó un ciclo olímpico preparando físicamente a Pumas 7’s, el seleccionado argentino de la modalidad seven.

Hoy está enfocado en su trabajo actual: “pasamos de un staff de 5 personas a uno de 14 que fue a la Copa del Mundo”, indicó sobre el reciente certamen ecuménico juvenil en el que Los Pumitas finalizaron terceros, venciendo a Francia en el partido por la de bronce (Sudáfrica fue campeón y Nueva Zelanda el subcampeón).

“Yo lo tomo como un paso adelante en mi carrera, en mi formación. Por el nivel de detalle que se maneja, por la cantidad de gente preparada con la que trabajo. Estoy contento con el nuevo desafío, no es ni mejor ni peor que lo otro. Estamos buscando nuevos desafíos, nuevas estructuras”, afirmó.

Explicó que ser coordinador de la preparación física “implica un desafío lindo, importante en mi carrera, porque de alguna manera me responsabilizan del desarrollo de jugador a largo plazo, de los primeros 3 años de formación del jugador en lo que es seleccionados”, resaltó y agregó que “es algo que me desafía, como resultado final entregar mejores Pumas a la estructura, que es lo el objetivo en común que tenemos todos los que trabajamos en la UAR. Es un lindo desafío ocuparme de estos primeros 3 años”, amplió.

 A continuación, el mano a mano que “Pata” mantuvo con @3200deportes donde habló de su trabajo, la familia; el desarrollo del deporte en el Litoral y la posible creación de una franquicia profesional en la zona; hizo particular mención a sus pasos recientes por Paraná y Concepción del Uruguay; al crecimiento en Concordia y en Entre Ríos, en general; y cerró hablando del también concordiense Marcos Kremer.

-¿Cómo va ese proceso de un semestre trabajando en la estructura del rugby de 15?

-En cuanto a viajes, cambió un poco la dinámica. Estuve un mes y dos días en el Mundial Juvenil y después unos 20 y pico de días en el Rugby Championship. Además, algunas concentraciones largas: fuimos a Paraná en febrero, unos 10 días a La Plata y después nos juntamos 2 veces en Buenos Aires para terminar de preparar el equipo. Fue intenso, movido. Son millas de otro tipo, pero me ayuda a estar más presente y poder darle seguimiento a mis otros trabajos y a mi familia, que era un poco lo que buscaba.

Con respecto al cambio de modalidad, para mí el deporte es lo mismo, la preparación es la misma. Cambia la densidad o la dosis de lo que estamos preparando, pero requiere un gran desafío laboral en el trabajo con el staff. Pasamos de un staff de 5 personas a uno de 14 que fue en la Copa del Mundo. Muchas horas de reunión, de ponernos de acuerdo, de planificar. Es un lindo desafío.

Yo lo tomo como con un paso adelante en mi carrera, en mi formación. Por el nivel de detalle que se maneja, por la cantidad de gente preparada con la que trabajo. Estoy contento con el nuevo desafío, no es ni mejor ni peor que lo otro. Estamos buscando nuevos desafíos, nuevas estructuras y obviamente la parte de la coordinación de la preparación física implica un desafío lindo, importante en mi carrera, porque de alguna manera me responsabilizan del desarrollo de jugador a largo plazo, de los primeros 3 años de formación del jugador en lo que es seleccionados. Es algo que me desafía. Como resultado final, entregar mejores Pumas a la estructura, que es lo el objetivo en común que tenemos todos los que trabajamos en la UAR.

-El año pasado, cuando diste una charla acá en Concordia, hablaste de ir poniéndote nuevas metas. ¿Esos fueron los motivos que te llevaron a dar este salto?

-Sí, sin duda. Me motiva, no le tengo miedo los cambios. Me motivan los nuevos desafíos. Para mí cambiar de lugar, de posición, conocer gente nueva, desafiarme, revisar mi estructura, lo que hice y qué puedo hacer de nuevo es algo que me gusta y me pareció una buena oportunidad, algo que estaba buscando un poco por mi familia.

Estaba feliz donde estaba, la verdad que pertenecer a un equipo que es top 3 del mundo es algo alucinante. Es muy difícil dejar de lado eso y buscar otro desafío, pero de alguna manera me ofrecieron esta nueva posición que venía junto con un crecimiento profesional dentro de la estructura y la tomamos para seguir creciendo, desarrollándome y buscar nuevos objetivos siempre desde lo deportivo. Me gusta mucho la cancha, me gusta mucho el estadio, la preparación, estar junto al deportista, eso no lo quería perder. Encontré en Pumitas un nuevo desafío para ir para ir para adelante.

