3200
40 años jugando de local
El deporte está en el ADN del comercio que lleva el nombre de dos glorias argentinas: Cadillac & Raffaelli, su historia, metas y desafíos.
Quizás sea su nombre, tal vez su estratégica localización, un poco puede que sea también la vigencia de tantos años, pero especialmente algo que distingue a Cadillac & Raffaelli es la calidez de los que hacen este comercio una marca registrada de Concordia.
Dos glorias del básquetbol
Cadillac & Raffaelli abrió sus puertas a fines de 1985, de la mano de Eduardo “Tola” Cadillac y Carlos “Chocolate” Raffaelli, dos ex basquetbolistas de trayectoria nacional (el segundo además vistió la camiseta del “Verde”, Estudiantes Concordia), junto a un grupo de socios entre los que estaba Jorge Novello. El primer local funcionó en calle Mitre 20, una zona de mucha circulación de personas y autos, ya que en ese momento no era peatonal.

“Los comienzos no fueron fáciles: como todo proyecto nuevo, requirió esfuerzo, paciencia y mucho aprendizaje”, recuerdan los que hoy continúan el legado de aquellos tres y que tienen razones para refrendar lo iniciado hace 4 décadas. “Con el tiempo, el negocio fue ganando su lugar en la ciudad, construyendo una relación cada vez más fuerte con clientes, proveedores y la comunidad deportiva”, marcaron.
Así fue que, pasados algunos años, Jorge se hizo de las partes de sus socios y quedó al frente del comercio, impulsando su crecimiento. El nombre Cadillac & Raffaelli nace directamente de sus dos socios fundadores más importantes: “Tola” Cadillac y “Chocolate” Raffaelli, que como basquetbolistas de alto nivel ya tenían una casa de deportes en Buenos Aires antes de desembarcar en Concordia.

Desde sus inicios, el negocio estuvo enfocado en la venta de calzado deportivo, y con el tiempo incorporaron algo de indumentaria. Su identidad siempre estuvo muy ligada al deporte, especialmente al básquet, y ellos mismos transmitían esa pasión y conocimiento en la propuesta del local.
La clave: “mantener el foco en las personas”
Qué significa en lo personal ser parte de un comercio que celebra 40 años, fue la pregunta que 3200 le realizó a Sebastián Novello, hijo del fundador: “significa un enorme orgullo y también una responsabilidad diaria. Es el desafío de honrar la trayectoria, conservar su esencia, su cultura y sus bases, mientras trabajamos cada día para mejorar el servicio y la experiencia de quienes nos eligen”.
Afirmó que la clave está en “mantener el foco en las personas (clientes, equipo de trabajo y proveedores). Ellos son quienes realmente hacen posible que Cadillac siga creciendo después de cuatro décadas”.


A propósito de ese objetivo constante de “mantener el foco en las personas”, recordó que a lo largo de estos 40 años pasaron muchas personas que dejaron su huella: desde los fundadores hasta empleados, amigos, clientes fieles y proveedores “que nos enseñaron no solo del mercado, sino también de la manera correcta de elegir la mercadería para luego ofrecer lo mejor”.

“Cada etapa marcó nuestra evolución y reflejó cómo cambiaban el deporte, la moda y las necesidades de la gente. Un hito clave fue a mediados de los 90, cuando Cadillac abrió una nueva sucursal en Entre Ríos 657, donde hoy funciona la casa central (además posee una sucursal en Mitre 20)” (actualmente en la denominada Peatonal Entre Ríos), rememoró y afirmó que “ese local, más moderno y renovado, impulsó aún más las ventas y consolidó nuestro crecimiento, convirtiéndose en un punto de referencia para toda la ciudad”.

En la actualidad, la sociedad cambia a una velocidad enorme por lo que el desafío constante en Cadillac & Raffaelli es acompañar esos cambios, adaptarse, aprender y estar siempre a la altura para que cada cliente que entra al local encuentre calidad, atención y una experiencia que represente estos 40 años de historia.
Reflejar lo que sucede puertas adentro
Más adelante, “Seba” hizo hincapié en pilares de la firma comercial: “el orden y la organización interna son esenciales para poder brindar una atención de calidad y responder a las necesidades de nuestros clientes. Estoy convencido de que todo lo que se ve puertas afuera es un reflejo de lo que sucede puertas adentro”, comentó y agregó que para eso es necesario contar con una estructura sólida y un buen clima de trabajo con las personas que forman parte de Cadillac.

-Cuando se llega a un número redondo, se mira para atrás pero también hay que seguir y entonces asoma el futuro. ¿Qué ves para adelante? ¿Qué desafíos?
-Sinceramente, es la primera vez que nos toca celebrar un número redondo: 40 años. Los 30 se cumplieron en 2015 y en aquel momento era Jorge quien estaba al frente. Hoy miro para atrás, sí. Miro el camino recorrido, cómo hemos avanzado y evolucionado, y cómo nos mantuvimos siempre fieles a nuestras bases: la amabilidad, la buena atención y el compromiso por brindar el mejor servicio posible. Con esa mirada hacia la historia también tomamos impulso hacia el futuro. Tenemos muchos proyectos en mente para seguir mejorando y crecer. Sabemos que uno de los grandes desafíos actuales es la competencia del mundo digital y nuestro objetivo es incorporarnos plenamente a ese ámbito sin dejar de lado la esencia de la compra presencial, que en nuestra ciudad sigue siendo muy valorada. Lo que viene es un equilibrio: avanzar hacia lo nuevo sin perder lo que nos hace quienes somos desde hace 40 años.

En cada encuentro con el cliente, ha habido y habrá hombres y mujeres amables y dispuestos a orientar en la búsqueda de ese calzado, prenda de vestir o accesorio que se busque. Es el rostro del que trabaja desde el agradecimiento por la confianza del que elige una y otra vez ir a comprar en Cadillac & Raffaelli.
Gratitud
Es la gratitud que el propio Novello transmite: “solo podemos decir gracias. Gracias de verdad. Durante estos 40 años nos acompañaron en cada paso: en los comienzos difíciles, en los cambios, en los desafíos y también en cada alegría”.
“Ustedes fueron quienes nos dieron fuerzas para seguir, quienes eligieron nuestro local para comprar un par de zapatillas, una camiseta para un hijo, un regalo especial, o simplemente para pasar y saludar”, añadió y aseguró que “cada persona que entró al negocio dejó algo: una historia, una charla, una sonrisa. Y así, entre todos, fuimos construyendo algo mucho más grande que un comercio: una relación de confianza, de cariño y de años compartidos”.

Por eso, cuando miran hacia atrás ven que Cadillac & Raffaelli “es lo que es gracias a ustedes. Gracias a las familias que nos eligen, a quienes crecieron viniendo al local y ahora traen a sus hijos, a quienes nos recomiendan, a quienes nos apoyan en cada etapa”, añadió y cerró diciendo que su compromiso es “seguir acompañándolos como siempre, con la misma cercanía y dedicación que nos sostuvieron durante cuatro décadas. De corazón, gracias por dejarnos ser parte de sus vidas. Y gracias por permitirnos soñar con todo lo que aún está por venir”.














