Rugby
Un clásico lleno de significados y emociones
Salto Grande ganó 17-14 a Los Espinillos y Gonzalo Romero vivió su último clásico con mucha emoción.

En Concordia, el cruce entre Salto Grande y Los Espinillos nunca es una fecha más. Aunque los puntos valen lo mismo, el clima, la historia y el roce hacen que este partido tenga otro valor. Esta vez, por una nueva jornada del Torneo Desarrollo Internacional, fue el “Hidroeléctrico” el que festejó tras imponerse 17 a 14 como visitante.
El árbitro del encuentro fue Gastón Britos y no la tuvo fácil. El duelo fue áspero, intenso, con momentos de tensión y errores forzados por la presión. Pero también con entrega y pasajes de buen juego. Cada metro se luchó, y cada punto se celebró como si fuese el último.

“Este partido tiene una chispa especial”
Una vez terminado el encuentro, 3200, el Código del Deporte dialogó con Gonzalo Romero, capitán de Salto Grande, que no dudó en poner en palabras la emoción del momento:
“Ganar el clásico significa mucho. Queremos ganar todos los partidos, pero este tiene algo especial. Somos los dos equipos de Concordia, y hay una chispa distinta”, explicó.

A su vez, indicó que lo vivió con una carga emocional única. “Fue mi último clásico como jugador. En lo personal fue muy importante. Es el único momento del año donde podemos ser protagonistas en nuestra ciudad. No es como un clásico de fútbol, pero para nosotros lo es todo”, confesó.
De un lado al otro de la historia
Por otro lado, Romero también hizo referencia a su historia personal, marcada por el paso por ambas instituciones: “De chico pasé por Los Espinillos, pero Salto Grande me recibió muy bien y me siento en casa. Siempre es un honor ganar con esta camiseta”.
Una declaración que resume el presente de un jugador que no solo es referente, sino parte del corazón del equipo y emblema como capitán.

El análisis: juego abierto y resistencia
Por otra parte, desde lo técnico el partido mostró estilos distintos. El “Rojo” apostó a la potencia de sus forwards, mientras que Salto Grande encontró aire en el juego desplegado. “La clave fue que los backs estaban muy aceitados”, analizó Romero. Y añadió: “Tuvimos que aguantar los 80 minutos con lo justo. Tenemos un plantel corto, sin descanso, y eso se siente. Pero lo bancamos hasta el final”.
La victoria no fue casualidad, sino parte de una planificación detallada. “Nuestro preparador físico fue clave. Estamos cuidando meticulosamente a cada jugador. Cada físico cuenta. Y, además, trabajamos mucho la parte mental. Antes llegábamos al clásico con ansiedad, hoy tratamos de enfocarnos en nuestro juego, no en el rival”, explicó el capitán.

Lo que viene
Con el clásico ganado, Salto Grande ya piensa en el próximo desafío. “Ahora nos toca ir a Concepción del Uruguay, de visitante. Un equipo fuerte, que juega a otro nivel. Pero vamos a tratar de sacar ventaja con lo que tenemos”, cerró el jugador de Salto Grande
Fotos: Antonella Cicognini