-Pumitas consiguió un podio en el Mundial. ¿Cómo se vivió eso desde adentro, en el trabajo del staff y qué sensaciones tuvieron?

-Estamos felices con el resultado. En el proceso por ahí no salieron las cosas que queríamos, pero cuando enfrentás una competencia de esta magnitud depende del fixture, de la suerte, de los lesionados, de tu preparación, de los otros resultados y tomamos una oportunidad histórica de meternos entre los tres del mundo.

Realmente Argentina, todo lo que es rugby 15, le cuesta mucho competir contra las grandes potencias porque acá el rugby es profesional 6 meses al año y muchos de nuestros chicos son 100% amateur. Este año nos tocó un partido muy difícil contra España, pero si te pones a analizar de dónde vienen esos chicos, ya tienen 22 jugadores participando en la Liga Francesa, que es una de las más poderosas del mundo. Lo mismo que Francia, Nueva Zelanda, Australia, Sudáfrica, tienen gran parte de su plantel M20 jugando rugby profesional, desde temprana edad. Eso nos saca un poquitito de ventaja en lo que es nuestra preparación.

El Rugby Championship nos da una foto ideal de dónde estamos parados y cuáles son las cosas que tenemos que ajustar de cara a la Copa del Mundo. Este año lo tomamos, analizamos lo que pasó y volvimos con un objetivo claro de hacer una puesta a punto y ajustar, sobre todo, la parte física de cómo teníamos que llegar preparados al Mundial y creo que lo logramos.

Estamos felices: Argentina, entre los tres mejores equipos del mundo es un resultado espectacular.

Realmente creo que estamos lejos de competir por el primer puesto, todavía. Tenemos mucho margen de ajuste. Estamos para competir: el argentino tiene una garra y una pasión por la camiseta y por lo que hace que te hace un diferencial, pero a nivel estructural todavía estamos un poquitito lejos de las grandes potencias.

-Sin dudas el trabajo organizado, el dar los pasos que se viene vienen dando es un poco lo que indica el norte a seguir.

Sí, sin dudas. Muchas veces, le muestro a colegas de otros deportes el trabajo que hacemos en la UAR, el seguimiento, la cantidad de datos que tenemos y la verdad que se mueren cuando les mostrás la cantidad de información que tenés. Nosotros lo tenemos todo hecho en la UAR, que financia las uniones provinciales, las academias que nuclean varias provincias y tenemos un seguimiento exhaustivo de 300 chicos que, año a año, se van sumando a los diferentes equipos.

Sin duda, nosotros en el Departamento de Alto Rendimiento que es hoy por hoy mi equipo estable, digamos, la oficina de alto rendimiento, siempre charlamos que tenemos casi el 20% del presupuesto que tienen los equipos con los que competimos y realmente, tener a todos los seleccionados dentro del top tres o top cuatro del mundo, para nosotros es un éxito. Tenemos que seguir trabajando, tenemos que seguir desafiándonos para mejorar la estructura y nuestro desarrollo.

Hoy por hoy, tener a los Pumas 4 del mundo, Pumitas 3 del mundo, Puma Seven número 1, las chicas pasar del puesto 40 al puesto 13 del mundo en nada más que dos años realmente. Si nos ponemos finos y analizamos solamente en resultado el año en Argentina de rugby, es una institución superexitosa.

Sí tenemos cosas para mejorar, lo tenemos clarísimo, un rango de mejora altísimo. Ahora venimos de 3 días de estar reunidos todos los profesionales de la UAR, todos los equipos y todas las academias acá en Buenos Aires. Discutimos dónde estamos parados, hacia dónde queremos ir y charlamos todo el tiempo de cómo mejorar. Estamos en camino. Estamos felices, orgullosos de lo que hacemos, pero estamos en ese camino de mejora continua.

-¿Qué lugar ocupa hoy Entre Ríos o cómo está la provincia en general respecto al rugby?

Nos llama mucho la atención la cantidad de jugadores, sobre todo de Paraná, que están apareciendo. Creo que Estudiantes de Paraná está haciendo un trabajo alucinante por la cantidad de jugadores que promueve el sistema y por su actualidad en el Torneo del Interior y en el Torneo de la Regional Litoral.

Tuve la suerte de volver a Paraná después de mucho tiempo a compartir una concentración. Me encontré con amigos de viejas épocas de jugar en contra, charlando, me contaron un poco la actualidad del club. Para mí es un honor ver cómo trabajan y tratar de aportar un granito de arena en qué pueden seguir mejorando.

Además, estuve en Concepción del Uruguay, invitado por la Municipalidad, a dar una charla del desarrollo del jugador a largo plazo. También tuve la oportunidad de visitar CUCU, de que me cuenten un poco cómo está el club, de charlar con los entrenadores.

