Columnas
Cómo responde Concordia cuando el frío se hace sentir
Repaso a lo que hacen en Cáritas, la Iglesia “Jesús te Ama”, el municipio, un merendero y dos ONGs.
Cómo responde la ciudad, tanto desde el orden público como también el sector privado, ante la ola polar que tuvo lugar en los últimos días y de qué manera se organiza ante la previsión de que volverá a arreciar el frío.
Guillermo Acosta repasó, en su nueva columna en el programa radial de “3200, el código del deporte” (sábados de 10 a 12 por FM 88.7 Oíd Mortales Radio de Concordia), lo que hacen los que procuran salvaguardar a los más desprotegidos o lo que están en situación de calle.
Repasá el testimonio de Lucas Ramos de la Iglesia “Jesús te Ama”, Pedro Sena de Cáritas Diocesana Concordia, Florencia Martínez de la ONG “Volando Alto”, Miguel Smitarello de la Fundación “Nuestro 5 Panes”, Héctor Senés, director de Asistencia Social de la Municipalidad de Concordia y Mabel Paiz del merendero-comedor “Todo Corazón”.
Manos y pies calientes, un techo, alimento y la contención de una mano amiga, solidaria y desinteresada. De eso se trata el abrigar los corazones y cuerpos de los que más lo necesitan en días donde arrecia el frío y con una crecida del río Uruguay que, en pleno invierno, también complicó a decenas de familias en Concordia.
Repartos de viandas y un hogar
Lucas Ramos es el pastor de la Iglesia “Jesús te Ama”, además de ser el apoderado legal de la Escuela Secundaria Renacer D-244. Contó que, desde la Iglesia tanto los lunes como los miércoles, “estamos saliendo con un equipo de la iglesia a repartir alimentos, a repartir viandas”, precisó y destacó que también invitaron a sumarse “a algunos chicos de la escuela y algunos están participando”.
Precisó, además, que “en el hogar que tenemos en Pinares (en la zona del perilago de Salto Grande. Se accede por la vieja ruta 14) hay chicos en situación de calle y eh y se están quedando con nosotros, aproximadamente, unos 16 chicos”.
Cáritas hace base en las parroquias
Pedro Sena es el director diocesano de Cáritas Concordia, principal organización de la Iglesia Católica dedicada a la acción social, respondió a la consulta de “3200, el código del deporte” así: “en estos tiempos de tanto frío y de gente de situación en calle, también con el tema de la inundación, nos estamos moviendo por intermedio de Cáritas parroquiales”.

“Hay muchas instituciones que están haciendo beneficios y recaudando ropa, frazada, calzado que se está distribuyendo en distintas instituciones”, precisó y sostuvo que “lo más importante, en estos tiempos, es seguir trabajando en red, articulando lo que tiene cada uno para los que más lo necesitan. Estamos a disposición de todos para para seguir mejorando la calidad de las personas, sobre todo los que están en situación de calle, los más vulnerables”, cerró.
Refugiarse en el galpón que fue de Bagley
Héctor Senés, director de Asistencia Social de la Subsecretaría de Desarrollo Social de la Municipalidad de Concordia, también marcó la tarea que viene desarrollándose en el refugio ubicado en las viejas instalaciones de lo que fue Bagley en la ciudad, ubicadas en la intersección de Rivadavia y 9 de Julio.
“El refugio abre a las 16 y está abierto hasta las 9 del del día siguiente. En ese refugio hay en situación de calle 25 personas durmiendo”, precisó y marcó que cada uno tiene la posibilidad de recibir una merienda al ingresar, luego le sirven la cena y un desayuno a la mañana siguiente. Mencionó que llegaron a tener hasta 45 personas alojadas allí.

