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Club Salto Grande y su base formadora
En los estudios de Oíd Mortales Radio, Maximiliano Olivie habló del club de sus amores y su rol como entrenador.

Con 25 años de edad, la mayor parte de su vida la vivió en el club. Hace un tiempo, más precisamente 21 años, era formando parte de las categorías infantiles, ahora, cumple otra responsabilidad: enseñar lo que le fue inculcado dentro de la institución.
La importancia del espacio deportivo
“Dejando de lado lo futbolístico, lo técnico y lo táctico, casi todos los chicos que pasamos por el club, coincidimos en que el club no solo nos sirvió en lo deportivo, sino que estamos agradecidos por como nos criaron e inculcaron valores humanos”, comentó Maxi y, en base a lo dicho, agregó: “Hay chicos que llegaron a ser profesionales, hay otros que no, pero a todos nos inculcaron los mismos valores, la disciplina y, sobre todo, lo que es ser buena persona, por eso mismo estamos felices por los profes que nos tocaron”.

Desde el lugar de preparador físico y jugador
En relación a su rol como preparador, dijo que, viendo las cosas desde el otro lado, uno quiere e intenta devolver al club todo lo que se les fue enseñando. “Hoy en día, quienes nos criamos en el club, nos vemos muy reflejados en los niños y por esa razón, buscamos seguir la filosofía y el camino que nos fueron marcando cuando teníamos esas edades”, afirmó a “3200, el código del deporte” en radio.
Además de entrenar a los chicos del club, él desempeña su actividad como jugador en la Primera División de Salto Grande y expuso que el grupo está preparado y todos saben que tienen que dar lo mejor desde el lugar que les toque.

“En ese sentido, hay que ser paciente y ayudar al plantel. En estos casos hay un mensaje claro: tiene que jugar el que se sienta mejor y el que en el momento oportuno pueda dar lo que necesite el equipo. El club y los objetivos van más allá de lo individual”, remarcó el joven entrenador.
Maxi explicó que, de una u otra manera, sus alumnos van naturalizando el futuro que desean por la cercanía que los rodea, y señaló lo siguiente: “Cuando nosotros estábamos en su lugar, el sueño de ser futbolista era algo muy lejano, y hoy en día, es algo más cercano a nosotros, debido a los tantos chicos de Concordia que llegaron a cumplir su sueño”.

El peso de la tecnología en los niños
Haciendo referencia a los niños y la tecnología, se encargó de destacar algunos puntos altos de esa unión que cada vez se ve más familiarizada, expuso que se nota un enfoque diferente en los chicos, ya que visualizan lo que quieren y todo el tiempo siguen de cerca otros entrenamientos.
También, para reforzar su idea, indicó que son muchos los niños de 10 u 11 años que consultan acerca de preparaciones físicas específicas y gimnasios, dando la pauta de que tienen fijo el objetivo de ser futbolistas.
Como en todos los aspectos de la vida, existen también puntos negativos, y entrando en una ejemplificación hiperbólica sobre los tiempos de ahora, dijo: “Antes los chicos estaban 25 horas jugando al fútbol en el barrio, y ahora tenemos muchos sumergidos en la tecnología. Ahora como profesor, tenemos que lidiar con una realidad que nos sobrepasa y no solo hacemos enfoque en lo futbolístico, sino que tenemos que hacernos cargo de otro aspecto. Algo que en nuestra infancia era natural como ejercicios de coordinación, correr, saltar, ahora se trabaja en una horita de entrenamiento y se hace complicado”.
Maximiliano expuso trabajar esos puntos tanto de manera grupal como individual, además aclaró que la familia acompaña, y hablar sobre cuestiones ajenas al deporte, como el descanso, la salud y la alimentación, también ayudan a la formación integral del alumno.

Explayándose acerca de la recién nombrada formación integral, el entrenador y jugador de Salto Grande, comentó lo siguiente: “El día de mañana no sabemos a que se va a dedicar cada uno, y el mensaje que buscamos transmitir es que, hagan lo que hagan, intenten dar lo mejor, porque con constancia, respeto y disciplina, pueden llegar a lo que se busca”.
Emprendimiento personal y largas amistades
Jugadores como Germán Guiffrey, Eric Ramirez y Leonardo Godoy, con un lugar en la Primera del Fútbol Argentino, Marcos Senesi y Lucas Robertone, embajadores del fútbol concordiense en Europa, eligen realizar sus pretemporadas de la mano de su amigo de la infancia. “Te puedo nombrar a ellos como los más visibles, pero a la hora de vernos, seguimos siendo ese grupo de amigos que fuimos de niños”, dijo y respecto al camino que vienen transitando, agregó: “Sigue todo igual, y eso valoro de ellos, que, a pesar de haber llegado a los más alto, mantienen esa humildad. Son los mismos chicos que cuando se fueron, en ningún momento está presente esa diferencia de lo que son ellos y lo que somos nosotros. Ellos buscan sentirse cómodos y quieren un espacio donde se los trate de igual a igual”.

Fuera del mundo del mundo del fútbol posee un emprendimiento personal: ‘Maxi Olivie Entrenamientos’, gimnasio donde se encarga de poner a punto a aquellos que no necesitan preparación de alto rendimiento y tomaron la decisión de ser guiados por él. El lunes 31 de Julio fue la apertura de ese centro de entrenamiento.