Entre Ríos está creciendo. Necesitamos desarrollo, el aporte de la Unión Entrerriana de Rugby, que riegue su conocimiento y su estructura a todos los las esquinitas de nuestra provincia, pero creo que estamos en muy buen camino.

Los dos equipos de Concordia compitiendo fuerte en el en el torneo local, Paraná creciendo y siendo protagonista, muchos chicos en los seleccionados menores y mayores, muchos chicos viajando semana a semana a la academia y por qué no la posibilidad de una posible franquicia, en el mediano o corto plazo, en el Litoral que puede ser Entre Ríos, puede ser en Santa Fe, pero va a desarrollar mucho la región. Es sumamente importante que nos sigamos formando y, con estos resultados y la cantidad de jugadores, obviamente ponen de alguna manera presión al desarrollo de la liga con la presencia de un equipo profesional en la región.

-Marcos Kremer es un referente del rugby argentino y uno de los embajadores que tiene Concordia. Vos sos otro representante de la ciudad en la UAR. ¿Tenés contacto con él ahora?

-Por calendario no nos hemos cruzados. Todas las palabras que escucho de Marcos son alucinantes. Realmente es un jugador “world class”. Nosotros le llamamos “world class” a los jugadores que pueden jugar en cualquier seleccionado al mundo: en Nueva Zelanda, Australia, Francia, Inglaterra, donde esté Marcos o de donde sea lo van a llamar. Es admirable su desarrollo, lo que ha crecido, los desafíos que ha tenido en su vida y cómo se sobrepone.

Seguramente me lo cruzo en Buenos Aires, vamos a ver si tenemos la oportunidad de charlar. Seguramente esté compartiendo la semana preparación contra los All Blacks con Los Pumas, como parte invitada del staff.

Siempre es un orgullo cuando hablan de él y que me relacionen a mí como parte del staff con Marcos o del mismo club o de la misma ciudad. Es algo lindo y me enorgullece mucho. Hace poquito estuve con ‘Gonza’ Quesada en Italia y habló maravillas de él. ‘Nico’ Fernández Miranda, que lo tuvo en Jaguares y en Pumas, con Mario Ledesma que también estuvo con nosotros en Italia. Todas las palabras sobre Marcos: con la intensidad que maneja los entrenamientos, su vocación de trabajo, son alucinantes. Es un honor para mí cuando hablan de él y me pone muy feliz por él.

-¿Cómo sigue el 2025? ¿Cuáles son los próximos desafíos?

-Mi trabajo como preparador físico de Pumitas va en paralelo a mi trabajo en la coordinación. El proceso de Pumitas lleva 1 año y culmina en el Mundial Juvenil. A partir de ahora, empezamos a armar el equipo para el Mundial del año que viene, que es Tbilisi, Georgia.

En menos de un mes nos vamos a Carlos Paz, con el Trial Nacional de menores de 19 donde vamos a seleccionar (90 chicos van a participar), más los que ya participaron en el Mundial Juvenil de este año como jugadores de primer año. Dentro de esos 90, a los 10-11 que fueron al Mundial, vamos a hacer una preselección de 45-50 jugadores a la que le vamos a poner un foco especial pensando en el Mundial 2026.

Junto con eso vamos a seguir desarrollando jugadores de categorías más chicas: menores 17, 18, 19 para que se metan de alguna manera en esa lista de 45-50 jugadores o sigan formándose, mejorando cada mes o cada trimestre, como los evaluamos nosotros para formar parte el día de mañana de Pumitas o, si alguno no lo llega, le seguimos dando herramientas para que se sumen al rugby profesional de la SLAR (Superliga Americana de Rugby), a Argentina 15 o a Pumas.

El universo es amplio, es un grupo heterogéneo y algunos chicos maduran y están listos para la alta competencia a los 19 años y otros necesitan esperar 2 añitos más. Analizamos el caso de Molina, casi desafectado de la UAR, se fue a jugar a Chile, se fue a jugar a Uruguay y volvió a Argentina por su rendimiento y un buen día debutó en Los Pumas y siendo figura del equipo. Tenemos que tener paciencia con algunos jugadores. Nosotros lo tenemos super claro y los seguimos. Si bien la estructura de UAR hoy puede recibir 300 jugadores en simultáneo, los seguimos y le damos apoyo.

Realmente estamos mirando todos los torneos, todos los partidos y siguiendo todos los jugadores que nos llaman la atención. Y también abiertos a recibir recomendaciones sobre jugadores, seguirlos, invitarlos, testearlos, ver dónde están parados y ampliar la base de jugadores que es lo que necesitamos.