“Una vez que sí ingresan al refugio, se hace una especie de censo, un registro para tener información y poder, desde ese momento, empezar a hacer el abordaje completo tanto en temas de salud, salud mental y ver la posibilidad de revincularlos laboralmente o familiarmente”, enseñó y de eso luego volverá a referirse.
Operativos conjuntos e ingreso voluntario
Marcó, también, que hay operativos conjuntos: “no solamente nosotros, sino que hay otras organizaciones de la sociedad civil que se movilizan por toda la ciudad para, en forma solidaria, darle un plato de comida, una bebida caliente, un abrigo”, destacó y contó los casos de “particulares que también lo hacen. Trabajamos en red con Casa Lázaro, Fundación Nuestros Cinco Panes y Gruta de Lourdes”.
El ingreso a ese y cualquier otro refugio existente en Concordia es voluntario y así lo explicó el funcionario municipal: “invitamos a la gente. Mucha es reacia, no quieren movilizarse, no quieren ir. Es un tema bastante complejo, entonces el abordaje y la posibilidad de trasladar a una persona no siempre es exitosa”, advirtió.
En consecuencia, en los casos donde voluntariamente la persona afirma no querer refugiarse, el municipio procura igualmente brindarle un abrigo, una bebida caliente y comida. “Por supuesto, le dejamos la puerta abierta para que vayan”, marcó.
Las adicciones dificultan la revinculación
Párrafo aparte para un tema socialmente sensible, clave. “El tema del consumo de estupefacientes nos cruza, voy a usar una palabra no científica, nos parte al medio porque nos nos priva de poder llevar adelante toda una tarea de revinculación de que esa persona pueda volver a insertarse en la sociedad, un trabajo, con su familia, todo eso se hace en forma conjunta y en red con Salud Mental de provincia, con todos los equipos de la Municipalidad como Fortalecimiento, etcétera”, marcó.
¿De qué se trata la revinculación, cómo se hace? “Se trata básicamente de darle entidad a esa persona, que muchas veces está invisibilizada en la calle. Pasamos al lado y miramos para otro lado, o sea, por costumbre no notamos su presencia y, en realidad, estamos hablando de un ser humano”, respondió y dijo que “primero es darle ese sentido, que sienta que se lo está tratando como como un ser humano, que es lo que merece, por supuesto”.
“Y a partir de ahí es una escucha, es un trabajo de escucha y trabajadores sociales que están trabajando, que están permanentemente al lado de ellos y, a partir de esa conversación inicial, van surgiendo necesidades y posibilidades”, aseguró y contó que este año empezaron a trabajar con talleres dentro del refugio. Por ejemplo, LA Dirección de Empleo les enseñó a hacer un currículum y a cómo encarar una entrevista de trabajo”.
“Hemos hecho proyecciones de cine con un espacio de debate para ver qué es lo que se había aprendido o que habían conectado en esa proyección”, marcó y cerró diciendo que se trata de un “trabajo de hormiga y a muy largo plazo. No es sencillo y vuelvo a insistir: el tema del consumo problemático nos dificulta enormemente el trabajo”.
Una ONG que colecta ropa
Miguel Smitarello, fundador de la Fundación “Nuestro 5 Panes”, también acudió al llamado de @3200deprotes e hizo foco en una colecta de ropa realizada en parroquia “Inmaculada Concepción”, además de resaltar la tarea diaria en el hogar de tránsito nocturno “Alberto Hurtado”, ubicado en Hipólito Irigoyen 1839.

“El grupo de los voluntarios que sale con el tema de repartir vianda ve una necesidad importante de ropa y demás. Por eso, estamos organizando un ropero en la parroquia Inmaculada, que nos dieron un nos dieron un espacio”, explicó sobre la iglesia ubicada en Hipólito Irigoyen 1245.
El pulso del noroeste, contado desde un merendero
Mabel Paiz está al frente del comedor-merendero “Todo Corazón” que ella misma fundó en 2018 en el barrio San Francisco oeste de Concordia. “El lunes se da la comida, el martes hacemos la leche y el miércoles hacemos leche y comida”, precisó y marcó que cambiaron el horario para las 18, al momento de servir la cena “por el frío, porque hay gente muy grande para venir tarde y también por los chicos”.

En su sector, afirmó, es el único comedor. Hay otro en la zona del barrio “Agua Patito”, situado un poco más al norte que el que ella dirige. Comentó, también, que “asistencia creo que están teniendo, solamente lo que vienen a buscar acá del comedor: la comida y la leche y las donaciones que tenemos de snacks”.
“La verdad que, en este sector, hay muchas necesidades. Hasta ahora nunca ha venido ni un político, nada, ni una asistente social a mirar”, relató y cerró diciendo: “cada vez es más la gente que viene”.
“Muchos chicos no se tapaban de noche”
Florencia Martínez es la cofundadora de la ONG “Volando Alto”, de la cual actualmente es su directora ejecutiva. “La realidad es que nosotros tuvimos que hacer una campaña interna entre todos los voluntarios y gente conocida donde fuimos pasando el mensaje para que nos puedan donar ropa y frazadas”, contó.

Inmediatamente después, reflexionó: “lamentablemente, mucha gente se nos pedía de mucho de los chicos con los que trabajamos e incluso hay muchos chicos que nos manifestaron que ellos no se tapaban de noche porque obviamente no tenían con qué”, reveló desde “Volando Alto” cuyos Centros de Desarrollo de Oportunidades (CDO) están ubicados en La Bianca y Benito Legerén.
En síntesis, Lucas Ramos, Pedro Sena, Héctor Senés, Mabel Paiz, Miguel Smitarello y Florencia Martínez son algunas de las voces de los cientos de concordienses que, día a día, lejos de las luces de las cámaras o de la atención de una ciudad que vive inmersa en su cotidianeidad, dan lo mejor de sí por aquellos que más lo necesitan. Hacen concordia entre unos y otros.

 
   
  
  
  
  
  
 






 
  
 